El campo celebra el día internacional del Trabajador en plena campaña de clareo de frutales, de siembra de tomate y recogida de berries, cerezas, y frutas de hueso con 159.420 desempleados en la agricultura y 100.000 ofertas de empleo



El coronavirus ha puesto a prueba la fortaleza del sector agroalimentario español que ha sabido estar a la altura de la actividad esencial que desarrolla y que ha permitido que ningún español haya percibido en ningún momento la sensación de desabastecimiento o carestía de alimentos.
Las limitaciones de movilidad y las medidas de seguridad laborales en el conjunto del sector han dificultados en algunos momentos las labores agrícolas que no han impedido que los trabajos a pie de campo se hayan terminado de desarrollar con total seguridad para trabajadores y alimentos.
Sin embargo, la llegada de la primavera supone, como cada año una intensificación de las labores agrícolas, por el clareo de los frutales que se realiza en Extremadura, la recogida de la cosecha de fresas y berries o frutos rojos, la recogida del espárrago, el inicio de la campaña de ajo, cebolla, melón y sandía y las primeras frutas de verano en el Alto Aragón y Lleida.
Todas estas cosechas necesitarán en las próximas semanas en torno a 100.000 temporeros repartidos por la geografía nacional y los empresarios agrarios temen que el cierre de fronteras impida la entrada de trabajadores extranjeros para poder esta oferta de empleo, no sólo para el campo, sino también para el esquileo de las ovejas. En estos momentos gestionan un permiso especial para que 14 esquiladores uruguayos puedan viajar a España a realizar esta penosa labor para la que no hay mano de obra nacional.
Para poder cubrir estos trabajos tanto la administración se ha afanado en flexibilizar no solo las condiciones de contratación, permitiendo incluso conservar otros subsidios con este empleo y sin embargo las bolsas de trabajo habilitadas, no han logrado alcanzar el objetivo de suplir la mano agraria que suele venir de Polonia, Bulgaria o República Checa o de Marruecos para la recogida de frutos rojos, fruta de hueso (melocotones, cereza, nectarinas) y fruta de verano un poco más adelante en regiones como Huelva, La Rioja, Lleida y Aragón.
Desde la Organización Agraria COAG nos explican que “seguimos recibiendo, una media de 1.000 solicitudes semanales de gente interesada. Pero, en Aragón, que ya tienen cerca de 6.000 personas inscritos en su bolsa de trabajo, el 90% son inmigrantes y una parte importante en situación irregular”.
Reconocen que pese a los datos del paro agrario del mes de marzo “no hay gran respuesta de parados españoles, entre otros motivos por las restricciones de movilidad entre provincias impuestas para frenar el avance del nuevo coronavirus”.
Los datos del paro registrados en el mes de marzo, según el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, reflejan el impacto extraordinario en el empleo producido por la crisis sanitaria del COVID-19 y las medidas de confinamiento e hibernación de la economía para tratar de frenar los contagios.
En lo respecta a la agricultura, pese a que marzo no suele ser un mes malo para el paro agrario con subidas entorno al 1%; este año ha arrojado una subida del 4,26%, 6.520 desempleados más.
El total del paro en la Agricultura en España, en marzo de 2020, se ha situado en los 159.420, viviendo un ascenso interanual del 2,65%, subiendo, en los últimos 365 días, 4.122 desempleados más.
El 74% de los trabajadores de las explotaciones son hombres; el 31% de los propietarios tienen más de 65 años y el 98% no tienen formación agrícola completa
De acuerdo a los últimos datos publicados por Eurostat sobre la distribución de las explotaciones según la edad del propietario, solo el 4% de los titulares tienen menos de 35 años, el 14% se encuentra entre los 35 y los 44 años, el 51% entre los 45 y los 64 años y el 31% restante supera los 65 años.
En relación con el resto de países europeos, España destaca por ser uno de los países europeos con una estructura más envejecida: más de 3 de cada 10 titulares tienen más de 65 años.
El porcentaje de población mayor de 65 años es muy superior al de Alemania (8%), al de Francia (15%) y al de Países Bajos (19%), aunque inferior al de Italia (41%).
Mucho que hacer por la igualdad
Además, este fenómeno es más acentuado en los grupos en edad productiva y reproductiva, lo que impacta negativamente sobre la natalidad y provoca el envejecimiento de la población.
Desde el punto de vista formativo, la población ocupada del sector agrícola tiende a caracterizarse por tener niveles educativos menores a la media nacional.
En particular, si se analiza el número de explotaciones en las que los propietarios han recibido una formación agrícola superior específica, España se encuentra por debajo de los principales países agrícolas europeos.
No obstante, la tendencia experimentada por España en el ámbito educativo, si bien viene ralentizada por la envejecida población ocupada del sector, ha experimentado un aumento considerable.
En concreto, el número de explotaciones dirigidas por agricultores con formación universitaria se ha incrementado en un 16% desde el año 2005, por encima de lo sucedido en la mayoría de países europeos. En este sentido, cabe destacar que los jóvenes agricultores españoles tienden a tener un nivel formativo mayor al de sus homólogos mayores.
En cuanto a los salarios, en el sector agroalimentario se aplica la misma ley que al resto de los sectores y se paga a partir del Salario Mínimo establecido.