Plantear la Política Agrícola Común como un mecanismo de subsidios a los agricultores es un error. La PAC es el soporte de un servicio a la sociedad, especialmente para garantizar la soberanía alimentaria, la sostenibilidad y la seguridad de los alimentos a los consumidores, según ha afirmado el presidente de la Asociación Nacional de Jóvenes Agricultores, Pedro Barato



El sector agropecuario español vive inmerso en un mes largo de movilizaciones por toda España para que la sociedad española conozca y entienda la crisis estructural a la que se enfrentan. Denuncian que son unos productores que en los últimos años “ponen dinero para trabajar” porque los precios que perciben por los alimentos no cubren los costes de producirlos.
Pedro Barato, presidente de la Asociación Nacional de Jóvenes Agricultores (Asaja) y vicepresidente de la CEOE, ha tratado esta mañana de prestigiar la figura de los profesionales del campo, “unos empresarios que quieren futuro para una actividad rentable que es la de producir alimentos, gestionar el territorio y mantener vivo el mundo rural».
Así lo ha destacado durante su intervención en el Foro Nueva Economía, celebrado en Madrid, donde ha insistido en la necesidad de dar a conocer la importancia de la agricultura y la ganadería y su papel en el conjunto de la sociedad, “y para ello hay que evitar banalizaciones como las que hemos tenido que soportar en los últimos tiempos”.
“Cuando vemos sentencias judiciales reales que sancionan al propietario de un gallo que canta al alba por contravenir la normativa de ruidos, el abuso de ‘les gallines’, la demonización del ordeño, o la condena al vacuno porque sus flatulencias tienen la culpa del deshielo Ártico” solo contribuimos a desprestigiar y manipular los productos agrarios y a los profesionales que los producen.
“Si el que contamina paga, al que descontamina hay que compensarlo por ello”


Barato ha querido ser contundente a la hora de posicionar a los profesionales agropecuarios españoles a la cabeza de la preocupación por el cambio climático. «Cuando en el conjunto de los sectores de la Unión Europea la agricultura no llega a ser responsable del 1% de las emisiones de CO2 no podemos culpabilizar a las vacas de acabar con el planeta ni a los cultivos de erosionar el suelo», afirmó.
«No solo no somos culpables del cambio climático, sino que podemos ser la solución, sobre todo cuando la ciencia nos avala y nos muestra hechos como que las emisiones de un coche al año se las merienda un olivo secuestrando CO2 y fijándolo al suelo”, afirmó el presidente de ASAJA.
En este sentido, Pedro Barato ha señalado que el papel mitigador de la agricultura tendría que ser compensado en aplicación del principio europeo de que quién contamina paga.
De la misma manera que hay que compensar al agricultor por su forma sostenible de producir, hay que hacer entender a la sociedad que la Política Agrícola Común no es sólo para los agricultores, es un mecanismo que garantiza un servicio a la sociedad. “Un mecanismo que, además, es muy barato, apenas representa el 0,40% del Producto Interior Bruto Europeo”, señaló.
Por eso es muy importante defender el presupuesto agrario en el Marco Financiero Plurianual y para ello, ha señalado Barato, hay que saber elegir a los amigos y alinearse con aquellos que están dispuestos a mantener el sector agrícola como los franceses y la Comisión Europea frente a los cuatro frugales, esos países ricos que no tienen campo pero que son los que mayor retorno y beneficio obtienen del mercado único.
El respaldo a los sectores agroalimentarios es una apuesta estratégica en los países más desarrollados. Desde Noruega, Suecia, Estados Unidos o Canadá se da «mucho apoyo económico para sostener su campo».
Pedro Barato ha insistido en que los agricultores quieren ser empresarios rentables y competitivos, y para eso necesitan que los precios en origen cubran, al menos, los costes de producción. Ha reiterado que “tenemos capacidad para competir, sabemos hacer las cosas las cosas muy bien y aceptamos la competencia de las importaciones de terceros países siempre que esos alimentos entren en las mismas condiciones” para evitar la entrada de plagas o que producciones marroquíes salgan a Europa con la etiqueta de Almería.
“No puede haber pueblos con más farolas que habitantes”
Para afrontar el gran reto de la España vaciada hay que hacer menos homenajes al campo y favorecer la vida fuera de las ciudades impulsando la reducción de la carga impositiva, ha recalcado el presidente de Asaja.
Para concluir Barato ha insistido en que los agricultores quieren tener futuro y para eso hay que poner en valor su profesión y lograr que sus producciones tengan un precio adecuado. “Hemos normalizado que valga más un litro de agua que uno de leche o vino”, eso requiere apostar por concentrar la oferta “en cooperativas de gran volumen que sean capaces de llegar a los lineales como el modelo holandés” con un gran esfuerzo en formación y profesionalización.
