La banca mundial avanza hacia la sostenibilidad - EL ÁGORA DIARIO

La banca mundial avanza hacia la sostenibilidad

Un nuevo informe del PNUMA afirma que los bancos que han firmado los Principios para la Banca Responsable están mostrando los primeros signos de progreso colectivo y sentando las bases para transformar el sistema financiero, aunque el impulso debe acelerarse en algunas áreas clave


Hace dos años, cuando el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) lanzó los Principios para la Banca Responsable, la sensación general era de escepticismo. Al fin y al cabo, el sector financiero se ha caracterizado siempre por valorar las inversiones desde un punto de vista basado casi completamente en el rendimiento económico, sin preocuparse demasiado por las externalidades negativas sociales o ambientales de sus actividades. Sin embargo, la progresiva toma de conciencia de la banca de los enormes riesgos que plantea el cambio climático a su actividad, acompañado de la constatación de que el desarrollo sostenible supone una gran oportunidad, están cambiando las tornas: actualmente hay más de 200 firmantes de los Principios, que representan el 40% del sistema bancario mundial por activos y están avanzando cada vez más en lograr unas carteras de activos verdaderamente «verdes».

Así lo pone de manifiesto un nuevo informe del PNUMA publicado esta semana, en el que se resume el progreso realizado por los bancos que han firmado los Principios y establece la primera línea de base para medir el progreso futuro, ya que a partir de ahora habrá una actualización cada año. En concreto, los signatarios proporcionan información sobre su progreso en las áreas de impacto clave, entre los que se incluye medio ambiente (mitigación y adaptación al cambio climático, biodiversidad, eficiencia de recursos), sociedad (igualdad de género, inclusión financiera, derechos humanos, empleo decente) y cambios internos (progreso de la integración de la sostenibilidad en la estrategia empresarial).

En cualquier caso, el informe de este año ya contiene algunos hallazgos clave: el 94% de los bancos firmantes identifican la sostenibilidad como una prioridad estratégica para su organización, el 93% está analizando los impactos ambientales y sociales de sus actividades y el 30% está estableciendo objetivos, con un fuerte enfoque en el clima y la inclusión financiera. Pero, sobre todo, el informe encuentra indicios tempranos de impacto de los Principios en la economía real, con un 69% de la banca invirtiendo en activos y tecnologías bajas en carbono  y movilizando más de 2,3 billones de dólares de financiación sostenible.

Esto se ha traducido en 15.131 clientes (empresas y pymes) que han recibido en el último año asesoramiento sobre estrategias climáticas y 113 millones de personas vulnerables que han obtenido acceso a servicios financieros. Además, cada vez hay más pruebas de colaboración entre los signatarios para desarrollar recursos que apoyen el establecimiento y la implementación de objetivos. En áreas como el cambio climático, donde los datos y las metodologías son más avanzados, los bancos firmantes están estableciendo sistemas de medición de impacto, al tiempo que desarrollan estrategias, productos y servicios asociados para la participación de los clientes que se necesitan para la transición climática.

“Los Principios para la Banca Responsable son un marco crucial para que la industria bancaria mundial responda, impulse y se beneficie de una economía de desarrollo sostenible”, ha comentado Inger Andersen, Directora Ejecutiva del PNUMA, en un comunicado. «Las finanzas sostenibles tratan de crear prosperidad para esta y las generaciones futuras, y este informe muestra los primeros signos de progreso logrado en todo el mundo, al tiempo que describe los pasos para acelerar aún más la acción en áreas críticas», ha asegurado.

Camino por recorrer

Eso sí, el PNUMA también afirma que se necesita una acción continua y acelerada por parte de los signatarios para crear una banca verdadaremente sostenible y redoblar la presión sobre las entidades que aún no se han adherido a los Principios. Según el informe, las áreas sugeridas de mejora incluyen sobre todo la disponibilidad y calidad de los datos, ya que los bancos carecen de la capacidad de realizar un seguimiento y medir el progreso debido a la disponibilidad y calidad limitadas de los datos internos y externos. Por lo tanto, el PNUMA apunta que deben trabajar juntos y con las partes interesadas para aumentar la disponibilidad de fuentes de conocimiento compartidas y acordar enfoques donde los datos no estén disponibles, como el uso de promedios nacionales o proxies apropiados.

Por otro lado, también hace falta establecer objetivos en línea con un análisis de impacto mejorado, ya que los bancos necesitan adquirir conocimientos técnicos y experiencia para profundizar su comprensión de cómo revisar los impactos, tanto positivos como negativos, de sus actividades, productos y servicios en sus carteras. Además, tienen que aumentar la acción sobre cuestiones críticas de sostenibilidad como la pérdida de biodiversidad, la igualdad y los derechos humanos. Por ejemplo, actualmente solo el 15% de los bancos identifican la biodiversidad como un área de impacto significativo, y el 23% identifica los derechos humanos como significativos, a pesar de que la investigación y las partes interesadas indican que ambos son riesgos e impactos importantes que debe abordar el sector.

“Los Principios son un viaje de cuatro años de escala y alcance sin precedentes, donde bancos de todos los tamaños de todo el mundo han estado desarrollando juntos las herramientas y la guía para apoyar su implementación efectiva”, ha explicado Siobhan Toohill, copresidenta de la Junta Bancaria del PNUMA y Responsable del Grupo de Sostenibilidad de la entidad Westpac. «No solo debemos continuar aprovechando el impulso evidenciado en los primeros 18 meses, sino acelerarlo para cumplir con nuestros compromisos», ha apuntado.

Las ideas del informe de utilizarán para desarrollar aún más el programa de trabajo para ayudar a los bancos a aumentar su progreso y abordar los desafíos clave del desarrollo sostenible desde una perspectiva de alianzas público-privadas. El próximo informe de progreso a nivel colectivo está programado para 2023.



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