Arde el Amazonas y el presidente de Brasil culpa a las ONG

Arde el Amazonas y el presidente de Brasil culpa a las ONG

En un año de fuerte sequía, la Amazonía brasileña está sufriendo una grave crisis de incendios, que duplican el número de años anteriores. En ese contexto, el nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonario, quien desde su llegada al poder ha mostrado su intención de rebajar la protección de la selva y abrirla a la explotación, culpa a las ONG de estar promoviendo los fuegos para desprestigiarle a él y al país


La región amazónica brasileña sufre los peores incendios forestales de los últimos años. Durante esa crisis ambiental, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sugerido en comparecencia pública que las ONG pueden estar detrás de lo que está ocurriendo.

La insinuación del mandatario ha surgido en momentos en que densas nubes de humo provenientes de la Amazonía se extienden sobre buena parte del país y hasta llegan a enormes centros urbanos, como la ciudad de Sao Paulo.

Los datos son confusos, pero ni siquiera Bolsonaro pone en duda que la Amazonía está en llamas. Según el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) de Brasil, que contabiliza los incendios mediante imágenes de satélite, los focos de fuego en todo el país en lo que va de este año superan en un 83 % a los del mismo período de 2018.

 

Animación de la NASA con incendios registrados en el mundo desde 2019.

 

El Ministerio del Medio Ambiente ha atribuido esa situación a una vasta sequía en las regiones norte y centro oeste del país, pero las organizaciones defensoras de la Amazonía tienen otra opinión.

En un informe difundido este martes, el INPE precisó que entre el 1 de enero y el 18 de agosto ha registrado 71.497 focos de incendio en el país y que un 52,5 % se sitúan en la región amazónica.

Alemania y Noruega retiran ayudas

Muchos grupos ecologistas sostienen que las llamas son producto de la acción del hombre y, en particular, de hacendados alentados por la intención de Bolsonaro de avanzar en la explotación de la región amazónica en los flancos de la minería y la industria agropecuaria, algo que ya le ha causado fricciones con Alemania y Noruega.

Ambos países europeos colaboran financieramente desde hace años con la protección de la Amazonía, pero en las últimas semanas han congelado los recursos destinados a esos fines, alertas frente a las nuevas políticas del Gobierno brasileño, que desde la llegada al poder de Bolsonaro ha mostrado su intención de rebajar la protección de la selva y abrirla a la explotación.

Aun cuando se sospecha que los incendios responden a una cada vez más agresiva deforestación, Bolsonaro ha sugerido que ciertas ONG, que no identificó, podrían estar promoviendo los incendios con el objetivo político de arañar la imagen de su Gobierno.

«Puede haber, sí, y no estoy afirmando, una acción criminal de esos ‘oenegeros’ para llamar la atención contra mi persona, contra el Gobierno de Brasil, y esa es la guerra que nosotros enfrentamos», ha declarado Bolsonaro.

Emisión de aresoles provenientes de los fuegos en Sudamérica captadas por los satélites del programa Copérnico. Pueden verse los fuegos en el alto Amazonas de Brasil y Bolivida y también los que invaden el Chaco en Paraguay y países vecinos. | Foto: Copernicus Atmposphere Monitoring Service

Para reforzar su tesis, recordó que su Gobierno ha «cortado el dinero público que iba para las ONG» que operan en la Amazonia con proyectos «supuestamente» volcados al cuidado del ecosistema.

«De esa forma, ese personal está sintiendo la falta de dinero», ha agregado el mandatario, quien apuntó que ahora la tarea de las autoridades es determinar si los incendios han sido provocados. «El crimen existe. Ahora, tenemos que hacer lo posible para que ese crimen no aumente», ha indicado Bolsonaro, quien insiste en que las ONG que operan en la Amazonía «representan intereses ajenos» a Brasil.

Incluso así, Bolsonario ha admitido que no hay ninguna investigación en curso y, en una aparente contradicción, dio a entender que sería «difícil» probar que la culpa es de grupos no gubernamentales, aunque sostuvo que esa es su percepción.

«El fuego aparece en lugares estratégicos. Hay imágenes de toda la Amazonia», ha dicho en relación a vídeos que circulan en la internet. «Por lo que todo indica, hubo quien fue para filmar y hacer fuego. Ese es mi sentimiento», ha apuntado.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara baja, Rodrigo Agostinho, ha afirmado que «la sociedad no acepta más que se continúe ocupando el territorio de la misma forma en que hace 500 años, derrumbando las selvas».

Según Agostinho, «si hay deforestación, hay más desigualdad, se destruyen los derechos y se contaminan las aguas, y los brasileños quieren y precisan un futuro diferente».



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