Atención, los jabalíes andan sueltos por la ciudad

Atención, los jabalíes andan sueltos por la ciudad

Atención, los jabalíes andan sueltos por la ciudad

En los últimos días se ha visto jabalíes pasear por varias ciudades, algo que ya ocurría antes de la pandemia, pero que va a más. La situación preocupa en el campo, donde el exceso de población es un problema desde hace años. El Gobierno recomienda a las autonomías controlar la población


Pedro Cáceres | Director adjunto
Madrid | 17 abril, 2020


La Glorieta de Rocío Dúrcal, en Madrid, es un sitio transitado. Al norte de la capital, se cruzan en ella calles de varios carriles y se puede ver personas hasta bien tarde, tomando algo en las terrazas, volviendo del cercano Parque de la Dehesa de la Villa o comprando en la farmacia de 12 horas, abierta hasta medianoche.

Pero los paseantes nocturnos de esta semana de confinamiento forzoso han sido los jabalíes. Al filo de la medianoche uno de ellos se regodeó por medio de la rotonda llegando hasta la misma boca del Metro de Francos Rodríguez. No puede uno pensar en un sitio más insólito para encontrarse a un marrano salvaje que el mismo lugar donde uno tomaba el Metro para ir a trabajar a su diario digital antes del coronavirus.

Un día después, 1.000 metros más abajo, otro jabalí correteaba por el Parque Rodríguez Sahagún. Y al día siguiente veíamos a los policías municipales perseguir sin éxito a otro cochino que deambulaba por el parque de la Facultad de Farmacia, en la Complutense, en plena Ciudad Universitaria. Se afanaban en capturarlo corriendo tras él quizá sin tener en cuenta que hay veces en las que toda una rehala de perros, curtidos con pan duro y agua, es incapaz de agarrar a uno solo de estos resistentes animales.

Las redes sociales se han llenado de tuits con vídeos del cochino paseando por el barrio de Tetuán, una una barriada de comienzos del siglo XX, un entorno absolutamente urbanizado.

Los jabalíes ya estaban ahí

¿Qué está pasando? ¿Está siendo Madrid invadida por los jabalíes aprovechando el silencio y el sosiego que provoca el confinamiento? Ni tanto ni tan calvo. Que hay jabalíes pegados a la ciudad es algo que se sabe y vienen apareciendo desde hace tiempo.

En Madrid es un clamor que hay jabalíes pegados a la ciudad. En enero de este mismo año, dos de ellos se pasearon por el barrio de las Tablas, caminando tranquilamente al pie de La Vela, la moderna sede diseñada por Herzog & De Meuron,para el banco BBVA. ¿Puede imaginarse una imagen más surrealista y definitoria de la situación de caos natural en la que vivimos? Por las mismas fechas, otro ejemplar de jabalí llegó incluso a cruzar la A-1 en el nudo de Manoteras, en el norte de la capital.

Según explica el área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid en más de una ocasión se han visto jabalíes procedentes de El Pardo y otras bosques cercanos a la capital, donde abundan estos ejemplares.Tanto es así que el Gobierno regional autorizó al Ayuntamiento de Madrid a capturar jabalíes en el municipio durante un año.

Desde hace varios años la superpoblación de jabalíes trae de cabeza a municipios como Las Rozas, Torrelodones, Galapagar o Manzanares el Real donde, además de causar destrozos en parques y jardines, provocan accidentes en las carreteras.

Jabalíes en otras ciudades

Madrid no es la única ciudad donde se han visto jabalíes estos días. En Barcelona, el pasado 19 de marzo, decretado ya el estado de alarma, un jabalí recorrió la ciudad y fue avistado en la confluencia de la avenida Diagonal con la calle Tuset, hocicando entre los arbustos de la mediana. Es un lugar muy céntrico, pero jabalíes se han visto muchas veces otros años en las zonas de las afueras de la ciudad condal y cerca de la Collserola.

Un jabalí, en la Diagonal de Barcelona el pasado 14 de marzo de 2020.

Mucho cuidado con los jabalíes

 El jabalí no es un animal amable. No es un peluche. Es un tanque de hasta 100 kilos armado de cuatro defensas en el hocico –dos navajas abajo y dos amoladeras arriba- y con una piel tan dura cubierta de cerdas que un cuchillo normal es incapaz de traspasar.

El jabalí puede abrir un perro en canal con un movimiento de cuello y acabar también con una persona. Cierto tipo de animalismo desinformado influido por Disney y afectado por la desconexión entre lo urbano y lo rural tiende a ver la fauna como si fueran tiernos personajes de película. Pero no es así. Los animales son animales, y pueden ser peligrosos.

Las autoridades recomiendan que al cruzarse con uno en la ciudad lo mejor es alejarse y llamar a la Policía Nacional o al 112.

Otra ciudad que ha visto pasar jabalíes por las calles es Gijón, donde el lunes de esta semana hubo uno paseando a sus anchas por la zona conocida como El solarón, según informaba la Comisaría de Policía Local de Gijón a Europa Press.

En Cantabria ocurre algo similar Están entrando en espacios que antes tenían presencia humana disuasoria y que ahora, con el confinamiento, quedan libres para que estos animales campen a sus anchas. Es lo que explica el consejero de Desarrollo Rural de Cantabria, Guillermo Blanco. La comunidad autónoma ha tenido que atender en los últimos días avisos de vecinos que reportaban la entrada de jabalíes en entornos urbanos, informa Efe.

“Con el confinamiento hay espacios que ya no se transitan o se ocupan y que están siendo copados por este animal, que enseguida se acostumbra a la comida fácil, a los contenedores y a los huertos, afirma el consejero cántabro, que menciona vídeos en redes sociales o informaciones que hablan de la visita de jabalíes a jardines de Suances.

Una invasión en el campo

Desde hace años, la creciente población de jabalíes se ha convertido en un problema en el campo. Si son capaces de entrar hasta el centro de Madrid o Barcelona, en el medio agrario campan a sus anchas.

La ausencia de depredadores naturales y el abandono del campo son causas principales del aumento generalizado de jabalíes. También interviene el aumento de las temperaturas, que permite a los animales criar en invierno. Habitualmente las hembras paraban de criar en invierno, pero ahora se ha comprobado que con inviernos más benignos en cuanto destetan a las crías vuelven a reproducirse.

Una hembra cruza un camino rural con sus rayones o crías. | Budimir Jevtic

Hay que tener en cuenta que el jabalí (Sus Scrofa) es un superviviente nato y uno de los grandes aprovechados de la transformación humana sobre los ecosistemas peninsulares. Se ha adaptado perfectamente al paisaje que durante siglos el ser humano ha ido moldeando.

Se esconde en las espesuras propias del monte mediterráneo y sale de ellas para aprovechar cultivos o cualquier recurso que puede encontrar. Es un generalista capaz de adaptarse a cualquier ambiente. Y como nosotros, come de todo. Además, si tenía pocos enemigos naturales, como el lobo, los hemos eliminado. Y durante siglos hemos generado el ambiente idóneo para ellos.

El abandono del medio rural desde mediados del siglo XX no ha hecho más que aumentar el terreno del jabalí. Prospera estupendamente en las tierras baldías y tomadas por manchas de jaras y encinares. Y desde ellas sale a hozar por las tierras de labor que quedan.

Superpoblación de jabalíes

 No hay un censo nacional de jabalíes, aunque según algunas estimaciones de investigadores del Instituto de Investigación de Recursos Cinegeticos (IREC) podría haber en torno a un millón en toda España. La población no hace más que crecer. Una de las formas de estimar el aumento es observar los datos de ejemplares cazados año tras año.

Según los datos del Ministerio de Agricultura, entre 2005 y 2014, los abatimientos de jabalíes se incrementaron en un 188,6% hasta llegar a los 270.000 ejemplares. Esta cifra no ha hecho más que aumentar en los últimos años y, según algunos expertos, de seguir el ritmo actual su población podría duplicarse para 2025.

Distribución del jabalí en el mundo según la IUCN, el color verde indica reintroducido. | Fuente: IUCN

En el medio rural no hay animal más ubicuo que el jabalí. Y en todos los pueblos se dan ganchos todos los años para mantener la población a raya. El control que el paisano ha tenido sobre el jabalí ha sido continuo. Pero cada vez hay menos paisanos y más jabalíes.

Es normal por tanto que los jabalíes abunden en esta España vaciada, donde gran parte del territorio es un desierto humano y las ciudades se adentran en zonas periurbanas asilvestradas.

En las últimas semanas, asociaciones agrarias de toda España han pedido a las autoridades que no relajen las medidas de control de la población. En Murcia, La Rioja o Galicia, los sindicatos agrarios reclamaban tomar medidas tras detectar un incremento en la presencia de estos animales cerca de casas y cultivos por el confinamiento. Se trata de evitar destrozos en los cultivos actuales y en los campos que están listos para el periodo de siembra de otras producciones, como el maíz.

De este modo, el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación ha remitido una carta a las comunidades autónomas el pasado 14 de abril recomendando que mantengan el control poblacional de jabalíes, debido a los problemas causadas por su proliferación en las explotaciones agrarias.

Las autoridades competentes de las autonomías fijarán la mejor manera de llevar a cabo el control y tendrán que adoptar las medidas de prevención necesarias, indica el MAPA.

Según el ministerio, en el contexto del Real Decreto 463/2020, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, está permitido mantener la actividad de control de jabalíes para evitar el riesgo de propagación de enfermedades animales, así como prevenir los daños que pueden ocasionar los jabalíes a las producciones agrícolas o ganaderas.

“El control de la población de jabalíes forma parte de las actividades necesarias para mantener el estatuto sanitario de la cabaña ganadera y como medida de prevención de la Peste Porcina Africana”, recuerda el ministerio. Porque otro de los problemas de la proliferación de jabalíes es que puede entrar en contacto con cerdos domésticos y transmitirles la peste porcina o la triquinosis.

Las autoridades competentes de las autonomías deben establecer la mejor forma de llevar a cabo el control de poblaciones de jabalíes y teniendo siempre en cuenta la necesidad de adoptar las medidas de prevención necesarias para evitar el contagio del COVID-19, recuerda el ministerio.

El jabalí provoca miles de accidentes de tráfico

Otro de los problemas que ocasionan los jabalíes son los accidentes de tráfico.El IV Informe del Centro de Estudios Ponle Freno-AXA de Seguridad Vial publicado a finales de 2019 indica que son responsables del 42% de las colisiones de vehículos contra animales.

Son de largo el animal más problemático. Le siguen los perros con un 20,7% y el corzo con un 19,3%

Según el estudio, hubo 8.053 accidentes provocados por colisión con animales en los años 2018 y 2019. Es un incremento del 47% provocado en gran parte por la proliferación de jabalíes, responsables de cerca de la mitad de los accidentes.

 



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