Al menos cinco gorilas de montaña han nacido durante las últimas seis semanas en el Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi (suroeste de Uganda), una gran noticia para una especie en peligro de extinción a causa del furtivismo y el cambio climático



Al menos cinco gorilas de montaña han nacido durante las últimas seis semanas en el Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi (suroeste de Uganda), según han informado las autoridades ugandesas. Este descubrimiento ha sido recibido por los expertos en conservación con júbilo, ya que indica la paulatina recuperación de una especie que está en peligro de extinción desde hace décadas. Y es que los gorilas de montaña son una especie que solo se encuentra en la cordillera que marca las fronteras de Uganda, Ruanda y la República Democrática del Congo, donde el furtivismo, las enfermedades respiratorias y el cambio climático han hecho estragos en su población.
“Es una noticia muy esperanzadora en mitad de un momento difícil, ya que, con la caída del turismo debido a la COVID-19, muchos ugandeses han perdido sus métodos de subsistencia y el furtivismo ha aumentado“, ha asegurado Gladys Kalema-Zikusoka, veterinaria y fundadora de la organización Conservation Through Public Health (CTPH).
Para la Autoridad para la Vida Salvaje de Uganda (UWA, en sus siglas en inglés), esos nacimientos forman parte de un “baby boom” de gorilas que los guardabosques del Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi están registrando desde finales de abril. Todo gracias a los esfuerzos de las autoridades ambientales de los tres países, algunas organizaciones no gubernamentales y los guardabosques, que están consiguiendo mediante campañas de vigilancia y gestión de fauna que las poblaciones de estos primates aumenten.
De hecho, en la actualidad, los gorilas de montaña son los únicos grandes simios «cuyas poblaciones están aumentando”, según explica Jordi Galbany, primatólogo y profesor asociado en la Universidad de Barcelona (España), quien trabaja con estos primates en la frontera entre Ruanda y Uganda. Según el último censo, publicado a finales del 2019, en la actualidad existen más de 1.060 ejemplares de gorilas de montaña.
Un esfuerzo continuado
Estos datos de nacimientos suponen sin duda un hito en la carrera por la conservación de estos primates. «Sin embargo, no podemos dormirnos, debemos permanecer en alerta porque las poblaciones de gorilas de montaña aún son pequeñas y muy localizadas“,ha aconsejado Galbany. Y es que, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los gorilas de montaña continúan en peligro de extinción debido a las enfermedades respiratorias y el furtivismo tanto directo como indirecto ya que, en ocasiones, estos simios caen en las trampas que los cazadores colocan para capturar a otros animales. También está teniendo un importante impacto en la población de gorilas los cambios de clima y la deforestación, que reducen cada vez más su hábitat natural.
De hecho, después de décadas de deforestación intensa en todo el este de África, que según las autoridades ugandesas ha afectado al 67% de sus bosques desde los años noventa, la reducción de su hábitat se presenta como la principal amenaza a los gorilas en la actualidad. “Como apenas queda un puñado de bosques adecuados para esta especie, el número de gorilas de montaña no podrá crecer mucho más. Nadie sabe en qué momento las poblaciones de gorilas alcanzarán ese límite. Pero creemos que, en el caso de Uganda, eso ocurrirá dentro de poco tiempo”, explica Galbany.
“Aun así», agrega el experto, «creo que debemos celebrar los últimos nacimientos como otra victoria para preservar el futuro de la especie. Es una noticia muy positiva. Gracias a estas crías, la variedad genética de las poblaciones futuras será mucho más variada y prometedora”.
