El banco de algas, un proyecto canario para toda España

El banco de algas, un proyecto canario para toda España

El banco de algas, un proyecto canario para toda España

Conversamos con Juan Luís Gómez Pinchetti, director científico del Banco Español de Algas (BEA), una infraestructura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que trabaja con estas plantas en áreas como biomedicina, la lucha contra el cambio climático, la salud, la energía o la alimentación


Ana Alemany | Especial para El
Madrid | 18 junio, 2021


Las algas son plantas acuáticas, y habitan en el océano, pero también en aguas continentales y ambientes extremos. En estos ambientes tan diferentes consumen grandes cantidades de CO2, siendo la luz la fuente fundamental de energía para el proceso de la fotosíntesis. Por otro lado, son organismos que ayudan a mantener el equilibrio en los mares y océanos.

Con el objetivo de desarrollar tareas de aislamiento, identificación, conservación, caracterización, suministro y desarrollo de técnicas de cultivo y aplicaciones de microalgas y cianobacterias se creó el Banco Español de Algas (BEA), una infraestructura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria gestionada por la Fundación Canaria Parque Científico Tecnológico (FCPCT).

Actualmente, este organismo está acreditado ante el Gobierno de España como autoridad internacional para el depósito de microorganismos. Es miembro de la Organización Europea de Colecciones de Cultivos (ECCO), de la Federación Mundial de Colecciones de Cultivo (WFCC) y está incluido en el Centro Mundial de Datos sobre Microorganismos (WFCC-MIRCEN).

Entre otras, tiene la misión de apoyar como un centro de referencia para sectores relacionados con la biomedicina, la lucha contra el cambio climático, la salud, la energía o la alimentación, que pueden interesarse por un catálogo completo de estos microorganismos, muy útiles para investigar y desarrollar productos bioindustriales.

Interior del Banco Español de Algas. | BEA

En el BEA se conservan unas 2.000 cepas clonales de microalgas de regiones tropicales y subtropicales (concretamente de la Macaronesia), disponibles para extraer recursos genéticos únicos a los que se interesen por ellos, siendo un área apenas explorada. En 2010 se adoptó el Protocolo de Nagoya (PN). Este es un instrumento jurídico vinculante de ámbito internacional, que dispone que el acceso a los recursos genéticos para su utilización está sujeto al consentimiento previo informado (PIC) y al establecimiento de las condiciones mutuamente acordadas (MAT). España lo firmó en 2011 y entró en vigor el 2014.

Además, el BEA posee un programa de I+D+I propio, entre cuyos objetivos se hallan: la conservación de la Biodiversidad de microalgas y cianobacterias, la identificación polifásica de las cepas aisladas a través de técnicas de microscopia, análisis molecular y bioquímico o citometría de flujo, el desarrollo tecnológico para su producción y caracterización orientada a estudios diversos.

cientifica
Una científica examina muestras en el Banco Español de Algas, en Gran Canaria. | BEA

Como autoridad internacional de depósito, el BEA mantiene microalgas y cianobacterias con fines de reconocimiento de la propiedad intelectual ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y la Oficina Española de Patentes y Marcas.

Juan Luís Gómez Pinchetti es el Director científico y responsable de la Unidad de Biotecnología y Cultivo del BEA, con el que hemos mantenido un cordial coloquio:

PREGUNTA.- Buenos días Juan Luís, para poder conocer mejor el funcionamiento y alcance del Banco Español de Algas, díganos que nos puede proporcionar este organismo.

RESPUESTA.- En una colección de algas como la nuestra, puedes acceder a recursos genéticos únicos con diferentes posibilidades de aplicación: desde investigación básica en el campo de la biotecnología de algas, a lo que es desarrollo tecnológico/industrial en múltiples campos de aplicación que van desde el consumo humano o animal a los procesos de biorremediación o la producción de metabolitos en biomedicina o cosmética. Nosotros trabajamos en investigación aplicada, caracterizando y poniendo en valor toda esta biodiversidad.

Tanques de algas en el exterior del Banco Español de Algas. | BEA

P.- ¿Cómo se ha conseguido clasificar las 2.000 especies diferentes?Llevamos algunos años trabajando en el desarrollo de metodologías y procesos que van desde la realización de bioprospecciones en diferentes tipos de ambientes donde podemos encontrar microalgas y cianobacterias, al posterior aislamiento, caracterización y conservación de las especies que consideramos pueden tener interés científico-tecnológico.

R.- El trabajo es complejo porque estamos hablando de microorganismos que además conservamos vivos.¿Qué tipo de instituciones u organismos se han puesto en contacto con ustedes y que tipo de requerimientos les solicitan?

P.- Contactan con nosotros investigadores, centros tecnológicos y empresas que desarrollan investigación y desarrollo en el sector de la biotecnología y que nos solicitan servicios que van desde la compra de cepas a la producción de cultivos para experimentación, la preparación de extractos o la caracterización y selección de muestras.

R.- Cuénteme, por favor, Juan Luís, algún caso sorprendente y, por el contrario, alguno cotidiano.Sorprendente es descubrir entre tus muestras, especies que no habían sido descritas/observadas antes en el Archipiélago Canario o que son nuevas especies para la Ciencia. Sorprendente es también que entre todo ese material biológico podamos encontrar sustancias con actividad antivírica que puedan tener algún efecto frente al COVID, como ha sido descrito recientemente con otras especies de algas. Dentro de lo cotidiano, aunque pueda parecer sorprendente, la ULPGC consideró durante el confinamiento que nuestra actividad era un servicio esencial y pudimos mantener vivos todos los cultivos de la Colección.

Banco de Algas
Interior de un laboratorio del BEA.

P.- ¿Cuántas algas se estima que puedan existir en el planeta?

R.- Pues realmente no lo sabemos. Los números varían sobre unos cientos de miles sólo de especies de microalgas y cianobacterias a los que hay que añadir otros tantos miles de especies de macroalgas, pero con las herramientas moleculares desarrolladas en los últimos años todavía estamos descubriendo nuevas especies.

P.- Hay más bancos de algas en otros lugares. ¿Qué tal es la relación entre todos?

R.- Si. Colecciones de microalgas y cianobacterias hay unas cuantas en el mundo, algunas gestionadas por investigadores, otras por instituciones que trabajan en temas de conservación de la biodiversidad y algunas para el apoyo al desarrollo industrial.

Sin embargo, el reconocimiento como autoridad internacional de depósito de algas a través del Tratado de Budapest sólo es reconocido por la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Industrial) para 12 colecciones, 3 en Europa. La relación entre todos es colaborativa. En la actualidad se está formalizando la creación de la Infraestructura Europea de Colecciones de Microorganismos (MIRRI) que agrupa las colecciones europeas que trabajan en todo este tipo de desarrollos. El BEA forma parte del nodo español en MIRRI, junto con la CECT (Colección Española de Cultivos Tipo) de la Universidad de Valencia y la LIFEWATCH ES de la Universidad de Sevilla.

Banco Español de Algas
Muelle exterior del Banco Español de Algas. | BEA

P.- ¿En qué situación se hallan ahora, teniendo en cuenta que el equipo que lo componen es un grupo de 15 personas entre investigadores, técnicos y alumnos en formación?

R.- La infraestructura del BEA, como Colección, se inició en lo que hoy es el Parque Marino de Taliarte (Telde, Gran Canaria) en el año 2005, aunque ya llevábamos años trabajando en el desarrollo de la biotecnología de algas como sector de desarrollo en Canarias. En la actualidad formamos parte de la Plataforma BIOASIS en la que la ULPGC (a través de EcoAQUA y BEA) aúna esfuerzos con la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (Cabildo de GC) y el Instituto Tecnológico de Canarias (Gobierno de Canarias) para la promoción de actuaciones empresariales en este sector de la economía azul. El BEA sigue trabajando en la obtención y desarrollo de Proyectos que nos permitan seguir avanzando en esta línea de la investigación aplicada.



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