El celo de los ciervos se está demorando este mes debido a la sequía que padece Doñana. La falta de alimentos por la aridez ha retrasado el ciclo biológico de los animales



La sequía que afecta a Andalucía y que incluso ha llegado a secar la laguna más grande de Doñana, la de Santa Olalla, ha hecho que se retrase la berrea de los ciervos, el rito del apareamiento que atrae cada año a miles de turistas al espacio protegido, aunque se espera que se realice con normalidad a partir de la semana próxima.
El responsable de Doñana Nature, Antonio Lancho, una de las empresas que organiza desplazamientos de grupos para ver la berrea en el parque natural, ha explicado a Efe que, debido a la sequía, “los ciervos no están bien alimentados, tienen menos fuerza, y eso ha hecho que el celo se retrase”.
Por eso, “una vez que llegue la lluvia la próxima semana y se alimenten bien, se espera que la berrea llegue como cada año”, ya que “el celo, como el bienestar en general del animal, depende de cómo esté alimentado y está siendo un año malo para eso”.
Lancho ha señalado, no obstante, que ya hay algunas personas que están visitando el parque para tratar de ver el espectáculo natural de la berrea, aunque por ahora se están obteniendo pocos resultados positivos.
La berrea tiene a Doñana como uno de sus máximos exponentes hasta finales de septiembre, pero también se puede ver en la sierra de Cazorla, en Jaén, o en rincones menos conocidos de otras provincias andaluzas.
Sequía en Doñana
El espacio natural de Doñana está pasando por un año especialmente seco y falto de agua. La suma de falta de lluvias y la sobreexplotación de los acuíferos para regadío y uso turístico ha dejado las marismas y lagunas totalmente secas este verano. De hecho La laguna de Santa Olalla, la laguna permanente más grande de Doñana y la última que mantuvo agua en agosto, terminó por secarse la semana pasada, algo que solo ha ocurrido tres veces desde 1970.
«Hace ya años que no llueve de manera normal. Doñana lleva 10 años consecutivos con niveles de precipitación inferiores a la media», afirmaba entonces Eloy Revilla, director de la Estación Biológica de Doñana-CSIC.
«Esta es la tercera vez que la laguna de Santa Olalla se seca completamente desde que tenemos registros. Ocurrió también en 1983 y en 1995, en ambos casos coincidiendo también con períodos de sequía intensa», explica Revilla. «Sabemos, por las veces que ha ocurrido con anterioridad, que no solo es la sequía la causa de que las lagunas permanentes de Doñana hayan desaparecido. La sobreexplotación del acuífero de Doñana es también responsable«, añade el director de la Estación Biológica de Doñana–CSIC, que por ese motivo pide que se aceleren las medidas para eliminar las captaciones de aguas subterráneas.
