El calor en el Ártico pone en peligro el arca de semillas mundial

El calor en el Ártico pone en peligro el arca de semillas mundial

Una ola de calor provoca temperaturas récord en Svalbard (Noruega), hogar del Banco Mundial de Semillas, que alberga casi 900.000 tipos de vegetales para evitar la desaparición total de muchas especies cultivables en caso de que haya una catástrofe planetaria


A priori, no hay un lugar mejor para construir el gran arca de la biodiversidad vegetal. El remoto archipiélago de Svalbard (Noruega), situado a apenas 1.000 kilómetros del Polo Norte, permitía que las instalaciones del Banco Mundial de Semillas estuvieran permanente enterradas en el permafrost, en una especie de congelador natural que protege las preciosas muestras de semillas alojadas allí. Sin embargo, la ola de calor sin precedentes que se está registrando en las regiones árticas más próximas a Siberia está causando que el hielo de la región se derrita, lo que podría poner en peligro un proyecto vital para la supervivencia humana.

Después de varios días de clima cálido casi sin precedentes en julio, las temperaturas de Svalbard alcanzaron la pasado semana un récord de 21,7 grados centígrados, según ha informado el instituto meteorológico de Noruega. Se ha batido la marca histórica que se había establecido hace más de 40 años en 21.3 ℃, pero, sobre todo, se ha superado con creces la que suele ser la temperatura promedio de la región en esta época del año: entre 5 y 7 grados.

El Banco Mundial de Semillas de Svalbard, que es comúnmente conocido en el mundo anglosajón como «la bóveda del Juicio Final» (Doomsday Vault), es un búnker gigantesco, ubicado en lo base de una montaña rodeada de páramos nevados. En total, la instalación almacena cerca de 900.000 muestras de semillas de todo el mundo y su objetivo principal es el de servir de «copia de seguridad» a la agricultura. En el caso de que un desastre natural hiciera que algunas partes del planeta no sean habitables o de que el mundo sufra una catástrofe, como una guerra nuclear o un cambio climático extremo, en este arca se preservaría toda la biodiversidad vegetal del planeta para poder intentar recuperarla.

Para algunos líderes mundiales, como el antiguo secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon es una especie de «póliza de seguros para la seguridad alimentaria». Y es que, en el búnker de Svalbard, las temperaturas se mantienen habitualmente por debajo de los 18 ℃ bajo cero, una temperatura lo suficientemente fría como para mantener seguras las muestras de semillas durante al menos 200 años incluso sin energía eléctrica. El problema es que el cambio climático está causando cada vez más dificultades a este planteamiento.

Un problema cada vez mayor

El primer aviso llegaría en 2016, que fue el año más cálido registrado hasta ahora por la NASA. Entonces, las altas temperaturas causaron que el agua de deshielo rompiera el túnel de entrada de la bóveda. Aunque no se dañaron las semillas, el agua de la inundación dejó una costosa factura de reparación y empañó la reputación de la bóveda como inexpugnable para desastres naturales o provocados por el hombre.

En realidad, el calentamiento en las islas de Svalbard lleva ya un tiempo en marcha. Las últimos datos disponibles muestran que las temperaturas promedio son actualmente entre 3-5 ℃ más cálidas que en 1971, con los mayores aumentos afectando a los fiordos internos. De hecho, los propios científicos del Banco de Semillas han emitido un informe en el que predicen que, de aquí a 2100, las temperaturas promedio en todo el archipiélago aumentarán entre 7 y 10 ℃, acortando la temporada de nieve y causando la pérdida del permafrost superficial.

Por supuesto, lo que está sucediendo en Svalbard es sintomático de cambios más amplios que afectan la extensión del Ártico, que se está calentando dos veces más rápido que el resto del planeta. Por ejemplo, partes del Ártico canadiense se están descongelando 70 años antes de lo previsto, según han descubierto científicos de la Universidad de Alaska Fairbanks. Una señal más de que el cambio climático podría estar ocurriendo más rápido de lo que se pensaba.

Por ahora, los responsables de las instalaciones (codirigidas por el Gobierno de Noruega y la ONG Crop Trust) no han difundido ningún comentario sobre la situación actual, pero las imágenes difundidas en los últimos días por habitantes de la zona muestran estampas muy alejadas del habitual hielo y frío que suele rodear la la planta. Por lo tanto, es natural que haya dudas sobre la estabilidad de este almacén construido para mantener a salvo la riqueza de semillas de nuestro planeta y la seguridad alimentaria de la humanidad.



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