El gran grueso de profesionales que asistieron a las jornadas de cambio climático realizadas en El Tiemblo envió una carta a las Administraciones competentes pidiendo un cambio de gestión para salvar el enclave. Mientras, desde la plataforma local en defensa de El Castañar advierten que, a pesar de todo, se sigue yendo hacia atrás



El municipio abulense de El Tiemblo fue protagonista en la provincia la semana pasada por acoger unas jornadas sobre la emergencia climática y sostenibilidad, en las que se analizaron los problemas, avances y posibles soluciones del reto que supone estos desafíos globales, desde la perspectiva global y local.
Precisamente El Tiemblo, para José Antonio López Sáez, científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), es guardián de un terreno único no solo en el Sistema Central, sino en la propia península por “aunar unos valores singulares y biodiversidad sin parangón”. Y es que, con apenas dos kilómetros cuadrados, allí se encuentra un castañar que ha permanecido prácticamente intacto durante 3.000 años.
Sin embargo, la situación del enclave castellano ha sufrido un giro inesperado al sufrir en apenas medio siglo grandes estragos antropogénicos derivados de la explotación cultural que lo han llevado al límite. Los expertos afirman que, de seguir con este ritmo de destrucción, lo más probable es que El Castañar desaparezca “en los años venideros”.


Esta escalada de abandono y deterioro no ha pasado desapercibida para los profesionales que asistieron a aquellas jornadas, por lo que han dejado constancia de su preocupación en un escrito que han dirigido a las Administraciones competentes. En él exigen que tomen medidas de protección necesarias con la máxima urgencia, algo que pasa inevitablemente por la adopción de un modelo de gestión sostenible “que haga compatible su uso con la ineludible y prioritaria tarea de su conservación”.
Entre los signatarios se encuentran Emilia Crespo del Arco, catedrática de Física de la UNED, Rubén Díaz Sierra, profesor en la facultad de Ciencias de la UNED, o Luis Antonio López Santiago, profesor titular de Fundamentos del análisis económico de la Universidad de Castilla La Mancha.
Por otro lado, la carta fue dirigida, entre otros, a Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones Fernández, consejero de Fomento y Medio Ambiente Junta de Castilla y León, Rosa San Segundo Romo, jefa del Servicio de Medio Ambiente de Ávila, y a Henar González Blasco, alcaldesa de El Tiemblo.
“Para El Tiemblo debe ser un orgullo que durante milenios haya podido pervivir este bosque y un privilegio haber podido interactuar con él de forma sostenible, pero también una enorme responsabilidad, que es la de conservarlo para generaciones futuras, como hicieron las generaciones anteriores”, afirman en la carta los expertos.
Entre tanto, reconocen la rápida degradación que ha sufrido, explicando que el actual modelo de gestión no resulta sostenible, además de no conseguir atender a su conservación como bosque de forma prioritaria. Como conclusión, piden que se lleven a la práctica las propuestas ofrecidas por la plataforma Salvemos el Castañar de El Tiemblo al ser “adecuadas y ajustadas a la realidad de este espacio al que nos sentimos culturalmente obligados a defender”.
“La escala del tiempo biológico y geomorfológico es más dilatada que la de nuestro tiempo vital como personas que habitamos este planeta, pero nuestra inteligencia y nuestro compromiso están preparados para gestionar con fines que van más allá de nuestras vidas e intereses personales, siempre transitorios y pequeños”, comentan en la carta.
“Esperamos así que nuestra petición sea tenida en cuenta por ustedes como gestores con una visión capaz de trascender la inmediatez”, añaden.
Un cambio de gestión
Desde la plataforma Salvemos el Castañar de El Tiemblo valoran muy positivamente la iniciativa de este grupo de docentes, no solo por el apoyo explícito a sus propuestas que esta supone sino, sobre todo, por “enmarcar el cambio de gestión necesario de este espacio natural dentro de lo que debe ser una estrategia global contra el cambio climático”.En concreto, ellos piden un modelo similar al que existe en el Hayedo de Montejo de la Sierra, en Madrid, y en el que se incluyen medidas como visitas con cita previa, recorridos encabezados por profesionales y vigilados, así como la aplicación de programas de educación ambiental y científicos que estudien el lugar.
Por ahora lamentan la inacción por parte de las Administraciones por proteger el enclave, es más, denuncian que se está yendo hacia la dirección contraria. Por ejemplo, para este año se está anunciando en redes sociales la realización de un evento deportivo de orientación dentro del bosque, que en anteriores ediciones contó con 1.400 participantes.
“Parecen olvidar que estamos hablando de un espacio único, dentro de una Reserva Natural y perteneciente a la Red Natura 2000, y que no puede ser tratado como un lugar cualquiera”, afirman desde la plataforma.
“Nadie quiere que El Castañar se cierre, ni mucho menos. Pero considerar este enclave como un mero recurso turístico y orientar a y por ese fin su cuidado responde a una idea de desarrollo no acorde con los tiempos actuales y que pone en peligro su supervivencia como bosque. Además, estaríamos perdiendo la oportunidad de implantar un modelo de conservación y desarrollo sostenible económico y humano, generador de oportunidades”, concluyen desde la plataforma.
