Europa celebra este viernes el nacimiento de la Red Natura 2000. Un proyecto que engloba diversas áreas protegidas con el objetivo de mantener la fauna y flora que las habitan y que en España abarca un 30% de sus superficie, siendo el país con mayor cantidad de áreas protegidas de la red



“Con el objetivo de garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres en el territorio europeo, se crea una red ecológica europea coherente de zonas especiales de conservación, denominada como Red Natura 2000”.
Con estas palabras la Directiva 92/43/CE (Directiva de hábitats) describe el nacimiento de la Red Natura 2000, un proyecto internacional que pretendió alcanzar los objetivos sobre conservación de biodiversidad de la época, que un mes más tarde quedaron reflejados en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro. Actualmente constituye la red de espacios protegidos más grande del mundo.
Hoy se cumplen 29 años de aquel suceso y pero cuatro desde que la Comisión Europea oficializó este día dentro de su calendario con el nombre de Dia Europeo de la Red Natura 2000.
Se trata de un proyecto internacional que garantiza los hábitats naturales de las diferentes especies para conservar la biodiversidad endémica. Y España, gracias a su gran biodiversidad y riqueza ecosistémica, es el país de la UE que más superficie perteneciente a este programa, concretamente el 30% de su territorio. Nuestro país cuenta con más de 1.800 espacios terrestres protegidos y más de 7 millones de hectáreas de superficie marina.
La acción conjunta de protección, preservación y de mantenimiento sostenible de estas áreas se basa en una serie de regulaciones legales, que son comunes a todos los Estados miembros de la Unión Europea. De esta forma se intentan reducir los daños a los que estaban expuestas, aumentando significativamente la protección de los espacios naturales locales, así como la fauna y la flora que los habitan.
Protección insuficiente
A pesar de su continua expansión, la red Natura 2000 sigue enfrentándose al gran reto de la mejora de su gestión. Los Estados miembro tan solo han realizado las evaluaciones completas de menos del 8% de los espacios, un dato que refleja la necesidad de una estrategia más ambiciosa y realista que cumpla el compromiso que se fijó en 2015 donde los diferentes países se comprometían a evaluar la gestión del 60% de las áreas protegidas.
En el caso concreto de España, la Comisión Europea ha abierto varios expedientes sancionadores que señalan la falta de medidas concretas y de evaluación, las numerosas carencias en la gestión y la protección de estas zonas por parte de nuestro país. Y la principal amenaza de estas zonas es la urbanización.
El último estudio que ha confirmado este asedio a las zonas protegidas es el desarrollado por Elena D. Concepción, investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), publicado en la revista Conservation Biology. La investigadora analiza los datos sobre el porcentaje de superficie urbana y su tasa de crecimiento dentro y fuera de la Red Natura 2000. “Los resultados muestran que, aunque la superficie urbana es menor dentro que fuera de la Red Natura 200, la tasa de crecimiento es superior dentro de los espacios Red Natura 2000, lo que indica una incipiente expansión urbana hacia estas zonas”, señala Concepción.
El estudio muestra que, en general, las áreas que más sufren son las más próximas a núcleos con mayor tasa de población y las que tienen un menor número de especies y hábitats de interés para la conservación, pero en algunas zonas de alto valor ecológico existe también un alto porcentaje de cubierta urbana o la expansión de la misma es alta.
Y todo ello con una sentencia de principios de este año del Tribunal Supremo que sentó jurisprudencia y dictaminó que los terrenos incluidos en la Red Natura 2000 deben protegerse como suelos no urbanizables de especial protección.
España y Europa tiene una asignatura pendiente para proteger esta red de espacios naturales y ya es hora de que se pongan manos a la obra.
