Este sábado 21 de marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques. Gestionar correctamente la masa forestal es esencial para cuidar estos ecosistemas que albergan más del 80% de la biodiversidad terrestre y son vitales en el ciclo del agua



Cuando bebemos un vaso de agua, escribimos en un cuaderno, tomamos medicamentos para la fiebre o construimos una casa, no siempre relacionamos estas acciones con los bosques. Sin embargo, estos y muchos otros aspectos de nuestras vidas cotidianas están vinculados de una manera u otra con estos ecosistemas, básicos para la supervivencia humana. Este sábado 21 de marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques, una fecha con la que la ONU quiere concienciar a la población de la importancia de frenar la deforestación y la pérdida de bosques.
La mejor manera para evitar la destrucción de los bosques es, sin duda, a través de una correcta gestión forestal. En los últimos años, como consecuencia del cambio climático y el abandono de una masa forestal en muchos países, se han multiplicado los incendios en muchos lugares. Desde Australia a California pasando por nuestra península ibérica, el poder destructor del fuego ha arrasado miles de héctareas, desplazando población y generando una importante pérdida de biodiversidad.
Y es que, desde un punto de vista biológico, los bosques son los ecosistemas terrestres más diversos, donde habitan más del 80% de las especies animales y vegetales. También juegan un enorme papel contra el cambio climático, ya que funcionan como sumideros de carbono, y son muy relevantes en el ciclo hidrológico natural.
De esta manera, una gestión forestal adecuada no solo permite prevenir incendios, sino que aumenta la capacidad de fijación de los bosques y su adaptación a los efectos del cambio climático. Los bosques son parte de la solución pero son también los ecosistemas terrestres que más van a sufrir los efectos del calentamiento si no se incorpora a su gestión diaria el objetivo de adaptarlos a una mayor concentración de CO2 en la atmósfera.
Si no se cuidan, los bosques pueden ser también fuente de emisiones de CO2 cuando se produce deforestación, incendios, plagas y enfermedades que provocan la muerte del árbol. Estos problemas son fruto, en un altísimo porcentaje, de falta de gestión. En el país vecino, Portugal, se ha puesto en marcha un ambicioso plan de gestión forestal de 168 millones de euros precisamente para evitar estos riesgos.
Un ecosistema vital
Los bosques no solo son esenciales para combatir el cambio climático, sino que también ejercen un papel fundamental en la erradicación de la pobreza y el logro de las metas incluidas los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Cubren un tercio de la superficie terrestre y juegan un papel fundamental en la vida del planeta: más de 1 000 millones de personas —incluidas más de dos mil pueblos indígenas— dependen de los bosques para sobrevivir: les proporciona alimentos, medicinas, combustible y abrigo.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible reconoce el papel vital de los bosques para nuestro futuro. En 2017, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el primer Plan Estratégico de las Naciones Unidas para los Bosques 2030. En el Plan se plantean 6 objetivos forestales mundiales y 26 metas conexas que han de alcanzarse para 2030. Estos objetivos son loables, pero no estamos bien encaminados para alcanzarlos.
Los incendios juegan un importante papel en la deforestación, pero en los países en vías de desarrollo ésta se debe principalmente a la conversión de los hábitats para la agricultura a gran escala. Incrementar la producción agrícola sin sustituir a los bosques naturales es un desafío clave. En los últimos 25 años, la tasa anual de deforestación mundial neta se ha reducido en más del 50%, lo que constituye un crédito a los esfuerzos de los gobiernos y otros interesados que trabajan en la ordenación sostenible de los bosques. Sin embargo, vastas áreas de bosque siguen perdiéndose.
«El año 2020 ha sido denominado Súper Año de la Naturaleza y debe ser el año en el que invertimos la tendencia de la deforestación y la pérdida de bosques», ha asegurado el secretario general de la ONU, António Guterres. Para lograrlo, campañas de concienciación como la de este Día Internacional de los Bosques pueden ser muy útiles.
