Drones sembradores para reforestar la Australia calcinada

Drones sembradores para reforestar la Australia calcinada

WWF-Australia ha iniciado un proyecto piloto con AirSeed Technologies para utilizar los drones de la empresa máquinas sembradoras. Cada aparato puede plantar hasta 40.000 en un turno de ocho horas, lo que ayudaría en gran medida al objetivo de plantar 2.000 millones de árboles para el 2030


Para Australia, la crisis del coronavirus fue tan solo la gota que colmó su particular vaso nutrido con la presencia de los más de 15.000 incendios que azotaron el país durante la temporada del 2019-2020.

Según el balance del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), las llamas calcinaron hasta 19 millones de hectáreas de terreno arbolado principalmente compuesto por bosques y matorrales, aunque estudios independientes sostienen que pudieron llegar a arder hasta el 20% de la superficie forestal de Australia.

“Mientras que en el mundo ardió una media del 4% o del 5%, en Australia la cifra llegó al 20%”, señalan los autores de uno de esos estudios publicado en la revista Nature. Si extrapolamos esa cifra nuestro país, obtendríamos que la mitad de nuestro territorio hubiese sucumbido ante las llamas.

Lejos de acabar ahí, esta tragedia también afectó a la vida tres mil millones de mamíferos, aves, ranas y reptiles, según un informe de WWF, el triple de las primeras estimaciones realizadas en enero del 2020 que apuntaron a un total de 1.250 millones de animales. Entre estos animales se encontraron los Koalas, que antes de la llegada de los incendios ya veían en horizonte su posible desaparición en el este del país para mitad de siglo.

Uno de los pocos koalas supervivientes se aferra a un árbol quemado tras un incendio en el sur de Australia el pasado 20 de enero del 2020 | Foto: Brad Fleet

“Es difícil pensar en otro evento en cualquier parte del mundo que haya matado o desplazado a tantos animales. Es por esto por lo que muchos denominan a esta temporada como la peor que haya vivido Australia y como unos de los mayores desastres de la historia moderna”, enfatizó la ONG en un comunicado.

Debido a la magnitud del evento, conocido como el “verano negro” de Australia, WWF puso en marcha una iniciativa valorada en 300 millones de dólares para “ayudar a restaurar la vida silvestre y los hábitats, rejuvenecer las comunidades afectadas por los incendios forestales, impulsar la agricultura sostenible y preparar Australia para el futuro”, de acuerdo con la división australiana de WWF.

Una de las líneas de acción más llamativas dentro del proyecto consiste en la plantación y protección de casi dos mil millones y medio de árboles para finales de esta década, una labor faraónica que pretenden alcanzar con la ayuda de la empresa AirSeed Technologies y su particular herramienta: drones cargados con cientos de semillas.

Tecnología y ambiente, unidos

Según las estimaciones de WWF, los bosques de Australia retroceden a un ritmo de 500.000 hectáreas por año, dejando entre la espada y la pared a los más de 750 millones de animales que dependen de ellos y que pueden desaparecer para para 2030 si no se ponen las cartas sobre la mesa.

En este contexto, AirSeed Technologies quiso poner su semilla hacia el cambio anunciando su objetivo de plantar 100.000.000 árboles para el 2024 con ayuda de sus drones que ahora también ofrecerán su apoyo a esa misión mayor de WWF.

WWF pretende plantar y proteger hasta dos mil millones y medio de árboles en un periodo de 10 años | Foto: WWF – Australia

“Tenemos la meta de plantar 100 millones de árboles para el 2024. Pero no solo estamos plantando monocultivos: estamos plantando diversas especies endémicas que pueden ayudar a restaurar el hábitat primario”, señaló Andrew Walker, el fundador y director ejecutivo de la compañía, en una entrevista para WWF.

En cualquier caso, el suyo es un proceso de cuatro etapas que comienza con el modelado de los ecosistemas para comprender el terreno al que se enfrentan: “No se trata solo se trata de usar drones, sino de combinar su poder con la ciencia, porque lanzar grandes cantidades de semillas es una cosa y hacer que crezcan, otra”, explicó Andrew Walker.

Después fabrican las vainas específicas para cada terreno, que normalmente están diseñadas para proteger las semillas de animales invasores como roedores, pero también pájaros e insectos. Dentro de ellas se encuentran los nutrientes necesarios para que germine la semilla y, además puede funcionar como un pequeño almacén de agua en el caso de que haya disponibilidad de este recurso.

“En este momento estamos produciendo alrededor de 70.000 al día con el objetivo de superar los 100.000 a principios del próximo año”, indicó el director.

Australia
WWF-Australia y AirSeed Technologies ensayan la siembra con drones | Foto: WWF-Australia / Paul Fahy

Una vez acabada la ciencia, entran en acción los drones. En este caso, cada dron puede transportar hasta 25 kilos de semillas, cantidad que les permite plantar en un solo día unas 40.000 semillas. Haciendo cálculos, un solo dron puede plantar en un minuto hasta 1.000 vainas.

“El dron que hemos estado utilizando puede plantar hasta 40.000 en un turno de ocho horas. Un piloto puede volar enjambres de hasta cinco drones. Nuestras técnicas permiten restaurar las tierras 25 veces más rápido y un 80% más barato que la siembra tradicional. Depende de la especie y del lugar donde esté plantando, pero en los trópicos podemos plantar prácticamente todo el año.”, aclaró el director de la empresa.

Para WWF, esta técnica no reemplazará la plantación manual, pero ofrecerá oportunidades para llevar a cabo proyectos de restauración más grandes como los que tienen entre manos:

“Necesitamos tecnologías que puedan impulsar nuestro objetivo de lograr plantar dos mil millones de árboles mínimo para el 2050, vitales para mitigar el cambio climático y combatir la pérdida de biodiversidad. Tanto sectores públicos como privados pueden aportar su granito de arena en esta lucha”, concluye la ONG.



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