Un artículo recién publicado en la revista Nature Climate Change demuestra que, en base a los modelos climáticos más avanzados, los efectos del calentamiento provocado por el cambio climático sobre los ecosistemas marinos serán mucho más intensos de lo que se pensaba



El cambio climático antropogénico es una amenaza creciente para los océanos y sus ecosistemas marinos. Así lo demuestra ahora un nuevo estudio publicado en la revista Nature Climate Change, que no hace sino demostrar una vez la enorme fragilidad a la están sometidos estas enormes masas de agua y los ecosistemas que acogen.
En concreto, en escenarios de altas emisiones, los autores advierten de una pérdida generalizada de biomasa, sobre todo del plancton que constituye la base de la pirámide trófica en el océano. También informan de una reducción de la calcificación y la interacción entre especies, así como cambios en la distribución de especies en los océanos. En este sentido, hablan de los océanos austral y antártico como refugios.
“Las nuevas simulaciones, mucho más avanzadas y precisas que las anteriores, muestran que el elevado calentamiento y los cambios en la disponibilidad de nutrientes y alimentos crearán una disminución más marcada de la biomasa animal en los océanos del mundo que la proyectada anteriormente”, precisan.Asimismo, ponen de relieve que el cambio climático puede interactuar con otros factores de estrés como la sobrepesca, que puede amenazar los objetivos de conservación marina y los beneficios sociales derivados del océano.
Ante esto, subrayan que “es necesario comprender los riesgos del cambio climático para los ecosistemas marinos y los beneficios de la mitigación”. “Reducir la incertidumbre sobre cómo responderán los ecosistemas marinos a la crisis climática contribuirá a una planificación de la adaptación y mitigación más eficaz, indica el equipo científico”, añaden.
Los resultados son parte del Proyecto de Intercomparación de Modelos de Pesca y Ecosistemas Marinos (Fish-MIP), una iniciativa que pretende responder a preguntas sobre el futuro de la pesca, el suministro de productos del mar, la biodiversidad marina y el funcionamiento de los ecosistemas marinos.
“El proyecto reúne modelos dispares de ecosistemas marinos para que podamos comprender y predecir mejor las repercusiones a largo plazo de la crisis climática en las pesquerías y los ecosistemas marinos, y proporcionar una base de datos que ayude a fundamentar las políticas de pesca, cambio climático y biodiversidad”, recalcan los investigadores.
Jose A. Fernandes, autor español experto en big data y modelización ecosistémica de AZTI, un centro especializado en el medio marino y la alimentación subraya que que es un “momento crítico para mitigar y adaptarnos al cambio climático”. “Tenemos que apostar por la digitalización y nuevas formas de trabajo que nos permitan ser más eficientes y causar menos impactos”, comenta.
Esta investigación representa un paso adelante en la planificación de futuras vías hacia la sostenibilidad y una importante contribución al sexto informe de evaluación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC AR6), cuya publicación está prevista para el próximo año.
Además, es de especial relevancia para la Cumbre del Clima de Glasgow (COP26) que se celebra en noviembre y en la que los líderes mundiales debatirán sus compromisos para combatir la crisis climática.
