El alga asiática Rugulopteryx okamura que coloniza y asfixia el litoral andaluz desde hace cuatro años ha sido incluida por fin en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. Los agentes políticos y económicos de la zona piden medidas urgentes y contundentes ante esta alga que ya ha colonizado el 80% de los fondos rocosos del Estrecho



Tras cuatro años de peticiones e intensas gestiones, por fin el alga asiática Rugulopteryx okamura que coloniza y asfixia el litoral andaluz y de la ciudad autónoma de Ceuta ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras del Ministerio de Transición Ecológica, que recoge «aquellas que constituyan una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, la agronomía o para los recursos económicos asociados al uso del patrimonio natural».
Esta alga parda fue descrita por primera vez en el Estrecho hace cuatro años a pesar de que su presencia en principio era similar al de algunas especies locales. Pero su rápida reproducción hizo saltar todas las alarmas al colonizar los fondos costeros y minar las playas. El alga crea un espeso tapiz que llega a cotas de 30 metros de profundidad en varias hectáreas de superficie. Las arribazones a las playas son especialmente preocupantes en Tarifa y Algeciras, constituyendo una densa alfombra de varios metros en la orilla y una «sopa de algas» en las aguas de baño. La población, el turismo y la pesca se están viendo gravemente afectados.
Según un estudio desarrollado por la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla (US) el alga ya ha colonizado el 80% de las superficies horizontales de fondos rocosos del entorno del Estrecho de Gibraltar y está acorralando a otras especies y causando enormes perjuicios económicos en la zona.


Los agentes políticos y sociales del Campo de Gibraltar y de Ceuta aplauden la inclusión del alga en el catálogo de especies invasoras pero lamentan la tardanza en los trámites y piden que se aceleren las acciones ya iniciadas para que también se incluya en el catálogo europeo. También exigen medidas urgentes para atajar la situación así como compensaciones económicas, especialmente para el sector pesquero, el más perjudicado por la colonización masiva del alga, sin contar con el coste de limpieza de playas que deben soportar los ayuntamientos afectados.
Además proponen que se promueva la implicación del sector científico en la búsqueda de soluciones para paliar la invasión, tanto a corto como a medio y largo plazo. Advierten que la situación es «tan solo el principio» y es de prever que la plaga continúe afianzándose y extendiéndose tanto de forma natural, por el régimen de corrientes en el Estrecho y la enorme capacidad reproductiva del alga, así como a través del tráfico marítimo tan intenso existente en la zona. El alga ya se ha expandido hasta más allá de Almería y está amenazando la biodiversidad marina. Por ello piden acciones decididas para que la Rugulopteryx okamura no colonice todo el Mediterráneo.
