Un estudio realizado por el CSIC ha descubierto que el cangrejo rojo americano, Procambarus clarkii, contiene un hongo quítrido que es mortal en los anfibios. Según diversas investigaciones, este hongo ha producido más de 90 extinciones en anfibios



Los anfibios se encuentran en una situación muy delicada. Durante el último medio siglo, estos seres se han visto afectados por transformaciones en su hábitat debido al cambio climático y a la mano del ser humano. Sin embargo, estos son un mal menor en comparación con los estragos causados por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis.
De acuerdo con diversos estudios, este hongo quítrido de origen asiático es el responsable de la disminución de población en al menos 501 especies de anfibios, así como “más de 90 supuestas extinciones”.
En España, este hongo casi llevó a la desaparición al sapo partero (Alytes obstetricans), según un artículo de Frontiers in Zoology. En una de las pocas poblaciones que no llegó a extinguirse, por ejemplo, los renacuajos de este tipo de anfibio disminuyeron de 5.000 a 20 ejemplares.
Los síntomas suelen ser parecidos en todos los casos: el hongo invade el cuerpo de los anfibios para después comenzar a destruir su piel a través de alteraciones en sus electrólitos. El resultado de esos cambios se traduce en un paro cardíaco.
Por ello, identificar los potenciales reservorios biológicos del hongo quítridio es esencial para establecer estrategias de control de la enfermedad que produce, conocida como quitridiomicosis.
El cangrejo rojo americano, portador del hongo asesino de anfibios
Un estudio liderado por investigadores de la Estación Biológica de Doñana, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha encontrado indicios de que el Procambarus clarkii, comúnmente conocido como cangrejo rojo americano, es un potencial reservorio del hongo quítridio.
De acuerdo con la investigación, publicada en la revista Biological Invasions, los expertos han detectado la presencia del hongo en el tracto digestivo en un 20% de las muestras recogidas en un arroyo del oeste de Andalucía y hasta en un 26% en charcas del Parque Nacional de Doñana.


“La presencia del hongo en el cangrejo rojo americano, así como su capacidad de dispersión por tierra, podría representar un serio problema para la conservación de los anfibios en un sistema que comprende más de 3.000 lagunas temporales, como es el Parque Nacional de Doñana» señala Francisco J. Oficialdegui, investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana.
Por otro lado, los expertos han resaltado que la presencia de esta especie invasora en las masas de agua con anfibios incrementa la probabilidad de que se infecten con el hongo patógeno. «La presencia del hongo quítridio en organismos no anfibios, como el cangrejo rojo americano, representa una complicación añadida al gravísimo problema de la quitridiomicosis de los anfibios”, ha resaltado Francisco J. Oficialdegui.
Aunque las condiciones del Parque Nacional de Doñana previenen las mortalidades masivas que provoca el hongo, el científico ha subrayado que “la presencia conjunta de ambas especies invasoras podría resultar nefasta para las poblaciones de anfibios de otras zonas”.
El CSIC ha expresado en un comunicado que con este trabajo esperan poner de manifiesto la necesidad de establecer un seguimiento de la incidencia de la enfermedad a lo largo del año. en el que se incluyan estudios de variables ambientales que podrían modular la dinámica de la enfermedad, así como futuras investigaciones experimentales sobre la importancia de la transmisión del hongo quítridio a través del cangrejo rojo americano.
