Un estudio ha monitorizado el viaje de 4.415 kilómetros que realizó una hembra de zorro ártico entre el archipiélago de Svalbard, en Noruega, y la isla de Ellesmere, en Canadá, para evidenciar la diversidad genética dentro de esa especie



El explorador Fridtjof Nansen, en una misión científica realizada en 1885 en los mares helados del polo norte, quedó anonadado ante un suceso que, en principio, no debería darse en aquel lugar. El noruego apuntó en su diario que avistó lo que parecían ser unas huellas de zorro ártico (Vulpes lagopus) , aún frescas, en un entorno extremo y sin aparente alimento para este animal. Pero ¿qué hacía este espécimen allí?
La respuesta reside en la propia naturaleza de estos animales, ya que son un tipo de especie con una alta resistencia, capaces de soportar temperaturas por debajo de los 50 grados centígrados y detectar carroña, uno de sus alimentos habituales, a unos 40 kilómetros de distancia.


Esta enorme capacidad de supervivencia en entornos extremos permitió a uno de estos zorros árticos caminar 4.415 kilómetros de distancia en cuatro meses, entre marzo y julio de 2018. Algo inusual, debido a que nunca se había registrado una marca similar en tan poco tiempo, aunque común en este tipo de especies ya que, ya sea por encontrar nuevos lugares de cría o alimento, los zorros árticos están acostumbrados a caminar largas distancias, sobre todo aquellos que viven en el archipiélago de Svalbard debido a la escasez de comida.
De acuerdo con el estudio lanzado por el Instituto Polar Noruego, este zorro ártico viajó desde Noruega hasta Canadá en 76 días y tras 3507 kilómetros recorridos. Una vez en el país americano, siguió sumando metros a su marca personas hasta el 1 de julio, fecha en la que terminó el estudio. Actualmente la hembra protagonista de esta gesta se encuentra en paradero desconocido ya que en febrero de este año el dispositivo de seguimiento quedó inutilizado.
“En principio, no creíamos que este viaje fuera cierto«, dijo la investigadora Eva Fuglei, quien se encargó de monitorizar el recorrido de la zorra ártica. Según la experta, el viaje fue tan largo, que creyeron que el collar pudo haber sido depositado dentro del alguna embarcación por alguien que hubiese visto al zorro ártico. Sin embargo, descartaron esta idea cuando analizaron la zona por la que se movió el animal y observaron que la cantidad de hielo hubiese imposibilitado el viaje a cualquier navío.
Cabe destacar que, gracias a un estudio llevado a cabo en el 2010 donde un equipo de científicos monitorizó un viaje similar de 4.599 km en cinco meses y medio, los llevó a pensar que sí que era posible tal hazaña.
En esta ocasión, según los datos del estudio, la hembra, de apenas dos kilos, recorrió una distancia media de 46,3 kilómetros al día, con un pico de 155 kilómetros en una de las jornadas. «En nuestra opinión, esta es la tasa de movimiento más rápida jamás registrada para esta especie», dijo Fuglei en el documento.
Por otro lado, los datos recopilados por el collar del animal, principal fuente de información del estudio, apuntaron a que la hembra se encontró en dos ocasiones con barreras en su trayecto o comida abundante que bajó su media a menos de 10 kilómetros diarios durante 48 horas.
Fjellreven vandret via havisen fra #Svalbard i Europa til #Canada i Nord-Amerika i et tempo ingen forskere tidligere har dokumentert. Foto: Elise Stømseng Les mer: https://t.co/Gk3xirq3YE pic.twitter.com/adzOVNFfyx
— Norsk Polarinstitutt (@NorskPolar) June 26, 2019
Con los datos obtenidos, los expertos pudieron evidenciar el flujo de genes de estas especies en regiones árticas dispersas y, lo más importante, como esta puede desaparecer debido a los efectos del cambio climático.
“Este es otro ejemplo de la importancia del hielo marino para la vida silvestre en el Ártico», dijo el ministro de clima y medio ambiente de Noruega, Ola Elvestuen, al Instituto Polar. “El calentamiento en el norte es terriblemente rápido. Debemos reducir las emisiones rápidamente para evitar que el hielo marino desaparezca todo el verano «, añadió.
En las aguas alrededor de Svalbard ya se ha informado que la disminución general de la extensión del hielo marino está afectando la ecología espacial de varias especies de mamíferos marinos. Según el estudio, si el hielo alrededor del archipiélago desaparece, una población de zorros árticos quedará aislada y destinado a un futuro con escasez de alimentos y escasa diversidad genética, como consecuencia, y podría provocar la extinción de los zorros en esa zona del planeta.
