Un estudio ha revelado que una de las cuencas más productivas de fitoplancton ha reducido su productividad por culpa del aumento de temperatura desde la era industrial



Una de las cuencas marinas de fitoplancton más productivas del mundo, la del Atlántico Norte, ha reducido su productividad en un 10% desde el inicio de la era industrial. Así lo han expuesto varias instituciones, como la Institución Oceanográfica Woods Hole (WHOI) o investigadores del MIT, en un artículo publicado en Nature.
«Es un descenso lo suficientemente importante como para que nos preocupemos«, ha expresado Matthew Osman, autor principal del artículo y estudiante graduado en el Departamento de Ciencias de la Tierra, la Atmósfera y Planetaria del MIT.
«La cantidad de productividad en los océanos varía con la cantidad de fitoplancton que tiene. Por lo tanto, esto se traduce en un 10% de la base de alimentos marinos en esta región que se ha perdido durante la era industrial. Si tenemos una población en crecimiento pero una base de alimentos en disminución, en algún momento es probable que sintamos los efectos de esa disminución«, ha subrayado.
Una situación a la que se puede llegar fácilmente, según Osman, si las temperaturas siguen aumentando como consecuencia del cambio climático inducido por el hombre.
Análisis de los núcleos de hielo de Groenlandia
Para llegar a esta conclusión, Matthew Osman y sus compañeros han buscado tendencias en la productividad del fitoplancton con ayuda de un compuesto molecular ácido metanosulfónico o MSA que se encuentra en los suelos marinos y terrestres. Un compuesto que, según el estudiante graduado del MIT, tiene como única fuente al fitoplancton.
Una vez identificado el MSA, los investigadores pasaron a medir la MSA en los núcleos de hielo de Groenlandia. Para esta ocasión utilizaron columnas de nieve y hielo de 100 a 200 metros de largo que representan capas de eventos de nevadas pasadas que se conservaron durante cientos de años. «Son básicamente capas de hielo sedimentarias que se han acumulado unas sobre otras durante siglos», ha dicho Osman.
El equipo ha analizado 12 núcleos de hielo en total, cada uno recolectado desde una ubicación diferente en la capa de hielo de Groenlandia por varios grupos desde los años 80 hasta el presente.
A través de la fotosíntesis, estos microbios descomponen el dióxido de carbono en oxígeno, algunos de los cuales finalmente se liberan de nuevo a la atmósfera, y el carbono orgánico, que almacenan hasta que se consumen ellos mismos.
Este carbono derivado del plancton alimenta el resto de la red alimenticia marina, desde los camarones más pequeños hasta las tortugas marinas gigantes y las ballenas jorobadas.
