El Instituto Australiano de Ciencias Marinas informa de que la Gran Barrera de Coral ha vivido un año de recuperación y alcanza un nivel de cobertura como no se había visto en 40 años. No obstante, persisten los dos grandes peligros a los que se enfrenta: el aumento de temperatura del agua y el aumento de acidez por el CO2



La Gran Barrera de Arrecifes, situada en el noreste australiano y considerada el mayor sistema coralino del mundo, registra una cantidad de corales sin precedentes desde hace 36 años, pero sigue siendo vulnerable a los blanqueos masivos por la crisis climática, según un estudio anual publicado esta semana.
«En 2022, la recuperación generalizada ha dado lugar a la mayor cobertura de coral registrado por el LTPM (siglas en inglés del Programa de Monitoreo a Largo Plazo) en el norte y el centro de la Gran Barrera», según el informe anual sobre la condición de la Gran Barrera del Instituto Australiano de Ciencias Marinas, (AIMS, siglas en inglés).
El estudio del LTPM, que arrancó hace 36 años, señala que 38 de los 87 arrecifes representativos analizados entre agosto de 2021 y mayo de 2022 mostraron niveles de cobertura del 10% al 30%.
Otros 28 arrecifes muestran una cobertura de entre el 30% y 50%, mucho mayor a la registrada en el estudio del año pasado en la Gran Barrera de Arrecifes.
Esto se debe al aumento de los corales Acropora (cuernos de alce) de rápido crecimiento, «que son el grupo dominante de corales en la Gran Barrera y han sido en gran medida responsables de los cambios anteriores en la cobertura de coral duro«, señaló el informe del Instituto Australiano de Ciencias Marinas
Pero la AIMS apuntó que esta especie es más propensa a ser dañada por las olas, provocadas por fuertes vientos y ciclones tropicales, así como a la decoloración por el calentamiento de las aguas. También son la presa preferida de la plaga de corona de espinas o acantáster púrpura (Acanthaster planci) es una especie de estrella de mar, que depreda los corales.


«La Gran Barrera se deteriora por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el aumento de su acidez por la mayor presencia de CO2 en la atmósfera»
«Esto significa que los grandes aumentos de la cobertura de coral duro pueden ser rápidamente anulados por las perturbaciones en los arrecifes donde predominan los corales Acropora», afirma Mike Emslie, experto de AIMS, en un comunicado del ente gubernamental.
En ese sentido, la AIMS alertó que la zona sur de la Gran Barrera reportó una caída en el crecimiento de 38% en 2021 a 34% por ciento este año por la proliferación de la plaga de coronas de espinas, apuntó este estudio.
«Esto muestra cuan vulnerable es la Gran Barrera a las perturbaciones agudas y severas que están ocurriendo con más frecuencia y tienen una mayor duración«, remarcó el director ejecutivo de AIMS, Paul Hardisty.
´La Gran Barrera -que corre el riesgo de ser incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad en peligro, sufrió importantes blanqueos en 1998, 2002, 2016, 2017 y 2020, así como en 2022, a pesar de que ese año estuvo dominado por el fenómeno de La Niña que causa una bajada de temperaturas en Australia.
Hogar de 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000 variedades de moluscos, la Gran Barrera comenzó a deteriorarse en la década de 1990 por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el aumento de su acidez por la mayor presencia de CO2 en la atmósfera.
