Los satélites de observación de la Tierra de la Agencia Espacial Europea y de la NASA ofrecen imágenes extraordinariamente nítidas del incendio forestal que está arrasando el norte de la isla de Gran Canaria y el Parque Natural de Tamadaba



El incendio que ha arrasado más de 10.000 hectáreas en el noroeste de la isla de Gran Canaria ha alcanzado tal dimensión que su impacto puede observarse desde el espacio. Distintas agencias están ofreciendo estos días imágenes de satélite que permiten apreciar la extensión del área quemada.
En la imagen nocturna que se muestra bajo estas líneas, proporcionada por el Earth Observatory de la NASA, se contempla la evolución de las llamas entre los días 14 y 19 de agosto. La herramienta utilizada es el Visible Infrared Imaging Radiometer Suite (VIIRS) instalado en el satélite Suomi NPP.


El VIIRS es una herramienta de observación capaz de registrar 22 tipos distintos de radiación electromagnética. Tiene una gran sensibilidad para captar luces de baja intensidad, de forma que es capaz de de ver la luz emitida por el fuego en mitad de la noche. Como se observa en las imágenes de la NASA, el incendio ha ido creciendo en intensidad en la parte superior izquierda de la foto, llegando a superar en luminosidad a la propia capital de la isla (arriba a la derecha) y las numerosas urbanizaciones turísticas que ocupan la costa este y sur de Gran Canaria.
El fuego se inició en la parte central y norte de la isla, cerca de la localidad de Tejeda, y luego se expandió hacia el noroeste en dirección al Parque Natural de Tamadaba. Lo hizo en un día especialmente cálido, seco y ventoso.
El mapa reproducido más abajo indica las condiciones que se daban el 15 de agosto, cuando las temperaturas de la superficie del suelo llegaban a los 49º centígrados en buena parte del archipiélago canario, incluido el foco inicial del incendio. La imagen está basada en los datos ofrecidos por el Moderate Resolution Imaging Spectroradiometer (MODIS) un sistema de observación de la NASA instalado a bordo del satélite Aqua.


Cabe señalar que la temperatura superficial no coincide necesariamente con la temperatura del aire. Este puede ser más fresco o cálido que el suelo. Lo que indica la imagen del MODIS es que, en el momento del incendio, si alguien hubiera tocado el terreno con la mano este tendría una temperatura de 49 grados.
El mismo aparato de observación, el MODIS, ha sido empleado por NASA para crear la siguiente imagen, correspondiente al 19 de agosto. Está compuesta por una combinación de luz visible y de luz infrarroja que permite distinguir la vegetación quemada (en negro) de la que no ha sido tocada por las llamas (en verde). Las áreas de tierra con poca cobertura vegetal aparecen representadas en marrón.
La imagen también permite ver al norte de la isla el mar cubierto de nubes empujadas por los vientos alisios, los mismos que avivan las llamas al pasar sobre la isla.


La red Copérnico de satélites europeos
Otra excelente herramienta de observación de la Tierra es el sistema europeo de satélites Copérnico, una iniciativa liderada por la Comisión Europea en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA). Precisamente, la pasada semana, la Comisión Europea activó esta herramienta a petición de las autoridades españolas para que sus datos ayudaran en los trabajos de extinción.
Lo mismo ha hecho en estas fechas el Gobierno de Dinamarca, interesado en usar los satélites del Programa Copérnico para monitorizar los fuegos que, inusualmente, está sufriendo Groenlandia.


Para hacerse una idea del alcance del incendio que está padeciendo Gran Canaria puede valer la imagen que se muestra sobre estas líneas, ofrecida por los satélites Sentinel de la ESA. Estos portan herramientas que captan distintas longitudes de onda, desde el infrarrojo hasta el ultravioleta. La imagen superior muestra la isla un año antes del siniestro, en agosto de 2018, y la inferior señala la situación un año después, este lunes 19 de agosto.
La altísima definición permite apreciar el frente del incendio avanzando desde las áreas quemadas en negro hacia las áreas verdes, todavía libres de llamas. La imagen está confeccionada con distintas exposiciones que incluyen la banda de luz visible (VIS), el infrarrojo próximo (NIR) y el infrarrojo medio (SWIR).
La siguiente imagen, también tomada el 19 de agosto, une la banda visible y el infrarrojo para ofrecer una vista increíblemente nítida del avance del fuego por el centro de la isla.


Todas las imágenes han sido tratadas por Pierre Markuse, del programa Sentinel de la ESA. La última de ellas permite apreciar el detalle del área quemada y el avance de las llamas, uniendo el espectro de luz visible y distintas tomas de infrarrojos.


