530.000 hectáreas calcinadas, 20 focos, 200.000 personas evacuadas y seis fallecidos son las cifras del gigantesco incendio que está arrasando el norte de California. Las altas temperaturas, los rayos, la sequía y el viento son los causantes de la tragedia



El incendio que afecta al norte de California es ya el segundo más grande jamás registrado en el estado, tras devastar 530.000 hectáreas. Ya hay que lamentar la pérdida de seis vidas y casi 200.000 personas han sido evacuadas.
El fuego, repartido en una veintena de frentes, afecta a cinco condados: Napa, Sonoma, Lake, Yolo y Stanislaus, y se encuentra controlado apenas al 15% según las autoridades.
A pesar de los más de 14.000 bomberos que se encuentran en primera línea de los incendios, la falta de personal ha hecho mella en las labores de extinción, provocando decisiones como qué áreas dejar arder y cuáles salvar. La Guardia Nacional y el Ejército de Estados Unidos se han unido a las labores de extinción y se ha solicitado ayuda a varios estados vecinos.


Ola de calor extremo y rayos
La pasada semana se declaró el estado de emergencia ante el riesgo de incendios a causa de las altas temperaturas que sufre California. El pasado lunes se alcanzó el récord planetario con los 54 grados registrados en el Valle de la Muerte, en el desierto de Mojave. En muchos puntos se han alcanzado los 50 grados. A ello se ha sumado una caída masiva de rayos que han prendido como yesca el terreno completamente seco a causa de la sequía. Los vientos cálidos han hecho el resto provocando una catástrofe que, lejos de ser controlada, avanza sin control por el norte del estado.
California ya lleva 12.000 incendios causados por impactos de rayos en lo que va de año. Más de un centenar se registraron el pasado viernes provocando el fuego descontrolado que ya ha calcinado más de medio millón de hectáreas.
La Guardia Nacional ha movilizado una dotación de helicópteros y ha desplegado a cerca de 250 efectivos, mientras que el Ejército ha enviado varios aviones C-130 especialmente equipados para actuar como aviones cisterna.
Se prevé que la situación empeore los próximos días, después de las previsiones del Servicio Meteorológico Nacional, que ya alertó de que se avecinan tormentas eléctricas y fuertes vientos que ayudarán a que el fuego se propague con mayor rapidez.


El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció el sábado que la Casa Blanca había aprobado la petición estatal de una declaración presidencial de desastre mayor para reforzar la respuesta de las autoridades locales a los incendios forestales.
