Los incendios, la deforestación y el cambio climático han provocado que los koalas se sitúen al borde de la extinción. En el este de Australia existen, como mucho, 36.000 ejemplares que podrían desaparecer para el año 2050 si no se establecen medidas para protegerlos



Los emblemáticos koalas australianos podrían extinguirse en el este del país para el 2050 debido la continua destrucción de su hábitat por parte de la acción antropogénica, además de por los numerosos fenómenos extremos que potencia el cambio climático, como las sequías y los incendios de sexta generación.
Así lo ha puesto de manifiesto un estudio elaborado por el parlamento del estado sudoriental de Australia en el que se expresa rotundamente que es necesario que el Gobierno central intervenga en la situación de los Koalas para salvarlos de este amargo destino.
Los incendios del año pasado mataron a más de mil millones de animales y a 33 personas
“Se estima que el 24% de los hábitats de koalas en tierras públicas se vieron gravemente afectados por los incendios, y algunas de esas áreas vieron una pérdida devastadora de hasta el 81%», según el informe parlamentario.
Sin embargo, lo peor está por venir para los Koalas, unos animales muy vulnerables al cambio climático. En anteriores años, los koalas ya afrontaban una difícil situación como consecuencia de las altas temperaturas que motivaban la aparición de las sequías.
Normalmente, los koalas pueden satisfacer sus necesidades hídricas mediante el consumo de hojas de eucalipto, una planta que contiene una enorme proporción de agua. Sin embargo, el calor y la destrucción de estos árboles en favor de los campos de cultivo han provocado que Koalas tengan que acudir a fuentes tradiciones de agua. Para científicos de la Universidad de Sídney, esta actitud es muy atípica en estos animales.
«Antes de los incendios, los guardabosques nos habían informado de que los koalas que se llevaban para cuidarlos estaban deshidratados y desnutridos debido a la sequía, las olas de calor y la escasez de agua», ha explicado a los periodistas Cate Faehrmann, una de las autoras del informe.
Por su parte, el ecologista de vida silvestre Phil Spark ha afirmado que los eventos extremos de calor se sucederán una vez al año como mínimo, por lo que espera que los Koalas sean incapaces de adaptarse a esta nueva situación.
«Para estar preparados para el futuro, debemos priorizar las necesidades de los cuidadores de vida silvestre y asegurar la diversidad genética de los koalas en el programa de cría en cautividad. Desafortunadamente, la naturaleza ya no es el lugar seguro que solía ser», ha comentado Spark.Tras la publicación del informe, que dio 42 recomendaciones, la filial australiana del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés) pidió la actuación inmediata del gobierno para modificar las leyes de desmonte y tala de árboles en Nueva Gales del Sur.
«El gobierno de Nueva Gales del Sur no ha podido impedir que el núcleo del hábitat de los koalas sea arrasado en tierras privadas o talado en los bosques estatales costeros. No hay árboles, no hay koalas», ha expresado en un comunicado Stuart Blanch, portavoz de WWF-Australia.
En este sentido, un informe de WWF publicado en 2018 reveló que, desde que se eliminó la Ley de Vegetación Nativa en agosto de 2017, la tasa de la tala de bosques se ha triplicado hasta totalizar las 8.194 hectáreas en el norte del citado estado australiano.
De momento, el Gobierno australiano ha asignado una partida de cuatro millones de dólares, en un periodo de cinco años, para el proyecto Saving Our Species, que pretende salvar a los animales más emblemáticos del país.
Cabe destacar que Australia en una región única y que en ella viven animales, como los canguros y los koalas, que no existen en ningún otro lugar del mundo. De hecho, a raíz de los incendios, varias de estas especies se situaron en riesgo de extinción.