Las abundantes lluvias y el calor de esta primavera han provocado un gran crecimiento de la población de mosquito tigre, una especie invasora que transmite enfermedades y se ha asentado en el litoral mediterráneo. Los ejemplares detectados de mosquito tigre se ha triplicado en mayo y junio de 2020 respecto a años anteriores



España ha registrado esta primavera el mayor número de mosquitos tigre de los últimos cinco años, un aumento propiciado por las altas temperaturas y las lluvias constantes, según apunta la plataforma de colaboración ciudadana Mosquito alert. Esta plataforma es un proyecto de ciencia ciudadana coordinado por diferentes centros de investigación públicos y que se dedica a evitar la expansión de mosquitos invasores que pueden transmitir enfermedades como el zika, el dengue y la chikungunya.
Humedad y calor como los de esta primavera son condiciones climáticas de tipo tropical, parecidas a las zonas de origen del mosquito tigre (Aedes albopictus) en el sureste asiático. Es una especie invasora que se ha instalado en la península Ibérica, especialmente en el litoral del Mediterráneo, y es un vector de transmisión de enfermedades.
Los registros acumulados de mosquito tigre entre 2015 y 2020 muestran que las cifras de este año se han triplicado en mayo y junio por encima del valor de cualquiera de los años anteriores, con la excepción de 2018.
Sin embargo, los expertos apuntan que la población de mosquitos para los próximos meses resulta imposible de predecir, ya que los datos retrospectivos de Mosquito alert reflejan que la tendencia observada en primavera no es extrapolable a verano por episodios puntuales de tormentas estivales y por el riego artificial.
La población de mosquito tigre se ha triplicado en mayo y junio de 2020 respecto a años anteriores
El equipo de investigación de la plataforma explica que ha iniciado un estudio para analizar el efecto de las variables climáticas sobre la «explosión reproductiva» de mosquitos en primavera, lo que ayudará a predecir cómo será el inicio de la temporada del insecto.
Las curvas de observaciones acumuladas se basan en los datos registrados en la aplicación Mosquito alert, que permite a los usuarios enviar fotografías de los insectos y de puntos con agua estancada donde suelen depositar los huevos.
Un grupo de expertos procesa estas observaciones y las corrige mediante la técnica de muestreo para estimar la cifra de mosquitos a partir del número de personas que se encuentran en un área y día concretos con la aplicación activa.
El proyecto sin ánimo de lucro Mosquito alert funciona mediante la coordinación del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB) del CSIC, el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF, por sus siglas en catalán), la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) y la Universidad Pompeu Fabra (UPF).
No transmiten el coronavirus
El mosquito tigre se asocia con la transmisión de enfermedades como el zika, el dengue y el chikungunya. Las tres son patologías provocadas por un virus, que el insecto transmite a las personas al picarlas y chupar su sangre.
Puesto que es sabido que los mosquitos transmiten ciertos virus, en los últimos meses se ha estudiado si estos insectos podrían transmitir el nuevo coronavirus. La conclusión ha sido negativa. El virus SARS-CoV-2 que provoca la COVID-19 se transmite por el aire y no por picaduras. La Organización Mundial de la Salud ha emitido comunicados en ese sentido: «El nuevo coronavirus es un virus respiratorio que se propaga principalmente por contacto con una persona infectada a través de las gotículas respiratorias. Hasta la fecha no hay información ni pruebas que indiquen que pueda transmitirse por medio de mosquitos», asegura la OMS.
El mosquito tigre es una especie de insecto invasor originario del sudeste asiático y que se ha aclimatado en el litoral del Mediterráneo. En nuestro territorio es principalmente activo en los meses de calor, desde mayo hasta octubre. Es un mosquito de hábitos diurnos, a diferencia de los mosquitos ibéricos, que suelen ser nocturnos.
Su distancia de vuelo es muy pequeña, pues apenas se mueve unos 500 metros en toda su vida. Por tanto, cuando se le localiza es fácil saber que es en esa área donde crece. Deposita sus huevos en superficies de agua encharcada. Por eso, una medida básica para evitar su propagación es invitar a la población a eliminar en casas, campos y jardines cualquier charco o recipiente de agua que puedan usar.
