Las nutrias marinas, en peligro por su reducida diversidad genética - EL ÁGORA DIARIO

Las nutrias marinas, en peligro por su reducida diversidad genética

Las nutrias marinas del sur de California podrían desaparecer debido a la escasa diversidad genética de la especie, algo de lo que ya hay precedente y podría conducirlas a la extinción, como ocurrió con los lobos grises de Isle Royale


La diversidad genética es un factor clave en la conservación de una especie. Gracias a ella, se “preserva el mantenimiento de las redes tróficas y de las especies que la componen y, por tanto, el funcionamiento del ecosistema en que el que están presentes”, según concluye un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Cuando esta disminuye, la especie afectada se precipita en una espiral de endogamia y similitudes en su genoma que, en la mayoría de los casos, puede acabar en la extinción de la especie. Actualmente, varias son las especies que se encuentran en esta situación. Una de ellas es la nutria marina, según un estudio de la Universidad de California, en Los Ángeles.

Actualmente viven 3.000 nutrias en el sur de California, de las 50 que quedaron a principios del siglo XX

Tal y como relata el documento, las nutrias marinas tuvieron solo cinco millones de años para adaptarse a su entorno marino y, en vez de crear una capa de grasa como otros de su mismo ecosistema, desarrollaron alrededor de ellas un tipo de pelo impermeable.

Debido al valor del pelaje, comenzaron a ser cazadas a mediados del siglo XVIII. Un hecho que redujo sus ejemplares de unos 300.000 a unos 2.000 en todo el mundo. Casi su extinción.

Según el estudio, ahora viven 3.000 nutrias en el sur de California, de las 50 que quedaron a principios del siglo XX, gracias a que se catalogaron como una especie amenazada bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción y pudieron ser protegidas.

«Las poblaciones de nutrias cayeron en picado y queríamos estudiar los efectos que tenía en su genoma, así como los efectos de su entorno marino», explica el coautor principal Kirk Lohmueller, profesor asociado de Ecología y Biología Evolutiva de UCLA.

Así pues, se pusieron manos a la obra y comenzaron a analizar su genoma, concretamente el de Gidget, una nutria marina del acuario de la Bahía de Monterey que murió este año, y el de una nutria gigante sudamericana, con el fin de establecer después una comparación. Estas dos especies, cabe destacar, que son dos tipos de nutrias distintas que viven en hábitats completamente diferentes: la nutria gigante en un ambiente cálido de agua dulce y la nutria marina en las frías aguas costeras del Océano Pacífico Norte.

Con los resultados sobre la mesa, los expertos encontraron evidencias de una variación genética potencialmente dañina que proviene del apareamiento entre ancestros estrechamente relacionados en el genoma de la nutria marina. Este es un patrón, informaron, común en especies en peligro de extinción con un tamaño de población pequeño.

«Si bien la baja diversidad no es necesariamente peligrosa por sí misma, también encontramos niveles elevados de variación potencialmente dañina dentro de los genes, posiblemente debido a una historia de disminución de la población, lo que podría afectar a la población en el futuro», explicó Annabel Beichman, autora principal del estudio.

Las nutrias marinas pueden estar en riesgo, alertó el autor principal, Robert Wayne, profesor de Ecología y Biología Evolutiva de la UCLA y profesor del Instituto Médico Howard Hughes. “Esta es una señal de advertencia, una bandera roja. Debemos asegurarnos de no dejar que su población disminuya nuevamente», añadió el experto.

Los lobos grises de Isle Royale

A pesar de su baja diversidad genética, los biólogos indicaron que las nutrias marinas son bastante saludables y no muestran deformidades evidentes. Algo de lo que no pueden presumir los lobos grises de Isle Royale, una reserva de la biosfera y parte de un parque nacional en el Lago Superior, en Michigan.

Estos lobos tienen graves problemas de salud, como deformidades en la columna vertebral y fallos reproductivos. La endogamia intensa los está llevando a la extinción, destacó Robert Wayne.

La endogamia provoca que grandes extensiones del genoma carezcan de diversidad genética

A fines de la década de 1940, unos pocos lobos caminaron a través del hielo hasta Isle Royale, un lugar repleto de comida y con apenas competidores, por lo que su número en esas tierras aumentó hasta 50.

Sin embargo, a partir de la década de 1980, su población comenzó a disminuir y, para el año 2018, solo quedaron un par de lobos viejos que no podían reproducirse y que, al mismo tiempo, eran padre e hija y medio hermanos.

Robert Wayne, Jacqueline Robinson y sus colegas publicaron estos datos sobre lobos de Isle Royale en la revista Science Advances el pasado 29 de mayo. Los expertos estudiaron el ADN de 11 lobos grises en Isle Royale entre 1988 y 2012, así como los restos óseos de los lobos de la isla. Con ellos realizaron simulaciones computacionales y compararon el ADN de ellos con los datos genéticos de los lobos de Minnesota.

«Encontramos que los genomas de lobos de Isle Royale albergan firmas características de la endogamia reciente, lo que hace que grandes extensiones del genoma carezcan de diversidad genética”, destacó Jacqueline Robinson. “Nuestros resultados proporcionan una guía para la conservación de la biodiversidad en los paisajes cada vez más fragmentados del mundo moderno», concluyó la científica.



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