La minería de oro impide la recuperación de la Amazonía - EL ÁGORA DIARIO

La minería de oro impide la recuperación de la Amazonía

Por primera vez un estudio cuantifica la degeneración del suelo en la selva amazónica a causa de la perjudicial minería del oro, la mayoría ilegal. Los científicos han encontrado las tasas de recuperación más bajas jamás halladas en bosques tropicales, a lo que hay que sumar unos indices alarmantes de mercurio que está contaminando los ríos


La deforestación de uno de los pulmones del planetas continúa imparable. Los incendios del pasado verano y el aumento exponencial de las alertas por pérdida de masa forestal y biodiversidad de la Amazonía han disparado la preocupación de la comunidad científica, que busca contrarreloj los motivos de esta tragedia biológica y las acciones necesarias para pararla.

Así lo refleja una investigación internacional dirigida por la Universidad de Leeds (Reino Unido), publicada en el en el Journal of Applied Ecology, que ha desvelado que la extracción de oro limita significativamente el crecimiento de los bosques amazónicos, reduciendo en gran medida su capacidad de acumular carbono.

Hasta ahora la capacidad de los bosques tropicales para recuperarse de las actividades de extracción de oro no se había cuantificado en profundidad. Este estudio es el primero en proporcionar información detallada sobre el terreno sobre la regeneración de los bosques en Guyana después de la extracción de este metal, y la primera estimación en tierra del sumidero de carbono perdido como resultado de las actividades extractivas en la zona.

Los investigadores advierten de que los impactos de la minería en los bosques tropicales son duraderos y que será necesaria una gestión y restauración activa de la tierra para recuperar los bosques tropicales en estas tierras. La extracción de oro ha aumentado rápidamente en toda la Amazonía en los últimos años, especialmente a lo largo del Escudo Guayanés, donde es responsable de hasta el 90% de la deforestación total.

El Escudo abarca Guyana, Surinam, la Guayana Francesa, Venezuela y pequeñas partes de Colombia y el norte de Brasil, y sus bosques contienen aproximadamente 20 mil millones de toneladas de carbono sobre el suelo en sus árboles.

Los hallazgos del equipo encontraron que las tasas de recuperación de bosques en pozos mineros abandonados y estanques de relaves se encuentran entre las más bajas jamás registrados para bosques tropicales.

En algunos sitios casi no hubo regeneración de árboles, incluso después de tres o cuatro años desde que se detuvo la minería. Calculan que la deforestación relacionada con la minería provoca la pérdida anual de más de dos millones de toneladas de carbono forestal en la Amazonía.

La falta de crecimiento forestal observada después de la minería sugiere que esta pérdida de carbono no puede recuperarse mediante la regeneración natural.

Contaminación por mercurio

«Este estudio muestra que los bosques tropicales se ven fuertemente afectados por las actividades mineras, y tienen muy poca capacidad para restablecerse después de la minería», advierte la autora principal de la investigación, la doctora Michelle Kalamandeen,

«Nuestros resultados muestran claramente que el proceso de extracción ha eliminado el nitrógeno del suelo, un componente fundamental para la recuperación forestal, y en muchos casos ha contribuido directamente a la presencia de mercurio en los bosques y ríos vecinos . Los sitios mineros activos tenían en promedio 250 veces más concentraciones de mercurio que los sitios abandonados», lamenta.

Mina de oro ilegal en Perú. | Foto: Miguel Yovera

La experta advierte de que «esto no solo tiene serias consecuencias para nuestra batalla contra el calentamiento global al limitar la capacidad de los bosques amazónicos de capturar y almacenar carbono, sino que también existe una mayor implicación de contaminar las fuentes de alimentos, especialmente para las comunidades indígenas y locales que dependen de los ríos«.

La doctora Kalamandeen explica que gestión activa y la aplicación de las leyes «son claramente necesarias para garantizar la recuperación y salvaguardar a las comunidades y existen métodos disponibles, como reemplazar el suelo utilizando las sobrecargas en los sitios abandonados. Pero existe una necesidad urgente de que se pruebe la gestión de recuperación a gran escala».

En este sentido, advierte de que se trata de una carrera contrarreloj ya que la crisis actual está aumentando significativamente la demanda de oro, dado su papel percibido como estabilizador económico, lo que se une «al debilitamiento de las leyes y políticas ambientales como hemos visto en Brasil, lo que lleva a una mayor deforestación en la Amazonía».



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