Gracias al análisis de un genoma de alta calidad, un grupo de científicos ha podido desvelar la razón por la que los murciélagos son capaces de resistir virus mortales para otras especies de mamíferos



Los quirópteros, más bien conocidos como murciélagos, aglutinan aproximadamente al 20% total de las especies de mamíferos que se conocen. La razón de esta inigualable abundancia se debe a su extraordinaria capacidad de adaptación, que los han permitido poseer una longevidad excepcional, ecolocalización e, incluso, ser inmunes a innumerables enfermedades letales para el resto de los mamíferos, como lo es el SARS-CoV-2 o el ébola.
Por este motivo, la ciencia lleva estudiando el secreto de estos animales desde hace años, en concreto su genoma, el lugar donde se almacena codificada toda la información disponible a cerca de estos seres. Uno de los proyectos más relevantes que estudia el genoma de los murciélagos es la iniciativa Bat1k que, en estos momentos, se encuentra estudiando el material genético de 21 grandes familias de quirópteros.
“El objetivo principal de este proyecto consiste en descubrir los genes y los mecanismos genéticos detrás de las adaptaciones inusuales de los murciélagos mediante la extracción del genoma de estos seres vivos para su posterior análisis”, destacan desde Bat1k.“Aunque se han publicado otros genomas de murciélagos antes, los genomas Bat1K son 10 veces más completos que cualquier genoma de murciélago publicado hasta la fecha”, añaden.
Fruto del esfuerzo de los científicos que participan en el proyecto es el hallazgo de un particular fenómeno que revela que el genoma de algunos murciélagos contiene una enorme presencia de elementos virales endógenos (EVE), fragmentos de genomas virales surgidos de pasadas infecciones que pueden trasmitirse de una generación a otra de individuos, en comparación con otros mamíferos.
La presencia de estas variaciones, que en esencia han adaptado su sistema inmune, se ve respaldada por otro gran hallazgo del grupo de científicos en el que han descubierto la expansión y pérdida de genes en una familia genética bautizada como APOBEC3, que juegan un papel importante en la inmunidad a los virus en otros mamíferos.
“Con mayor frecuencia encontramos duplicaciones y pérdidas de genes derivados de procesos evolutivos que permiten a los murciélagos adquirir nuevas características y funciones. Esto lo hemos podido descubrir gracias a la calidad de los genomas de murciélagos actuales que poseemos”, explica Liliana Davalos, profesora del Departamento de Ecología y Evolución de la Facultad de Artes y Ciencias de Universidad Stony Brook.
Para generar estos genomas de alta calidad, el equipo de científicos del Bat1k hizo uso de la tecnología del DRESDEN-concept Genome Center, una herramienta desarrollada en Desden, Alemania, que se utiliza para secuenciar ADN y ensamblar las piezas obtenidas en un orden correcto. De este modo, no solo se pudo identificar los genes presentes, sino también las duplicaciones de ellos.
Una vez obtenido el genoma, el equipo lo comparó con el genoma de otros 42 mamíferos para resolver algunas cuestiones, como el motivo de su excelente adaptación o el lugar que ocupan dentro del “Árbol de la Vida”.
Para ello, utilizaron métodos filogenéticos novedosos y conjuntos de datos moleculares completos con los que descubrieron que los murciélagos están relacionados, lejos de lo que se pueda llegar a pensar, con el grupo de mamíferos denominado Ferungulata, que abarcan cánidos, felinos e, incluso, a los famosos pangolines.
“Gracias a este descubrimiento pudimos empezar a comparar y establecer diferencias con otras especies de mamíferos y así descubrir la genética detrás de los ‘superpoderes’ de los murciélagos, incluidas sus fuertes capacidades aparentes para tolerar y superar los virus”, concluye Liliana Davalos.
