El ultranegro de los peces abisales es el futuro del camuflaje

El ultranegro de los peces abisales es el futuro del camuflaje

De acuerdo con un reciente estudio, los peces abisales son capaces de ocultarse de sus presas en la profundidad del océano gracias a unos orgánulos que contienen melanina, conocidos como melanosomas, que en su conjunto permite a estas especies absorber hasta el 99,5% de la luz


El mundo de los camuflajes en la naturaleza es asombroso y, del mismo modo que nos podemos encontrar una rana de piel transparente, también podemos hacer lo mismo con un pez con la piel tan negra que, a pesar de estar rodeados de luz, es casi imposible de discernir en la profundidad del océano.

“Estos peces ultra negros absorben la luz de manera tan eficiente que incluso con luz brillante parecen siluetas sin características perceptibles”, comentan los científicos responsables del hallazgo.

Todo empezó cuando Karen Osborn, zoóloga del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian, y Sönke Johnsen, biólogo de la Universidad de Duke, trataron de fotografiar algunos especímenes de Anoplogaster cornuta y Chauliodus macouni, unos característicos peces que se pueden encontrar en áreas abisales de regiones templadas y cálidas.

El Anoplogaster cornuta estudiado en a investigación. Una vez analizado, fue devuelto al mar | Foto: Karen Osborn, Smithsonian.

Según relatan, no importó cuantas veces lo intentaron ya que, a pesar de la alta tecnología del equipo, las cámaras no pudieron apenas capturar a estos peces en su estado natural.

“No importaba cómo se configurase la cámara o la iluminación de los instrumentos, simplemente eran incapaces de absorber la luz que les arrojábamos”, detalla Karen Osborn.

Por este motivo, decidieron trasladar algunos ejemplares a su laboratorio e investigar allí con un equipo más técnico las razones de aquel suceso. Tras varios análisis llegaron a la conclusión de que estos peces eran capaces de absorber hasta el 99,5% de la luz gracias a un pigmento que está presente en una gran variedad de especies abisales.

“La piel de estos peces está recubierta por melanina, almacenada en orgánulos conocidos como melanosomas que, dependiendo de su forma, tamaño y disposición, pueden dirigir la luz que no se absorbe hacia otros melanosomas para que la terminen de asimilar”, declara Karen Osborn.

Esta capacidad se presenta como un mecanismo de alta importancia para las especies que viven en las zonas más profundas del océano, donde la luz apenas llega. En este entorno, cualquier fotón de luz, incluso la que algunos de ellos emanan para atraer a sus presas, puede ser catastrófico para los depredadores que deben permanecer ocultos para cazar.

«Si quieres mezclarte con la infinita negrura de tu entorno, absorber cada fotón que te golpee es una excelente manera de hacerlo. Lo que han hecho estos peces es desarrollar un mecanismo que funcione como una trampa de luz ultradelgada”, explica Karen Osborn.

Sin embargo, esta cualidad no es exclusiva de los peces abisales. Según comentan los autores, existen plumas o escamas de aves y mariposas que contrastan con colores más llamativos y así parecer más peligrosos a los depredadores.

Para los autores, el descubrimiento de esta estrategia podría servir para futuras aplicaciones, como, por ejemplo, en la fabricación de materiales absorbentes mucho más baratos que los que se elaboran en la actualidad.

«En lugar de construir algún tipo de estructura que atrape la luz, si hicieras que el pigmento absorbente tuviera el tamaño y la forma correctos, podrías lograr la misma absorción potencialmente mucho más barata y [hacer que el material] sea mucho menos frágil», concluye Karen Osborn.



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