Pino canario, el árbol que rebrota tras el fuego - EL ÁGORA DIARIO

Pino canario, el árbol que rebrota tras el fuego

El pino canario es una especie que sólo crece en el archipiélago y tiene la capacidad de rebrotar tras el fuego, algo que no es habitual en el resto de pinos del mundo. Esta característica le ha ayudado durante millones de años a resistir en unas islas de carácter volcánico y también puede servir ahora para que parte de los bosques se recuperen tras los incendios forestales de Canarias de este verano


El pino canario (Pinus canariensis) es una especie que sólo crece en el archipiélago canario. Se trata de un superviviente del Terciario. Una de las pocas coníferas capaz de resistir el fuego y rebrotar de sus cenizas. En un par de años, muchos de los pinos quemados en el incendio de agosto de 2019 en Gran Canaria volverán a reverdecer, aunque no todos. Los más jóvenes, o lo más viejos, es probable que no lo logren.

Ejemplar monumental de pino canario, conocido como el Pino de Pilancones,  y que murió tras el incendio de Gran Canaria de 2007. Medía 42 metros de altura y se le estimaba una edad de 550 años. | Foto: Rafael Almeida

Esto le ocurrió al pino de Pilancones, el árbol más famoso de Gran Canaria. Tenía 550 años, una altura de 42 metros, aproximadamente 35.000 kilogramos de peso y se necesitaban cinco personas para poder abrazarlo por completo.

Pero el terrible incendio forestal de 2007 (más de 20.000 hectáreas) acabó tumbándolo. Hoy se exhibe una gran rodaja de su tronco en el Cabildo Insular de Gran Canaria como triste recordatorio de la leyenda destruida.

Resto del pino de Pilancones que se conservan en el Cabildo Insular de Gran Canaria. | Foto: Rafael Almeida

Un secreto del pino canario para sobrevivir al fuego está en su gruesa corteza, una coraza natural contra las llamas que protege su interior aunque todas las ramas hayan ardido.

Otro factor que endurece al pino canario frente al fuego es el duro corazón de tea, siempre elegido para fabricar los mejores muebles, puertas, ventanas y balcones canarios.

Además, el pino canario es capaz de rebrotar en las ramas gruesas, en el tronco e incluso en la cepa, algo que consiguen hacer algunas especies frondosas, pero no las coníferas. Gracias a su singularidad, este invierno, con las primeras lluvias otoñales, los pinos tirarán sus acículas quemadas y el verde rebrotará de nuevo. En dos años recuperará su buen aspecto perdido.

La suya es una formidable resistencia jurásica, camaleónica, especialmente diseñada para Canarias a pesar de su pasado remoto europeo, continente donde se localizan sus fósiles más antiguos. Expulsado de Europa con las glaciaciones, Canarias se convirtió en su último refugio. Sorprendentemente, su pariente genético más próximo es el pino chir del Himalaya (Pinus roxburghii), de cuyos bosques le separan más de 6.000 kilómetros.

Resistente al fuego, tiene sin embargo una debilidad poco conocida: sufre embolias. Frente a largos procesos de sequía, los conductos de savia de este pino se acaban secando y pueden matarlo en apenas un mes. En la Orotava (Tenerife) e Inagua (Gran Canaria) se están empezando a detectar estas muertes súbitas. La preocupación de los especialistas es que, a medida de que las consecuencias del cambio climático vayan a más, los pinares canarios no puedan soportarlo y acaben yendo a menos.



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