El Consejo de Ministros ha aprobado una estrategia que contempla 50 líneas de actuación con las que se pretende identificar, recuperar y conectar los distintos ecosistemas que se encuentran en nuestro territorio, uno de los más fragmentados dentro de la Unión Europea



A pesar de la enorme red de espacios naturales protegidos con la que cuenta Europa, la Agencia Europea de Medio Ambiente (Aema) advierte que nuestro continente es uno de los más fragmentados del mundo ya que cerca del 30% de sus espacios naturales están moderadamente y gravemente aislados por la expansión urbana, entro otros impactos.
De acuerdo con el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), España comparte esta tendencia y, además, está sufriendo un proceso continuado de fragmentación de ecosistemas desde hace décadas, transformándose así en uno de los Estados de la Unión Europea en los que es posible encontrar mayores y más numerosas extensiones de territorio en un estado natural o seminatural.
Esto no solo amenaza los objetivos de la Unión Europea, sino también la agenda de biodiversidad para el próximo decenio que marca, entre otras cosas, que las áreas protegidas terrestres deberán extenderse a un 17% del total del territorio mundial y las marinas un 10% y, además, permanecer en una perfecta conexión unas con otras.
En este sentido, El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas, una herramienta de planificación fundamental para identificar, conservar y recuperar los ecosistemas dañados de todo el territorio español y conectarlos entre sí.
Dicha estrategia pretende conectar espacios naturales para prevenir el aislamiento genético de las especies de fauna y flora y facilitar las migraciones, según fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica, que explican que dicha estrategia es una pieza básica de la economía española hacia un modelo sostenible e inclusivo.
Las mismas fuentes destacan que este plan verde se prevé «clave» para buscar soluciones basadas en la naturaleza y para recuperar la biodiversidad en España, donde sólo el 9% del hábitat y el 21% de las especies se encuentran en buen estado de conservación.
El proyecto incorpora ocho grandes líneas de actuación -acompañadas de una guía para la determinación de la infraestructura verde en España-, entre las que destaca «identificar y delimitar espacialmente dicha red a diferentes escalas«. Esta es la meta 0, descrita con ese número «por ser prioritaria y previa al resto de metas planteadas», según el Miteco.
El resto de metas
- Reducir los efectos de la fragmentación y de la pérdida de conectividad ecológica ocasionados por cambios en los usos del suelo o por la presencia de infraestructuras.
- Restaurar los hábitats y ecosistemas degradados de áreas clave para favorecer la biodiversidad, la conectividad o la provisión de servicios de los ecosistemas, priorizando soluciones basadas en la naturaleza.
- Mantener y mejorar la provisión de servicios de los ecosistemas de los elementos de la infraestructura verde.
- Mejorar la resiliencia de la infraestructura verde favoreciendo la mitigación y adaptación al cambio climático.
- Garantizar la coherencia territorial de la infraestructura verde mediante la definición de un modelo de gobernanza que asegure la coordinación entre las diferentes Administraciones e instituciones implicadas.
- Incorporar de forma efectiva la infraestructura verde, la mejora de la conectividad ecológica y la restauración ecológica en las políticas sectoriales de todas las Administraciones, especialmente en cuanto a la ordenación territorial y la ordenación del espacio marítimo y la evaluación ambiental.
- Asegurar la adecuada comunicación, educación y participación de los grupos de interés y la sociedad en el desarrollo de la infraestructura verde.
El plan deberá contar con elementos que destaquen por el valor de su biodiversidad, por sus altos servicios ecosistémicos o por su carácter como conector ecológico de relevancia, y asimismo podrá haber elementos a restaurar por su potencial valioso para formar parte de esta red, aunque se encuentren degradados.
Por ello, la Estrategia va acompañada de una herramienta técnica: la Guía metodológica para la identificación de la infraestructura verde en España. Esta guía, que se está ultimando, complementa a la Estrategia nacional y ha contado con la colaboración de todos los participantes en el desarrollo de ésta.
Estas metas estratégicas se ejecutarán a través de 50 líneas de actuación que se llevarán a cabo mediante acciones concretas en las que el Estado desarrollará sus acciones mediante programas de trabajo trienales y que deberán ser replicadas por las comunidades autónomas en el desarrollo de sus respectivas estrategias autonómicas.
«Por ejemplo, la Administración General del Estado desarrollará sus acciones en el ámbito de sus competencias mediante Programas de Trabajo trienales. Este esquema general deberá ser replicado por las Comunidades Autónomas en el desarrollo de sus respectivas estrategias autonómicas, que deberán estar aprobadas en un plazo máximo de tres años desde la publicación de esta Estrategia en el Boletín Oficial del Estado, incluyendo además las acciones necesarias en cada línea de actuación», informan desde el Miteco.
Además de los Programas de Trabajo, también se llevará a cabo un seguimiento del cumplimiento de los objetivos de la Estrategia Nacional en su conjunto, teniendo en cuenta los resultados de los Programas de Trabajo y los análisis o informes específicos que se hayan realizado, así como una revisión inicial en 2023 e Informes de Evaluación intermedia (2030 y 2040) y final (2050) de la Estrategia nacional.
