El sector del agua pone freno a las especies invasoras

El sector del agua pone freno a las especies invasoras

El sector del agua pone freno a las especies invasoras

Acaba de celebrarse el VI Congreso Nacional sobre Especies Exóticas Invasoras que advierte sobre el riesgo para la biodiversidad que suponen la flora y la fauna introducida. El medio acuático es especialmente sensible a este problema ambiental y algunas empresas han asumido la responsabilidad de abordarlo


Pere Íñigo
Madrid | 29 abril, 2022


Si uno camina esta primavera de lluvias y soles, un mes de abril que llena fugazmente los campos de verdes y plantas emergentes, verá brotar en muchos lugares especies de todo tipo: ailantos chinos que ocupan cualquier terreno abandonado con sus tenaces rebrotes de raíz; floreros de las pampas argentinas que invaden los prados y se resisten al diente del ganado; plantas de uña de gato que tapizan los arenales con sus encendidas flores bermellón; cañas bravas del género Arundo que desplazan de las riberas fluviales a la flora de nuestras orillas … Todas ellas son plantas invasoras. No deberían estar ahí. Restan terreno a la vegetación autóctona, empobrecen el ecosistema y son un problema ambiental y económico.

Decir que no deberían estar suena a xenofobia vegetal, es cierto, pero la realidad ambiental no entiende de moralinas ni de valores antropomórficos aplicados a la gestión sostenible del medio. La introducción de especies nuevas, de la mano del ser humano, en lugares ajenos a ellas, ocasiona un cúmulo de perturbaciones en cascada.

«La realidad ambiental no entiende de moralinas, ni de valores antropomórficos aplicados a la gestión sostenible del medio»

Según la comunidad científica, la pérdida de hábitat, la polución, la excesiva caza y recolección, la superpoblación humana y la introducción de especies invasoras son las grandes cinco causas de la pérdida de especies.

La introducción de especies invasoras es un fenómeno acrecentado por la globalización. Es el ser humano el que desplaza organismos de un sitio a otro del planeta; y al cambiar su ubicación, altera equilibrios que han tardado mucho en formarse.

Especies separadas por millones de años de evolución se ven de repente frente a frente. Los resultados son impredecibles, pero las posibilidades multiplicadas por multitud de combinaciones siempre acaban arrojando algún suceso biológico reseñable, una invasión triunfante. Arrojadas a un lugar nuevo, sin competidores naturales y con condiciones ambientales favorables, algunas especies recién llegadas se hacen dueñas del terreno.

No todas las especies logran adaptarse a nuevos entornos, pero algunas de las que logran hacerlo se convierten en invasoras.

A los daños ambientales hay que sumar el impacto sobre intereses humanos. Las pérdidas y gastos que las invasoras causan en la actividad humana equivalen según cálculos de la Comisión Europea a 12.000 millones de euros al año y los costes van en aumento.

Retirada de camalote en el Guadiana en una imagen de archivo. | Foto: Efe

Congreso sobre especies invasoras

Dada la emergente importancia de las invasiones biológicas, la comunidad científica, la Universidad, la administración, entidades del tercer sector ligadas a la conservación y el sector privado están prestando cada vez más importancia a la cuestión.

En esa línea se ha organizado estos días pasados el VI Congreso Nacional sobre Especies Exóticas Invasoras y I Congreso Ibérico sobre Especies Exóticas Invasoras, llevado a cabo en Pamplona con multitud y variedad de interlocutores.

“La introducción de especies nuevas, de la mano del ser humano, en lugares ajenos a ellas, ocasiona un cúmulo de perturbaciones en cascada”

Entre las conclusiones de este encuentro, al que acudieron decenas de investigadores, representantes de organizaciones científicas y conservacionistas, profesionales, técnicos y gestores, está la necesidad de actuar lo más rápido posible.

“Los expertos instan a mantener e incrementar los esfuerzos enfocados a prevenir, alertar y actuar de forma temprana y rápida para evitar la introducción de especies exóticas invasoras (EEI), así como a aumentar la eficacia y calidad en los esfuerzos de control y/o gestión de las EEI ya presentes en el territorio, con criterios tanto científicos como de coste-eficacia”, señala una de las conclusiones preliminares del encuentro.

En ese sentido, la implicación de todos los actores es fundamental. Un ejemplo de compromiso con estas cuestiones es el grupo Agbar, referente en la gestión del ciclo integral del agua, que participó en el VI Congreso Nacional sobre Especies Exóticas Invasoras mostrando los resultados de su proyecto BiObserva STOP-invasoras.

Algunas de las especies objetivo del programa BIOBSERVA STOP-invasoras

Como explica Clara Rovira, responsable de Biodiversidad del grupo, el l Plan Estratégico de Desarrollo Sostenible de Agbar establece el compromiso de preservar la biodiversidad en el 100% de instalaciones, teniendo en cuenta las especies exóticas invasoras en el contexto de los ecosistemas acuáticos.

Hay que tener en cuenta que las instalaciones del ciclo integral del agua (depuradoras, plantas potabilizadoras, etc.) muchas veces se ubican cerca de ecosistemas acuáticos. Estos se consideran entre los más alterados y amenazados por la proliferación de especies exóticas y, además, pueden actuar como facilitadores de la dispersión de semillas o propágulos de estas a grandes distancias.

«Al no contar con enemigos naturales en su nuevo medio, o al competir mejor por los recursos, algunas especies se convierten en invasoras»

BiObserva STOP-invasoras es la herramienta que ha desarrollado Agbar dirigida a los técnicos responsables de instalaciones para facilitar el cumplimiento del objetivo sobre biodiversidad fijado por la compañía, partiendo de la idea de que el control de la flora invasora en estas instalaciones es de especial relevancia para la preservación de la biodiversidad, tanto a nivel local como a escala regional.

El grupo Agbar gestiona más de 900 instalaciones del ciclo del agua en España, y BiObserva STOP-invasoras está diseñada para ser implementada en ellos contando con la participación de personal sin que haga falta que tengan especiales conocimientos botánicos.

El proyecto consta de una web y una app que permite realizar la identificación de las especies, inventariar y cartografiar su presencia en la instalación, desarrollar un plan de control y mantener un seguimiento posterior. También establece los mecanismos de comunicación y alerta temprana con las administraciones competentes.

Un operario de planta observa aves en una instalación del grupo Agbar participando en el programa BIOBSERVA Voluntariado.

Se ha establecido una lista de 33 especies o géneros objetivo, sobre los que se actúa de forma preferente, priorizando aquellos citados en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras aprobado por el Ministerio para la Transición Ecológica. También se han considerado otras especies exóticas de las que se sabe que causan impacto sobre los ecosistemas naturales, con especial atención a aquellas que pueden afectar el medio acuático y, por tanto, al ciclo del agua. El territorio se ha dividido en cinco ecorregiones, cada una de las cuales tiene una lista de especies objetivo.

En ese sentido, la herramienta coincide también con una de las conclusiones del VI Congreso Nacional sobre Especies Exóticas Invasoras, que reitera “la urgente necesidad de implantar/implementar las medidas de gestión de especies exóticas invasoras a escala biogeográfica, evitando sesgos derivados de la fragmentación de competencias”.

En muy poco tiempo, el proyecto BiObserva STOP-invasoras ha dado ya resultados muy importantes. Clara Rovira explica que a finales de 2020 se realizó el despliegue en toda España, se ha formado ya a más de 250 personas y, un año después, un 45% de instalaciones han realizado ya el inventario de especies objetivo. Estas han sido detectadas en un 31% de localidades, mientras que en un 9% se han localizado otras especies de flora exótica.

Los taxones más abundantes han sido, en orden de frecuencia: Araujia seracifera, Arundo donax, Nicotiana glauca, Carpobrotus sp., Opuntia sp., Lantana cámara, Agave americana y Robinia pseudoacacia, y en algunos casos se han efectuado ya los trabajos de control y erradicación, que siempre que es posible se realizan de la forma menos intrusiva para el medio, pues otro de los compromisos de Agbar es eliminar el uso de fitosanitarios y pesticidas químicos en sus instalaciones.

Para contribuir a la sensibilización, la web BiObserva STOP-invasoras es pública y todos los datos de observaciones se ponen a disposición de la sociedad por medio de ella y través de la plataforma internacional de datos de biodiversidad GBIF (Global Biodiversity Information Facility).

¿Qué es una especie invasora?

Las especies exóticas o alóctonas son las que se introducen en un medio del que no son originarias, a menudo por la intervención humana, algo cada vez más común en un mundo globalizado.

No todas las especies exóticas son invasoras; solo aquellas que tienen alta capacidad de dispersión y de colonización de los ecosistemas autóctonos se consideran fauna o flora invasora. Son un riesgo para la biodiversidad propia del entorno, y también un problema económico y social.

Un factor que ayuda a su asentamiento y proliferación es el estado en el que se encuentra el lugar donde se establecen. Si es un ambiente degradado, que ha sufrido perturbaciones recientes o se ha humanizado, resultará más fácil que las invasoras prosperen, debido a la reducción en competencia y complejidad del ecosistema en el que aterrizan.



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