La exclusiva alimentación de los koalas, basada en las hojas de eucalipto, y la sequía que afecta a su hábitat y disminuye su acceso a la comida, amenaza al marsupial australiano. Un riesgo que podría mejorar con trasplantes de heces que abran sus posibilidades alimenticias y enriquezcan su dieta



El popular koala, el curioso y escaso marsupial australiano, tiene unos hábitos alimenticios extremadamente exigentes. Su fuente básica de comida son las hojas de eucalipto, un género de árboles que se caracteriza por estar cargado de sustancias químicas que resultan dañinas para otras plantas y para la fauna que las ingiere.
Millones de años de evolución han permitido al koala ser capaz de digerir las hojas de eucalipto, pero a cambio se ha tenido que enfrentar a otros inconvenientes.
Las hojas de eucalipto son poco nutritivas, por lo que los koalas tienen que comer grandes cantidades de ellas para obtener energía. Además, para poder asimilarlas sin daños para su salud, tiene que llevar a cabo una pesada digestión. Según los zoólogos, el koala pasa al menos seis horas del día comiendo hojas y el resto del tiempo, tratando de digerirlas.
Para dificultar aún más la alimentación de los koalas, se da la circustancia de que, a pesar de que hay más de un centenar de especies distintas de eucaliptos en Australia, los koalas sienten predilección por unos pocos de ellos, y evitan comer del resto.
Estas circustancias, sumadas a la alteración de su territorio por la acción humana, la fragmentación de su hábitat, la sequía y los efectos del cambio climático sobre los bosques está haciendo cada vez más difícil que los koalas encuentren dónde alimentarse, hasta el punto de que su situación de conservación es sumamente delicada.


Ahora, los investigadores acaban de proponer un método que podría ayudar a mejorar la dieta de estos marsupiales y ayudar a su conservación. Se trata de enriquecer y diversificar la flora bacteriana que les ayuda a hacer la digestión. Y para ello, el método empleado es llevar a cabo un trasplante fecal, es decir, suministrarles una dosis de las heces de otros koalas que tengan microbios estomacales distintos y que permitan asimilar más tipos de hojas.
Esto es lo que ha dado a conocer un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Queensland (UQ), en Australia. Los biólogos han analizado y alterado los microbios de los intestinos de los koalas, y han descubierto que un trasplante fecal puede influir en las especies de eucaliptos de las que pueden alimentarse.
La doctora Michaela Blyton, de la Escuela de Química y Biociencias Moleculares de la UQ, inició la investigación tras una devastadora caída en la población de koalas en el cabo Otway en el estado australiano de Victoria.
Respuesta ante la muerte de koalas
En 2013, la población de koalas en el área alcanzó densidades muy altas, lo que los llevó a defoliar su especie preferidas de árboles alimenticios, el Eucalyptus vinimalis, conocido en inglés como manna gum, explica Blyton. Ese año, la población de koalas de la zona descendió un 70% debido a la escasez de alimento.
Lo interesante fue que, a pesar de que los koalas estaban muriendo de hambre, generalmente no comenzaron a alimentarse otras variedades de eucaliptos, como el Eucalytus obliqua y otras especies similares, a pesar de que existen poblaciones de koalas en otros lugares que sí se alimentan exclusivamente del mismo.
«Esto me llevó a mí y a mi colega, el doctor Ben Moore de la Universidad de Western Sydney, a preguntarnos si los microbiomas de los koalas estaban limitando qué especies podían comer, y si podíamos permitirles expandir su dieta con trasplantes fecales«, ha añadido.
El equipo atrapó koalas salvajes que solo comían Eucalyptus vinimalis y los mantuvieron en cautiverio temporal en el Centro de Ecología de Conservación de Cape Otway.
Las inoculaciones fecales cambian los microbiomas de los koalas y les permitió comer eucalipto
Los investigadores descubrieron que las inoculaciones fecales cargadas de bacterias estomacales permitieron a los koalas del cabo Otway digerir por primera vez las hojas de Eucalyptus obliqua que hasta entonces rechazaban.
«Esto podría afectar todos los aspectos de su ecología, incluida la nutrición, la selección del hábitat y el uso de recursos«, dice la doctora Blyton. La investigadora hace notar que los koalas pueden tener problemas para adaptarse a nuevas fuentes de comida cuando las habituales escasean o cuando se desplazan a zonas donde están ausentes.
En opinión de los biólogos de la Universidad de Queensland que han llevado a cabo el estudio, se demuestra que el uso de material fecal encapsulado mejora la flora intestinal de los koalas y puede ser por tanto una técnica empleada para mejorar los microbiomas de los koalas antes de trasladarlos a entornos más seguros o con comida más abundante. También podría servir como tratamiento probiótico después de un tratamiento con antibióticos.
