La UICN lanza un estándar para las soluciones basadas en la naturaleza

La UICN lanza un estándar para las soluciones basadas en la naturaleza

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha lanzado la primera iniciativa global para estandarizar el diseño y la verificación de las soluciones basadas en la naturaleza que pretende impulsar este tipo de proyectos


Ante las consecuencias cada vez mayores del calentamiento global, la humanidad cuenta con dos líneas básicas de actuación. Por un lado está la mitigación, enfocada a reducir el impacto del aumento paulatino de las temperaturas y sus efectos y por otro, la adaptación, dirigida a facilitar la aclimatación a las nuevas condiciones. Sin embargo, es imprescindible que ambas estrategias privilegien la búsqueda de soluciones que provengan de la naturaleza, algo para lo que ahora existirá un nuevo estándar global que permita valorar su eficiencia, desarrollado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

El objetivo de este estándar normativo será ayudar a los gobiernos, las empresas y la sociedad civil a garantizar la eficacia de las soluciones basadas en la naturaleza y maximizar su potencial para así ayudar a abordar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y otros desafíos sociales a escala mundial. En total, está formado por ocho criterios y sus respectivos indicadores asociados, además de contar con un manual de usuario y una herramienta de autoevaluación que identifica áreas a mejorar y ser estudiadas.

“El mundo está buscando opciones duraderas y efectivas para abordar los desafíos globales como el cambio climático, la seguridad alimentaria y del agua, y ahora, la recuperación económica para hacer frente a la crisis provocada por la pandemia global de la COVID-19. Con este fin, el nuevo estándar global de la UICN para soluciones basadas en la naturaleza es idóneo para aprovechar y acelerar el uso sostenible de la naturaleza «, ha explicado Stewart Maginnis, director global de la UICN para el grupo de soluciones basadas en la naturaleza.

Con este estándar, los países y las empresas que decidan expandir las soluciones basadas en la naturaleza podrán evaluar la idoneidad, la escala, la viabilidad económica, ambiental y social de una intervención. Además, tendrán la capacidad de considerar sus posibles compensaciones, garantizar la transparencia y la gestión adaptativa del proyecto y explorar posibles vínculos con objetivos y compromisos internacionales.

«España está convencida del gran potencial de la naturaleza en materia de acción climática y ya está trabajando para asegurar que las Soluciones basadas en la Naturaleza sean integradas en sus políticas para hacer frente al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad», ha asegurado al respecto Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Una orientación coherente

El concepto de soluciones basadas en la naturaleza, acciones que abordan retos sociales clave a través de la protección, la gestión sostenible y la restauración de ecosistemas, beneficiando tanto a la biodiversidad como al bienestar humano, se aplica cada vez más en todo el mundo. Más de 130 países ya han incluido soluciones de este tipo, como la reforestación, las infraestructuras verdes, la agricultura y acuicultura sostenibles o la protección costera, en sus planes nacionales sobre el clima en el marco del Acuerdo de París.

Sin embargo, no todas las acciones etiquetadas como «soluciones basadas en la naturaleza» proporcionan los beneficios previstos tanto para la sociedad como para la biodiversidad, y el potencial global que ofrecen actualmente está lejos de alcanzar su plena realización.

«Hasta ahora, no ha habido consenso ni orientación coherente sobre cómo diseñar e implementar Soluciones basadas en la Naturaleza que sean capaces de brindar beneficios firmes para las personas y la naturaleza», ha lanzado Angela Andrade, presidenta de la comisión de gestión de ecosistemas de la UICN, quien ayudó a liderar la elaboración del Estándar Global.

El desarrollo del mismo ha contado con la contribución de más de 800 expertos y profesionales de 100 países, que han aportado sus conocimientos para asegurar que sea científicamente robusto y aplicable en una amplia gama de regiones y escenarios.

La UICN ha aprovechado para realizar un llamamiento a actores clave gubernamentales, de la sociedad civil y el sector privado para que participen en un debate sobre las oportunidades y medidas que deben adoptarse en el contexto de las crisis climática y de la biodiversidad. En cualquier caso, los expertos de este órgano apuestan por una recuperación orientada hacia la transición ecológica en respuesta a la pandemia de la COVID-19.



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