El ‘Anolis aquaticus’, originario de Costa Rica y Panamá, puede respirar debajo del agua gracias a una burbuja de aire que genera alrededor de su cabeza



La adaptación de algunos animales a sus ecosistemas puede definirse, en ocasiones, como asombrosa. Este es el caso de la evolución que ha sufrido el Anolis aquaticus, un reptil que ha diseñado un sistema que le permite respirar durante largos periodos debajo del agua.
“Algunas especies de reptiles pueden nadar, otros bucear o correr por la superficie del agua para escapar de distintas amenazas. Este, en concreto, ha desarrollado una mezcla de varias de ellas”, explicó la ecóloga Lindsey Swierk, doctora de la Universidad de Binghamton que examinó esta adaptación.
Según el artículo que publicó en la revista Herpetological Review, la ecóloga observó durante varios años en Costa Rica y Panamá, lugar donde viven estos reptiles, que estos animales eran capaces de permanecer en el agua durante largos periodos de tiempo, pero que no sabían el por qué.
Fue entonces cuando los grabaron debajo del agua y descubrieron que las zonas centrales de su cuerpo se expandían y contraían como si estuviesen respirando. “Gracias a una burbuja de aire en la parte central de su cabeza, el Anolis era capaz de tomar una cantidad de aire suficiente como para permanecer hasta 16 minutos sumergido”, subrayó.
La ecóloga además destacó que el hecho de que la burbuja, que es bastante grande, no se despegase de su cabeza “podría ser un indicio de que este animal ha sufrido una adaptación prolongada para poder hacer uso de esta habilidad”.
A pesar de la claridad del suceso, para la experta aún queda una duda por resolver: saber si realmente están respirando debajo del agua utilizando la burbuja como una bombona de oxígeno, o simplemente están reciclando el aire de la burbuja y el movimiento de su torso es un reflejo de la fisiología terrestre. “Pienso que utilizan la burbuja como un tanque de oxígeno, aunque animo a que se hagan estudios adicionales para explicar el fenómeno”, argumentó.
Esta no es la primera vez que se ve una adaptación de este tipo, ya que algunas arañas acuáticas, Argyroneta aquatica, son capaces de crear cámaras de aire con sus telas.
