La Comisión Europea ha presentado un nuevo sello europeo para los «bonos verdes» que busca garantizar que los réditos de estos títulos financieros se invierten en proyectos de lucha contra el cambio climático



La Unión Europea (UE) quiere liderar la transformación de las finanzas a un modelo más sostenible. El lanzamiento hace casi dos años del Pacto Verde Europeo dejó claro que hacen falta grandes inversiones en todos los sectores económicos para la transición hacia una economía climáticamente neutra y para alcanzar los objetivos comunitarios de sostenibilidad medioambiental. Sin embargo, para cubrir estas necesidades financieras es necesario reorientar los flujos de capital privado hacia inversiones más sostenibles desde el punto de vista ambiental y exige replantear por completo el marco financiero de la UE. Y eso precisamente lo que intenta impulsar Bruselas con el lanzamiento esta semana de un nuevo estándar de bonos verdes y una estrategia para hacer más sostenible el sistema financiero europeo.
En concreto, la propuesta de estándar de bonos verdes de la UE, creará un sello voluntario de alta calidad para los bonos que financien inversiones sostenibles, mientras que la nueva estrategia en materia de finanzas sostenibles establece varias iniciativas para hacer frente al cambio climático y otros retos medioambientales, aumentando al mismo tiempo la inversión y la inclusión de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en la transición de la UE hacia una economía sostenible. Además, la Comisión Europea (CE) ha adoptado también este miércoles un acto delegado sobre la información que deben divulgar las sociedades financieras y no financieras sobre la sostenibilidad de sus actividades, de conformidad con el artículo 8 de la taxonomía de la UE.
«Durante esta década, estimamos que Europa necesitará alrededor de 350.000 millones de euros de inversión adicional anual para cumplir su objetivo de emisiones para 2030 solo en los sistemas energéticos. Esto se suma a los 130.000 millones de euros que necesitará para otros objetivos medioambientales. Sabemos desde hace mucho tiempo que el dinero público no será suficiente y tenemos que confiar en el sector privado. Por eso las finanzas sostenibles son tan importantes: para generar inversiones a la escala necesaria», ha asegurado el vicepresidente de la CE, Valdis Dombrovskis, en la presentación del plan.
Con este objetivo en mente, la estrategia financiera de la UE consta por el momento de seis series de medidas, que van desde ampliar la actual caja de herramientas de financiación sostenible para facilitar el acceso a la financiación de transición o mejorar la inclusión de las pequeñas y medianas empresas (pymes) y de los consumidores, proporcionándoles las herramientas e incentivos adecuados para acceder a la financiación de transición, hasta aumentar la resiliencia del sistema económico y financiero frente a los riesgos de sostenibilidad. También se pretende aumentar la contribución del sector financiero a la sostenibilidad, garantizar la integridad del sistema financiero de la UE y supervisar su transición ordenada hacia la sostenibilidad, además de fomentar iniciativas y normas internacionales en materia de finanzas sostenibles.
La Comisión informará sobre la aplicación de la Estrategia a finales de 2023 y apoyará activamente a los Estados miembros en sus esfuerzos en materia de finanzas sostenibles. En esa evaluación dentro de dos años será clave comprobar cual ha sido el impacto del acto delegado que complementa el artículo 8 del Reglamento de taxonomía, con el cual exige a las sociedades financieras y no financieras que faciliten información a los inversores sobre el comportamiento ambiental de sus activos y actividades económicas. En este sentido, los grandes bancos, los gestores de activos, las empresas de inversión y las empresas de seguros y reaseguros, tendrán que revelar la proporción de actividades económicas sostenibles desde el punto de vista ambiental en el total de activos que financien o en los que inviertan.
Bonos verdes
Los bonos verdes ya se utilizan para obtener financiación en sectores como la producción y distribución de energía, las viviendas eficientes en el uso de los recursos y las infraestructuras de transporte con bajas emisiones de carbono, aunque también existe un gran interés entre los inversores por estos bonos. Sin embargo, Bruselas considera que todavía hay bastante margen para la expansión y el aumento de la ambición ambiental de esta herramienta financiera, por lo que el nuevo sello de de bonos verdes de la UE establecerá un»estándar de oro» en lo relacionado con la manera en que las empresas y las autoridades públicas pueden utilizar bonos verdes para captar fondos en los mercados de capitales a fin de financiar inversiones ambiciosas, cumpliendo al mismo tiempo estrictos requisitos de sostenibilidad y protegiendo a los inversores del blanqueo ecológico.
En particular, los emisores de bonos verdes dispondrán de «una herramienta sólida» para demostrar que están financiando proyectos ecológicos acordes con la taxonomía de la UE, mientras que los inversores que compren los bonos podrán ver más fácilmente que sus inversiones son sostenibles, reduciendo así el riesgo de blanqueo ecológico o greenwashing.Además, el nuevo estándar de bonos verdes de la UE estará abierto a cualquier emisor de esos bonos, incluidos los emisores situados fuera de la UE. En el marco propuesto, hay cuatro requisitos clave. Por un lado, los fondos captados mediante los bonos deben asignarse en su totalidad a proyectos que se ajusten a la taxonomía de la UE. Además, debe haber plena transparencia sobre la forma en que se asignan los ingresos de los bonos gracias a unos detallados requisitos de información y todos los bonos verdes de la UE deben estar sometidos al control de un revisor externo para garantizar el cumplimiento del Reglamento y que los proyectos financiados se ajustan a la taxonomía.
Por otro lado, se prevé una flexibilidad específica y limitada en este caso para los emisores soberanos y se obligará a que los revisores externos que presten servicios a los emisores de bonos verdes de la UE estén registrados y supervisados por la Autoridad Europea de Valores y Mercados. Esto garantizará la calidad y fiabilidad de sus servicios y revisiones para proteger a los inversores y garantizar la integridad del mercado, aunque también se prevé una flexibilidad específica y limitada en este caso para los emisores soberanos.
«Debemos intensificar la cooperación mundial en materia de clima y medio ambiente, ya que la UE no puede luchar sola contra el cambio climático: la coordinación y la acción a escala mundial son esenciales. Además, nuestra propuesta de estándar de bonos verdes de la UE establecerá un estándar de oro en el mercado y responderá a las necesidades de los inversores de disponer de un instrumento fidedigno y sólido a la hora de invertir de manera sostenible», ha explicado Mairead McGuinness, comisaria de Servicios Financieros, Estabilidad Financiera y Unión de los Mercados de Capitales.
