El lunes 21 de junio damos la bienvenida al verano, una estación que, según la Aemet, será más cálida y seca de lo habitual. Con respecto a los fenómenos astronómico, no veremos eclipses como en la primavera, pero podremos disfrutar de las lluvias de estrellas típicas de la estación



El inicio de las estaciones viene marcado por aquellos momentos en los que la Tierra se sitúa en determinadas posiciones alrededor del sol. En el caso del verano astronómico, al que hemos dado la bienvenida a las 5:30 horas peninsular de este lunes, el solsticio es quien marca el comienzo de la estación.
El solsticio, del latín solstitium, que significa “Sol quieto”, ocurre cuando el Sol alcanza su posición más boreal en la eclíptica y, por lo tanto, durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia. Esto quiere decir también que dé en esta estación el día del afelio, es decir, el día en que el Sol y la Tierra están más alejados entre sí a lo largo del año.


“Es este mayor alejamiento al Sol la causa de que la Tierra se mueva más lentamente a lo largo de su órbita elíptica durante el verano -según la conocida como segunda ley de Kepler- y por lo tanto esta estación sea la de mayor duración”, señalan desde el Instituto Geográfico Nacional (IGN)
Del mismo modo, hoy va a ser el día con mayor duración del año. Desde el IGN ponen como ejemplo la capital de España, que tendrá hoy un día de 15 horas y 3 minutos, muy lejos de las las nueve horas y 17 minutos que durará el día más corto, que se prevé que sea el 21 de diciembre.
“Obsérvese que hay casi seis horas de diferencia entre el día más corto y el más largo. Esta diferencia depende mucho de la latitud del lugar, siendo nula en el ecuador y siendo extrema -24 horas- entre los círculos polares y los polos”, indican desde el IGN.
Ahora bien, a parte de este suceso astronómico, ¿Qué más nos puede traer este verano? Pues empezando por el clima, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) adelantó durante el balance de la pasada primavera meteorológica que este verano iba a ser caluroso y seco.
En concreto, Beatriz Hervella, portavoz de la Aemet, explicó que “lo más probable es que haga calor generalizado en toda la península y que este se intensifique a medida que se avanza hacia el sur”, con una anomalía mínima de 0,5 grados Celsius por encima de la media marcada por el periodo de referencia.
En este sentido, recordó que para el verano del 2020 estimaron una anomalía similar de 0,5°C y al final terminaron por registrar una de 0,9°C, convirtiendo a ese verano el noveno más cálido desde que comenzaron los registros en 1965, por lo que advirtieron que el actual “puede seguir esa misma línea”.


En lo que respecta las olas de calor, Rubén del Campo, portavoz de la Aemet, señaló que su predicción es cuanto menos imposible, aunque vistas las últimas tendencias expuestas en un reciente estudio de la Agencia, comentó que podríamos esperar al menos una.
“Las olas de calor tienen una duración media de unos 14 días al año. Desde el 2011 al 2020 hemos vivido 23 olas de calor, por lo que teniendo en cuenta las cifras, podemos decir que, al menos, viviremos una en esta estación”, explicó el experto.
En cuanto a las precipitaciones, Hervella detalló que exista una cierta probabilidad de que este verano sea más seco, sobre todo en el noreste de la península.
Volviendo al ámbito astronómico, el IGN expone que durante este verano no podremos ver ningún eclipse u otros fenómenos relacionados, a diferencia de lo que pasó en esta pasada primavera. Eso sí, con el comienzo de la nueva estación podremos volver a ver a Júpiter y Saturno bailando en el cielo nocturno.
Asimismo, podremos deleitarnos con algunas de las lluvias de estrellas más famosas del año: las delta acuáridas, con un máximo hacia el 30 de julio, y las populares perséidas, cuyo máximo sucederá hacia el 12 de agosto.
