El A-68A, uno de los icebergs más grandes registrados por los satélites, ahora no es más que un conjunto de témpanos que vagan por el Atlántico sur esperando su hora final tras dos años de vida en los que incluso amenazó con desestabilizar ecosistemas únicos en el mundo



La barrera de hielo Larsen, una extensa plataforma de hielo localizada a lo largo de la costa oriental de la península Antártica, poco pudo hacer frente al repentino colapso que sufrió en el 2017 del que surgió uno de los icebergs más grandes registrados por los satélites humanos: el A-68A.
El nacimiento de este coloso del tamaño aproximado de Cantabria, unos 5.800 kilómetros cuadrados, pronto despertó la curiosidad de los científicos que se apresuraron a analizar las posibles rutas que podría tomar esta plataforma. Los primeros análisis desvelaron un movimiento tenue o casi inmóvil que acabaría por cumplirse cuando su quilla quedó encallada en el fondo marino de la Antártida.
El iceberg más grande jamás registrado en la época moderna fue el B15, un bloque de hielo de 11.000 kilómetros cuadrados que surgió en el año 2000
“Con una relación de grosor a longitud similar a cinco hojas tamaño A4, me sorprende que las olas del océano no hayan hecho cubitos de hielo de A68“, declaró el profesor Adrian Luckman de la Universidad de Swansea, Reino Unido, cuando tuvo lugar este suceso. “Si sobrevive de una sola pieza cuando se mueva más allá del borde del hielo marino, me sorprenderá mucho”, añadió.
Es de suponer que ese sentimiento de sorpresa tuvo que florecer pronto en él pues, contra viento y marea, el imponente iceberg sobrevivió casi de una pieza en su peligrosa trayectoria hacia las islas Georgia del Sur. Como relata la Agencia Espacial Europea (ESA), esa remota región del Atlántico sur acoge la mayor colonia de pingüino rey del mundo y sirve de refugio para otros animales singulares, como son las focas.
“La posición cercana del iceberg a la isla remota generó temores de que se anclaría a la costa e impactaría el frágil ecosistema que prospera alrededor de la isla, a través del raspado del lecho marino o la liberación de agua dulce fría en el océano circundante”, señala la ESA. ´
Entre otras cosas, su presencia podría bloquear las zonas de alimentación, obligando a los pingüinos, por ejemplo, a viajar más lejos para obtener un alimento vital, sobre todo, para las crías que los esperan. “Muchas de ellas podrían morir de hambre”, dijo a la BBC el profesor Geraint Tarling del British Antarctic Survey (BAS).
Por suerte para el ecosistema, el iceberg cambió de dirección hacia el sureste en diciembre del año pasado, eso sí, con un altísimo coste en hielo para la plataforma congelada. De acuerdo con la ESA, en aquel momento el iceberg perdió un fragmento del tamaño de Sevilla y su superficie total descendió hasta los 3.700 km2.
“En este momento, el iceberg más grande del mundo cede su lugar al A-23A, una plataforma encallada en el mar de Weddell, con un tamaño de casi 4.000 kilómetros cuadrados”, anunció la ESA.


Los últimos datos provenientes de la misión de radar Copernicus Sentinel-1 muestran que el iceberg siguió sufriendo daños durante este 2021, el último de ellos registrado la semana pasada cuando se fragmento en un nuevo iceberg bautizado como A-68G por el Centro Nacional de Hielo de EE. UU.
Al mismo tiempo, se desarrolló una grieta en el mismo lugar donde se desprendió el A-68G, dando origen a otras dos pequeñas plataformas adicionales nombradas A-68H (alrededor de 20 km de largo y nueve km de ancho) y A-68I (alrededor de 30 km de largo y cinco km de ancho).
De las historias de aquel coloso helado ahora tan solo quedan témpanos vagando a la deriva por el Atlántico sur. Según la ESA, el A-68A mide en la actualidad 60 km de largo con un ancho máximo de 22 km, poco más que sus descendientes, que se encuentran “unidos” a 225 kilómetros de aquella isla que antaño amenazaron con su majestuosidad.
Dado su movimiento, la ESA estima que se sigan alejando hasta que las temperaturas y el oleaje cierren definitivamente el capítulo final de historia del que fue uno de los mayores icebergs del mundo.


