Alemania busca que el XII Diálogo sobre el clima de Petersberg, que se celebra virtualmente en Berlín esta semana, sirva para impulsar la ambición climática antes de la COP26, por lo que ha decidido anunciar un aumento en sus objetivos de reducción de emisiones



Tras el parón del coronavirus, cada vez más países y organizaciones intentan devolver la lucha climática a un lugar prioritario en las relaciones internacionales, como demuestra el aluvión de encuentros y foros que se están celebrando estos meses y tienen como objetivo impulsar la ambición en el recorte de emisiones antes de la próxima Cumbre del Clima de Glasgow (COP26). El último es el XII Diálogo de Petersberg, un foro internacional virtual organizado por Alemania sobre la lucha contra la crisis climática en el que este país quiere predicar con el ejemplo: el Gobierno que dirige Angela Merkel ha anunciado que quiere aprobar la semana que viene un recorte de sus emisiones contaminantes, para reducirlas para 2030 en un 65% con respecto a 1990 y alcanzar la neutralidad climática en 2045, superando con creces los objetivos comunitarios.
La decisión del Ejecutivo alemán llega justo después de las últimas promesas de reducción de gases de efecto invernadero por parte de grandes emisores como el Reino Unido y los Estados Unidos, que desde la llegada a la presidencia de Joe Biden está intentando liderar la acción climáca. Algo que, en palabras de la ministra de Medio Ambiente de Alemania, Svenja Schulze, «muestran un progreso y una gran necesidad de acción», según ha explicado esta mañana en la rueda de prensa inaugural del Diálogo de Petersberg. «El progreso es posible, es real, vale la pena el esfuerzo», ha añadido.
Para la ministra teutona, desde el Acuerdo de París, los países se han vuelto más convencidos y ambiciosos en su acción climática, algo que ha sido posible gracias a «muchos desarrollos tecnológicos, como energías renovables más baratas, movilidad eléctrica o producción de acero verde», que han dado a los gobiernos más confianza para poder abordar la descarbonización.
A pesar de estos progresos, aún quedan flecos de este tratado de 2015 por cerrar. Por eso, el Gobierno alemán quiere utilizar la reunión a nivel ministerial en el Diálogo Climático de Petersberg para avanzar en las negociaciones sobre los detalles técnicos pero importantes del Acuerdo de París que aún deben finalizarse. Esto incluye cuestiones sobre los estándares y obligaciones de informes de emisiones para todos los países, además de la creación de un sistema de comercio de carbono mundial que permita gravar a nivel global las energías más contaminantes.
Otro tema muy importante en Petersberg será la implementación de la financiación climática: las naciones desarrolladas han prometido a los países del sur global 100.000 millones de euros anuales para ayudarlos con la mitigación y adaptación al cambio climático. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha alterado drásticamente el contexto de la financiación y la acción climática internacional, por lo que es poco probable que se cumpliera el objetivo el año pasado. En este sentido, sera clave lo que digan este jueves varias de las figuras clave que participan en la cumbre, como el secretario general de la ONU, António Guterres, la canciller Merkel y el primer ministro británico Boris Johnson.
Alemania planea mayores recortes
Para predicar con el ejemplo, el Gobierno alemán ha anunciado justo antes de celebrarse los Diálogos de Petersberg que quiere aprobar la semana que viene un recorte de sus emisiones contaminantes, para reducirlas para 2030 en un 65 % con respecto a 1990 y alcanzar la neutralidad climática en 2045, superando con creces los objetivos comunitarios. A falta de cerrar los detalles, las bases y las metas han sido ya consensuadas en el seno de la gran coalición de conservadores y socialdemócratas, que se apresura así a dar respuesta al fallo del Tribunal Constitucional de la semana pasada que le instó a endurecer parte de la ley de Protección del Clima.
La propia canciller, Angela Merkel, aseguró en un congreso virtual del grupo parlamentario conservador que hará «todo lo posible» para alcanzar estos objetivos y agregó que para lograrlos será preciso «aprobar y aplicar más medidas». Previamente, los ministros de Finanzas y Medioambiente, los socialdemócratas Olaf Scholz y Svenja Schulze, habían avanzado en rueda de prensa la propuesta concreta de su partido para alcanzar estos objetivos, donde se hablaba además de un recorte del 88% para 2040.
El objetivo es que el Consejo de Ministros apruebe la semana que viene el correspondiente proyecto de ley y que el Legislativo -a poder ser con apoyos desde la oposición- lo respalde ante de que concluya la legislatura, porque el Gobierno quiere dejar cerrado este asunto antes de las elecciones generales del 26 de septiembre. Los Verdes han mostrado ya su disposición al diálogo, pero con condiciones: su copresidente Robert Habeck exigió para 2030 un recorte de emisiones del 70%, más renovables y acabar con los vehículos de combustibles fósiles y las centrales térmicas para ese año.
La sentencia de la semana pasada del Constitucional instaba al legislador a reformar la normativa para finales de 2022. Consideraba que el objetivo del 55 % para 2030 era insuficiente para alcanzar luego la neutralidad climática en 2050 y criticaba que no hubiese una hoja de ruta para el período 2031-2050. La canciller Merkel aseguró a este respecto en un acto con jóvenes que el fallo le ha hecho ver que hay que «hacer más» por el clima y lograr un reparto más equitativo de las cargas que implicará el camino hacia la neutralidad climática.
