El Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha anunciado que a partir de 2021 centrará sus esfuerzos en proyectos de energía limpia y no financiará más inversiones basadas en combustibles fósiles. Para ello, alineará todas sus actividades con las prioridades del Acuerdo de París. La entidad movilizará un billón de euros de aquí a 2030 destinadas a las renovables



Europa quiere que la financiación sea también verde. La junta directiva del Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha acordado esta semana una nueva política de préstamos de energía que confirma una mayor ambición en cuestiones de acción climática y sostenibilidad ambiental. La estrategia tiene varios retos: acabar con la financiación de proyectos relacionados con combustibles fósiles, acelerar mediante inversión proyectos de innovación y eficiencia energética y alinear todas sus actividades financieras con los objetivos del Acuerdo de París. Y todo para el final de 2021.
El cambio puede tener un fuerte impacto en las actitudes de tanto empresas como pequeños y grandes inversores: el BEI es la institución pública que más dinero invierte a nivel mundial, y su nuevo enfoque estratégico puede arrastrar a otros actores a alinearse con los objetivos del banco para asegurarse líneas de financiación. El BEI ha garantizado un billón de euros en inversión en en el sector de las renovables entre 2021 y 2030.
El presidente del BEI, el alemán Werner Hoyer, resume así la necesidad de impulsar un cambio en las políticas públicas y privadas de inversión desde la financiación: «El clima es el tema principal en la agenda política de nuestro tiempo. El banco de la UE ha sido el banco climático de Europa durante muchos años, y hoy ha decidido dar un salto cuántico en su ambición. Dejaremos de financiar los combustibles fósiles y lanzaremos la estrategia de inversión climática más ambiciosa de cualquier institución financiera pública en cualquier lugar».
El BEI ha garantizado un billón de euros en inversión en en el sector de las energías renovables entre 2021 y 2030
También se incrementará la financiación para la producción descentralizada de energía y el almacenamiento innovador. Por último, el BEI quiere garantizar la inversión en redes esenciales para las nuevas fuentes de energía intermitentes como la eólica y la solar, así como fortalecer las interconexiones fronterizas y aumentar el impacto de la inversión para apoyar la transformación energética de la UE.
«Las emisiones de carbono de la industria energética mundial alcanzaron un nuevo récord en 2018. Debemos actuar con urgencia para contrarrestar esta tendencia. La ambiciosa política de préstamos energéticos del BEI será un hito crucial en la lucha contra el calentamiento global», ha asegurado el irlandés Andrew McDowell, vicepresidente del BEI a cargo de la energía.
Estrategia multisectorial
La decisión del BEI finaliza un proceso de revisión abierto que involucró a la industria, las instituciones, la sociedad civil y el público en general. Las diferentes partes interesadas produjeron desde enero más de 149 presentaciones escritas de organizaciones e individuos interesados, además de peticiones firmadas por más de 30.000 personas.


En cualquier caso, este cambio estratégico no surge de la nada. De hecho, A lo largo de los últimos cinco años, el BEI ha proporcionado más de 65.000 millones de euros de financiación para energías renovables y eficiencia energética. Pero, después de revisión de la política de préstamos de energía, el banco ya no considerará nuevos fondos para proyectos de energía de combustibles fósiles sin cesar, incluido el gas, a partir de finales de 2021. Además, el banco estableció un nuevo estándar de rendimiento de emisiones de 250 g de CO2 por kilovatio / hora (KwH). Esto reemplazará el estándar actual de 550g de CO2/ KwH.
El BEI ya había dado algunos pasos para convertirse en el primer «banco climático». En 2013, una revisión de los préstamos de energía les permitió ser la primera institución financiera internacional en terminar de manera efectiva el financiamiento para la generación de energía de carbón y lignito a través de la adopción de un estricto Estándar de Emisiones.
Sin embargo, algunas organizaciones ecologistas han alertado en The Guardian de que la promesa del BEI «incluía lagunas que aún podrían encerrar a los países europeos en décadas de dependencia de los combustibles fósiles». Esto se debe a que la institución europea continuará apoyando cualquier proyecto agregado a la lista de «proyectos de interés común» de la UE antes de 2022. Y eso abre las puertas a más de 50 proyectos de gas, que podrían ser elegibles.
