Fue en el año 1780 cuando la ciudad de Barcelona empezó a registrar las temperaturas de forma precisa. La media anual experimentó en 2020 su máximo conocido. El año tuvo una temperatura media de 16,8 grados lo que supone 1,2 más que la media de los últimos decenios



Según ha informado el Servicio Meteorológico de Cataluña, el año 2020 ha sido también el 40º año más lluvioso desde 1787, aunque la primavera fue la más lluviosa en 233 años de registros pluviométricos.
La ciudad de Barcelona dispone de observaciones meteorológicas diarias prácticamente continuas desde enero de 1780, cuando el doctor Francesc Salvà las inició y, por su longitud y continuidad, representa una de las mejores series climáticas del sur de Europa y ha sido recuperada por el Servicio Meteorológico de Cataluña los últimos años.
Por estaciones, el verano es la época del año que registra un incremento térmico más marcado
Según estos datos climáticos, la temperatura media anual en Barcelona se ha incrementado a un ritmo de +0,08 ºC cada década desde 1780, es decir, un aumento global de 1,8 ºC.
El año más cálido de la serie es 2020, con una anomalía de +1,2 ºC, mientras que el más frío es 1816, con una anomalía de -3,0 ºC.


Estacionalmente, el verano es la época del año que registra un incremento térmico más marcado (+0,10 ºC por cada década), mientras que el invierno es el que ha mostrado un incremento menos acentuado (+0,06 ºC cada década).
Barcelona dispone de observaciones diarias prácticamente continuas desde 1780, lo que representa una de las mejores series climáticas del sur de Europa
La tendencia de la temperatura primaveral es de + 0,07ºC por decenio, mientras que en otoño este incremento es ligeramente superior: +0,08 ºC cada década.
Según los meteorólogos, la disponibilidad de una serie tan larga permite identificar la influencia de determinados fenómenos naturales en la variación del clima.
Por ejemplo, el período de temperatura por debajo de la media de principios del siglo XIX, se asocia al llamado mínimo solar de Dalton (periodo de baja actividad solar entre 1795 y 1820 aproximadamente) y la erupción del volcán Tambora (1815), mientras que también se aprecia un segundo periodo frío, a finales del siglo XIX, coincidiendo también con un mínimo solar secundario y la erupción del volcán Krakatoa (1883).
Calentamiento global
Los meteorólogos destacan que la influencia del calentamiento global se percibe claramente desde 1980, con «señales» climáticas comunes en las series de otros lugares de Europa y del mundo.
La precipitación media anual en Barcelona durante el periodo 1787-2020 es de 592 litros por metro cuadrado y se ha incrementado a un ritmo de +4,7 litros/decenio desde 1787, es decir, un aumento global de un 15%.
La precipitación media anual ha crecido un 15% desde el año 1780
Estacionalmente, el invierno es el período del año que ha experimentado un aumento más marcado (+1,8 litros/decenio), mientras que el otoño es la que ha mostrado una tendencia positiva más modesta: +0,6 litros/decenio.
El año más lluvioso de la serie es 1971 con 1.122,7 litros, mientras que el más seco es 1817, con 215,6 litros.
El año 2020 fue el 40º más lluvioso de la serie en Barcelona, con 723,5 litros.
En cuanto al otoño e, que también se evidencia durante el invierno y la primavera y que estaría asociada, al menos parcialmente, a la concurrencia en pocos años de varias erupciones volcánicas tropicales de gran magnitud.
La primavera de 2020 es la más lluviosa de la serie en los últimos 233 años.
Destaca como verano cálido el de 2003, con una diferencia de +3,7 ºC respecto de la media, y el invierno más frío el de 1829, con una anomalía de -3,6 ºC.
En cuanto a las estaciones intermedias, destaca por su carácter frío la primavera de 1837, con una diferencia de -4,0 ºC respecto de la media, mientras que el otoño de 2011 fue el más cálido de la serie, con una anomalía de +2,1 ºC.