Jeff Bezos, dueño de Amazon, donará 10.000 millones de dólares a la lucha climática

Jeff Bezos, dueño de Amazon, donará 10.000 millones de dólares a la lucha climática

El hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, se ha comprometido a donar 10.000 millones de dólares para crear un fondo que apoye la lucha contra el cambio climático. El fundador de Amazon busca mejorar su imagen tras atraer críticas de sus propios empleados por la inacción del gigante electrónico en materia ambiental


Jeff Bezos, fundador y director ejecutivo de Amazon, ha recibido siempre críticas por su falta de generosidad. En un país como Estados Unidos, donde la filantropía es casi una seña de identidad, el hecho de que el hombre más rico del mundo haya donado apenas dos de sus más de 130.000 millones de dólares de fortuna estimada le ha valido problemas de imagen pública. Y no solo esto: Bezos ha estado recientemente en el ojo del huracán por la (falta de) política ambiental de su empresa, motivo por el cual anunció el pasado septiembre un programa estratégico para que Amazon llegue ser neutral en carbono para 2040.

El último movimiento del hombre más rico del planeta va, por tanto, en gran medida destinado a revertir esa pequeña crisis de imagen pública que atraviesa. Esta semana, Bezos ha anunciado a través de Instagram que creará un fondo de ayuda -llamado Fondo Bezos para la Tierra- al que donará 10.000 millones de dólares que se destinarán a científicos, activistas y organizaciones no gubernamentales que luchen contra el cambio climático. El empresario norteamericano, que ha sido fuertemente presionado por los propios empleados de Amazon en temas climáticos, dijo que esperaba comenzar a otorgar subvenciones este verano.

«El cambio climático es la mayor amenaza para nuestro planeta«, ha escrito Bezos en un post de Instagram en el que anunció la medida. «Quiero trabajar junto a otros para amplificar las formas conocidas y explorar nuevas formas de combatir el impacto devastador del cambio climático en este planeta que todos compartimos», explica.

Bezos lleva ya cierto tiempo intentando revertir su imagen de millonario no comprometido, después de haber pasado un primer momento invirtiendo en proyectos privados como Blue Origin -una firma de desarrollo de cohetes espaciales- o el periódico The Washington Post, medio de referencia a nivel mundial al que reflotó de una grave crisis financiera. Pero en el último año y medio ha dado un giro a su política filantrópica: en 2018 aportó 2.000 millones para ayudar a familias sin techo, y desde entonces se está centrando en construir un red de guarderías gratuitas para personas sin recursos.

Aún así, Bezos es el único de las diez personas más ricas de Estados Unidos que no ha firmado el Giving Pledge, un documento que han suscrito las mayores fortunas del país y por la que se comprometen a donar al menos la mitad de su riqueza a causas benéficas. Su exesposa, MacKenzie Bezos, sí que firmó el compromiso en cuanto cerró el divorcio con el fundador de Amazon.

Amazon y el clima

En septiembre, Bezos presentó el compromiso climático de Amazon, en el que dijo que el gigante de la distribución cumpliría los objetivos del Acuerdo de París diez años antes de lo previsto y que sería neutral en carbono para 2040. Como prueba de sus intenciones, aseguró que la empresa ya había encargado 100.000 camiones eléctricos de reparto y explicó que había reconsiderado su posición tras darse cuenta de que el clima estaba cambiando incluso más rápido de lo que los científicos preveían.

En realidad, Bezos hizo esa promesa después de que los empleados de Amazon se revolvieran contra la falta de políticas climáticas de la empresa. Durante un año, los trabajadores -sobre todo cuadros intermedios con algo más de influencia en la compañía que los peones de base- presionaron a Amazon para que fuera más agresivo en sus objetivos climáticos, organizando huelgas e incluso discutiendo públicamente sobre cómo la empresa podría mejorar.

La huella de carbono de Amazon ascendió a 44,4 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2018

Y es que Amazon, con su red global de envío y entrega de paquetes, además de sus vastas instalaciones de datos que proporcionan servicios de gestión en la nube, tiene un impacto significativo sobre el medio ambiente. En septiembre, coincidiendo con la presentación del compromiso climático, la compañía reveló su propia huella de carbono por primera vez: emitió alrededor de 44,4 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2018, lo que le situaría en el top 150 de emisores mundiales, por encima de la mayoría de países subdesarrollados.

En cualquier caso, Bezos solo ha proporcionado detalles rudimentarios sobre lo que haría el Bezos Earth Fund, que no estará conectado de ninguna forma a Amazon. Tampoco abordó directamente las prioridades que apoyaría, aparte de «cualquier esfuerzo que ofrezca una posibilidad real de ayudar a preservar y proteger el mundo natural».

No es la única forma en la que el hombre más rico del mundo ha gastado su fortuna esta semana: el jueves pasado se compró la mansión de Los Ángeles más cara de la historia -con un valor de 165 millones de dólares- y adquirió terrenos sin desarrollar en Beverly Hills por unos 90 millones de dólares, aunque la operación aún no está cerrada.



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