El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha hecho suya la lucha contra el cambio climático, sin los apoyos del Senado norteamericano, y destina 2.300 millones de dólares a paliar el impacto de fenómenos meteorológicos extremos como las recientes olas de calor



El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este miércoles una serie de acciones ejecutivas para hacer frente al «inminente peligro» de la crisis climática y ha prometido seguir trabajando para aprobar medidas frente a la inacción del Congreso.
«Ya que el Congreso no está actuando como debería, yo lo haré. Yo lo haré», ha repetido insistentemente en un discurso desde las inmediaciones de una antigua planta de carbón reconvertida, que pronto servirá para fabricar cables subacuáticos que lleven electricidad desde los campos eólicos marinos a las ciudades del estado de Massachusetts.
El emplazamiento, en la localidad de Somerset, se ha convertido en el perfecto símbolo de la estrategia de la Administración estadounidense para impulsar la transición energética, que Biden se esfuerza en enmarcar como un asunto tan económico como existencial ante los constantes ataques de los republicanos por la elevada inflación.
«Cuando pienso en el cambio climático, pienso en empleos», ha dicho el mandatario demócrata al defender las oportunidades que podría suponer la transición energética para la primera economía del mundo.
«Es un asunto tan económico como existencial»
2.300 millones para mitigar impactos
Biden ha adelantado que su Gobierno dedicará 2.300 millones de dólares (unos 2.259 millones de euros al cambio actual) a combatir el calor extremo y otros efectos nocivos del cambio climático, como huracanes y otros desastres naturales más frecuentes y devastadores.
«Como presidente, tengo la responsabilidad de actuar con urgencia cuando nuestra nación se enfrenta a un peligro claro», dijo Biden durante el anuncio de esta medida que forma parte de una serie de acciones ejecutivas frente a la crisis climática que Biden se ha visto obligado a tomar después de que el senador demócrata díscolo Joe Manchin se negara la pasada semana a aprobar un ambicioso paquete legislativo que incluye miles de millones de dólares en inversiones verdes.
Los fondos se destinarán a «ayudar a las comunidades a aumentar su resiliencia ante un amplio conjunto de impactos climáticos, incluidas las olas de calor, que son particularmente destacadas», dijo por su parte un funcionario de alto nivel de la Administración durante una llamada con periodistas para explicar las medidas.
El anuncio llega en un momento en que Europa se enfrenta a una histórica ola de calor que deja récords de temperatura en el Reino Unido y agrava los incendios forestales en Francia y España.
Además de los fondos, que serán tramitados a través de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), la Casa Blanca ampliará el programa de asistencia energética para hogares de rentas bajas, que antes solo servía para dar ayudas a la calefacción en invierno.
La ampliación de este programa supondrá que las comunidades más vulnerables podrán aprovechar esas ayudas para financiar la instalación de aire acondicionado, y los estados podrán construir «centros de enfriamiento» para que los ciudadanos se refresquen.
También, las autoridades habilitarán una nueva zona para construir parques eólicos marinos en el golfo de México, que se unirá a las costas ya habilitadas del noroeste del país, y fomentarán la construcción de parques eólicos en las costas del noreste.
