El ambicioso plan de la Comisión Europea para investigar y desarrollar un «ecosistema paneuropeo» de baterías eléctricas sigue adelante a pesar de la crisis del coronavirus, un sector estratégico con el que espera generar un millón de empleos para 2023



Las baterías eléctricas son un objeto ya casi cotidiano que cada vez tiene más importancia. La apuesta por la movilidad verde las hace imprescindibles en varios sectores en transformación, como el de los automóviles o la energía. Por eso, la Comisión Europea ha asegurado este miércoles que su proyecto para crear una enorme industria de baterías en la UE sigue adelante a pesar de la pandemia de coronavirus. Bruselas tiene grandes esperanzas puestas en la iniciativa y espera que ese sector estratégico genere un millón de empleos en diferentes países miembros para 2023.
«Pese a la pandemia, la alianza europea de baterías sigue su senda», ha declarado uno de los vicepresidentes de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, tras una reunión con doce presidentes de empresas implicadas en el proyecto. El eslovaco asegura haber percibido un «fuerte apetito» para acelerar la iniciativa, que espera que genere un millón de trabajos en los próximos dos años y medio.
La alianza europea de baterías fue inicialmente lanzada en octubre de 2017 ante la pujanza de países como China o Corea del Sur, que actualmente controlan casi el 80% de la cuota de un mercado tecnológico que se espera sea clave en el desarrollo del vehículo eléctrico. El objetivo de la UE no es otro que «capturar» a partir de 2025 el liderazgo de un mercado de baterías que está valorado en más de 250.000 millones de euros.
Para ello será necesario instalar de 10 a 20 «gigafábricas» en Europa entre 2023 y 2025, según los cálculos del Ejecutivo comunitario, que en diciembre del año pasado había aprobado ya un paquete de ayudas estatales de 3.200 millones de euros. El proyecto lo lideran Suecia, Bélgica, Finlandia, Francia, Alemania, Italia y Polonia con proyectos que van desde la minería de litio hasta el reciclado de las pilas, pero también participan en la alianza otros países como Portugal, España, República Checa y Eslovaquia.
Sefcovic se mostró optimista tras la reunión y señaló que a «inicios del próximo otoño» la Comisión Europea organizará una reunión ministerial para dar continuidad a la iniciativa e indicó que se espera que el desarrollo del coche eléctrico haga que la UE necesite 18 veces más litio y 5 veces más cobalto que actualmente.
Reciclar baterías
Pero Bruselas no quiere depender en demasía de la minería de estos minerales raros, cuya extracción no solo es costosa sino que está muy localizada: gran parte de las reservas de litio mundiales se encuentran en el triángulo que forman las fronteras de Chile, Argentina y Bolivia, mientras que la gran mayoría del cobalto se extrae en la República Democrática del Congo. Por eso, uno de los aspectos que se abordarán en esa cita ministerial será el del reciclaje de las baterías, ya que la Comisión quiere que se piense en la reutilización y el reciclaje «desde el momento del diseño».
«Si recicláramos todos los teléfonos móviles viejos que tenemos en los cajones de nuestras casas, podríamos producir 4 millones de baterías para nuestros coches«, ha asegurado Sefcovic.Por otro lado, lo relativo a la fuerte inversión necesaria parece asegurado. El vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Andrew McDowell, ha declarado que esa entidad espera movilizar este año 1.000 millones de euros para la alianza, que es la misma cantidad que se ha invertido en baterías en toda la UE en la última década. «En el medio plazo esta crisis quizá se vuelva positiva para esta iniciativa», ya que es probable que haya una reindustrialización de sectores «clave» en Europa, ha considerado McDowell.
También hay movimiento en el sector energético. La eurocomisaria de Energía, Kadri Simson, ha señalado en una audiencia ante la comisión de Industria, Investigación, Tecnología y Energía del Parlamento Europeo que en junio presentará un plan estratégico para avanzar hacia un sistema energético más integrado. En paralelo publicará una comunicación estratégica sobre la energía generada a partir de hidrógeno que espera que, junto con el gas, desempeñe un papel clave en el futuro del sector en Europa.
«El hidrógeno tiene un futuro prometedor, aunque ahora sólo represente el 2% del ‘mix’ de energía» generada en Europa», ha asegurado Simson, quien ha agregado que «habrá que aumentar la producción» y para ello se necesita «un marco reglamentario adecuado».
