California quiere dar nombre a las olas de calor para destacar su riesgo

California quiere dar nombre a las olas de calor para destacar su riesgo

California está debatiendo fórmulas para dar nombre a las olas de calor, de manera similar a lo que ya se hace con tormentas y huracanes, para subrayar el riesgo mortal del calor extremo y concienciar a la población


El cambio climático está transformando el carácter de las olas de calor en Estados Unidos, haciéndolas más frecuentes, persistentes, húmedas y letales. De hecho, el calor extremo ya se cobra en promedio más vidas estadounidenses que los huracanes y los tornados combinados, un grave problema de salud pública que ha sido también una de las principales advertencias del último informe del IPCC, publicado esta semana. Ante esta situación, cada vez expertos en California y otros estados del Oeste señalan que este cambio hacia olas de calor más peligrosas debería provocar transformaciones en las notificaciones de emergencia y la respuesta de salud pública para evitar que aumente el número de muertos.

Por eso, los políticos formuladores de políticas y ambientalistas están buscando mejores formas de cerrar la brecha en la percepción pública de los riesgos, especialmente en California, donde los paisajes se están calentando rápidamente. Según informa The Guardian, algunos están presionando ya para crear nuevos sistemas de clasificación que ayuden a crear conciencia sobre el problema mediante la asignación de nombres a las olas de calor, al igual que las agencias federales hacen con los huracanes.

«Necesitamos un cambio en todo el sistema», asegura al medio británico Kathy Baughman McLeod, vicepresidenta sénior y directora del Centro de Resiliencia de la Fundación Adrienne Arsht Rockefeller. Esta organización, que se enfoca en buscar soluciones políticas de consenso para la crisis climática, ha abogado por dar nombre a las olas de calor y acompañarlas de diferentes categorías de números para agregar una sensación de urgencia a los crecientes desastres y evitar comportamientos irresponsables por parte de la población e incluso los centros sanitarios.

«Si vas al hospital ahora y estás sufriendo de calor, dirán que tienes insuficiencia renal o insuficiencia cardíaca», apunta Baughman, que cree que «hay muchas áreas ahora que necesitamos cambiar para transformar culturalmente ese contexto de calor». En este sentido, su grupo ha asesorado a California sobre la nueva legislación presentada el año pasado, que lo convertiría en el primer estado en implementar un sistema de clasificación y nombres para olas de calor que sea similar al sistema organizativo para categorizar tormentas que data del siglo XIX.

Los defensores del programa creen que asignar un nombre a un desastre ayudará a las personas a involucrarse contra él y estar mejor preparados. «Se convierte en una identidad y se construye una marca», explica Baughman McLeod, que recuerda la situación vivida durante el reciente paso del huracán Sandy. «Sé lo que es una categoría 3 y sé que cuando tiene un nombre ha alcanzado cierto umbral y necesito prestar atención y actuar», apunta.

Alerta temprana contra el calor

Eso sí, la ciencia aun no tiene claro si nombrar las olas de calor hará mucho para comunicar peligros elevados de manera más efectiva. «El Servicio Meteorológico Nacional no tiene conocimiento de ninguna investigación o evidencia que sugiera que nombrar las olas de calor crearía conciencia sobre los riesgos relacionados con el calor», explica Kimberly McMahon, gerente del programa de Servicios Meteorológicos Públicos del NWS. Pero los sistemas de alerta temprana, con o sin nombres asociados, juegan un papel importante, , ya que «conocer la posibilidad de un evento de calor o un verano anormalmente caluroso puede permitir que los preparativos se realicen con mayor anticipación».

Por eso, más allá de los nombres, los dos proyectos de ley en California también describen la creación de un grupo de trabajo interinstitucional sobre el calor, un consejo asesor sobre el calor extremo e incluso un nuevo puesto de «director de calor» para supervisar la planificación y la preparación. Las leyes, si se aprueban, iniciarían una advertencia anticipada y una clasificación en todo el estado a principios de 2024 y establecerían el Programa de Resiliencia Comunitaria y Calor Extremo para coordinar los esfuerzos estatales y coordinar con los funcionarios locales y regionales.

China temperatura
Las olas de calor se han multiplicado en los últimos años.

En este sentido, será especialmente importante crear también un sistema que permita contabilizar las muertes derivadas del calor de forma más exacta, algo que no se ha hecho hasta el momento. Por ejemplo, durante la ola de calor de 2006, los hospitales a lo largo de la costa de California se vieron desbordados de pacientes cuando las temperaturas récord se establecieron en el estado durante casi dos semanas. Sin embargo, aunque los registros estatales mostraron que unas 140 personas murieron a causa del calor, los investigadores estimaron más tarde que hubo al menos 650 fallecimientos.

Y es que, a diferencia de los incendios y las inundaciones que producen una destrucción inmediata y visible, los efectos nocivos del calor pueden parecer más sutiles, incluso si en realidad son más mortales.



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