El clima extremo en Europa ha provocado ya medio billón en pérdidas

El clima extremo en Europa ha provocado ya medio billón en pérdidas

Los fenómenos climáticos extremos como las tormentas, las inundaciones o las olas de calor provocaron pérdidas de cerca de medio billón de euros en las últimas cuatro décadas en una treintena de países europeos, según un informe de la AEMA


El clima extremo es una de las consecuencias más tangibles del cambio climático provocado por la emisión continua de gases de efecto invernadero por parte de la humanidad. Los fenómenos meteorológicos extremos como tormentas, olas de calor e inundaciones supusieron pérdidas económicas de alrededor de medio billón de euros y provocaron entre 85.000 y 145.000 muertes en los últimos 40 años en toda Europa. Un coste social y económico enorme que además parece tener difícil solución, ya que menos de un tercio de estas pérdidas estaban aseguradas, según un análisis de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), publicado este jueves.

El estudio, que se basa entre otros en datos recopilados por la reaseguradora Munich Re y el laboratorio de ideas Risklayer detalla incluso qué tipos de fenómenos han sido los más graves a nivel humano y económico. En concreto, las olas de calor causaron más del 85% de las muertes en ese período, en especial la registrada en 2003, que pudo suponer entre el 50 y el 75% del total, mientras que las ocurridas en años posteriores provocaron una cifra menor debido a las medidas de adaptación climáticas tomadas en los distintos países. Alemania perdió 42.394 vidas por esos fenómenos extremos, Francia, 26.775; Italia, 21.603; y, España, 16.181, según el cálculo efectuado por Risklayer.

Sin embargo, económicamente los eventos más graves fueron los extremos hídricos: sequías e inundaciones. En términos absolutos, las mayores pérdidas económicas se registraron en Alemania (107.572 millones), Francia (98.994 millones), Italia (90.061 millones) y España (60.976 millones), con una gran parte de ellas (entre el 34% y el 44%, según el informe) asociadas directamente a la falta o exceso de agua. En este sentido, Suiza, Eslovenia y Francia, por ese orden, registraron las mayores pérdidas per cápita mientras que, por área total afectada, fueron Suiza, Alemania e Italia. Eso sí, los peligros geotécnicos, como terremotos y volcanes, no se incluyen en las cifras, ya que, aunque son peligros naturales, no son extremos relacionados con el clima.

Por otra parte, el estudio destaca que alrededor del 23% de las pérdidas totales estaban aseguradas, aunque dentro del continente se registraron grandes oscilaciones: del 1% de países de Rumanía y Lituania al 55% de Países Bajos y el 56% de Dinamarca. En este sentido, la AEMA apunta a que aumentar la cobertura de seguro puede ser una herramienta «clave» de gestión de riesgo financiero para aumentar la capacidad de recuperación de desastres, reducir la vulnerabilidad y promover la resiliencia.

Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la cantidad de desastres relacionados con el clima ha aumentado a nivel mundial en los últimos 50 años, causando más daños pero menos muertes. Pero, según la AEMA, estas tendencias en pérdidas y muertes a nivel mundial son más claras que las tendencias en los datos solo para Europa. Esto se debe a que, para las cuatro décadas del período 1980-2020, se estima que en Europa el 3% de los fenómenos extremos relacionados con el clima y la meteorología fueron responsables de alrededor del 60% de las pérdidas durante el período 1980-2020, con una gran variabilidad interanual y diferencias entre los conjuntos de datos.

La importancia de monitorizar

En el informe, la AEMA también resalta que, a pesar de las recomendaciones de la Comisión Europea y otras organizaciones internacionales, la mayoría de países miembros de la Unión Europea no cuentan con mecanismos para recoger y registrar pérdidas económicas por eventos climáticos extremos de forma homogénea y con suficientes detalles. En su opinión, el impacto de estos fenómenos, que se espera aumenten por el cambio climático, debe ser monitorizado para informar a los actores políticos, de forma que estos puedan mejorar las medidas de adaptación y de reducción de riesgos «para minimizar los daños y la pérdida de vidas humanas».

Sin embargo, la tarea más importante que se debe priorizar para evitar el daño del clima extremo es cumplir con el Acuerdo de París y reducir drásticamente el ritmo de emisiones de carbono. En este sentido, el informe apunta que las medidas climáticas en consonancia con un escenario de aumento de la temperatura de 1,5 °C en lugar de 3 °C podrían evitar hasta 60.000 muertes anuales debido a las olas de calor y evitar pérdidas por sequía de 20.000 millones de euros al año para finales de este siglo. Además, los daños causados por las inundaciones fluviales podrían reducirse a la mitad, a unos 24.000 millones de euros al año, y las pérdidas económicas por inundaciones costeras podrían reducirse en más de 100.000 millones de euros al año para 2100.

El Atlas de riesgos del G20 proporciona otras estimaciones de los impactos económicos para diferentes sectores bajo diferentes escenarios de cambio climático para la Unión Europea y los países del G20 en Europa, como Francia, Alemania, Italia y Turquía. Por ejemplo, se espera que los daños anuales por las inundaciones de los ríos asciendan aproximadamente a 21.000 millones de euros a mediados de siglo y a entre 30.000 y 40.000 millones de euros a finales de siglo en un escenario de aumento de la temperatura relativamente moderado. En un escenario de alto aumento de las emisiones, las pérdidas por inundaciones fluviales podrían superar los 70.000 millones de euros a finales de siglo.



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