La encuesta anual sobre cambio climático del Banco Europeo de Inversiones desvela que la pandemia ha sustituido a la emergencia climática en las cabezas de los ciudadanos comunitarios, aunque la mayoría aboga por una recuperación «verde»



La crisis del coronavirus y sus importantes consecuencias económicas y sociales están influyendo en la percepción de los ciudadanos europeos sobre la emergencia climática. Una encuesta elaborada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el brazo financiero de la Unión Europea, revela que la pandemia, el desempleo y la crisis financiera son considerados como los tres retos más destacados a los que se enfrentan los europeos, mientras que la preocupación por el cambio climático cae al sexto lugar en el orden de prioridades. Eso sí, la mayoría opina todavía que la reconstrucción económica debe tener muy en cuenta «las necesidades de acción climática», un porcentaje que se eleva a los dos tercios en el caso de los españoles.
En cualquier caso, lo que está claro es la influencia que ha tenido esta crisis sanitaria en las opiniones de los europeos: la mayoría (72%) considera que el covid-19 es la mayor preocupación al que se enfrenta actualmente su país. La encuesta del BEI, realizada junto con el grupo especializado en sondeos BVA en los 27 Estados miembro de la Unión Europea, también analiza las tendencias demoscópicas en Estados Unidos, Reino Unido y China, desvelando que sólo los chinos colocan todavía al cambio climático como el primero en su lista de desafíos (61%), ligeramente por delante de la pandemia (59%).
Además, la encuesta evidencia que, más allá de los problemas de salud relacionados con el coronavirus, los europeos, británicos y estadounidenses están muy preocupados por las consecuencias económicas y sociales de la pandemia. En Europa, el desempleo (41%) y una crisis financiera (37%) se mencionan como los otros dos grandes desafíos, ambos por delante del cambio climático (33%), una situación que se repite al otro lado del Canal de la Mancha y del océano Atlántico.
Sin embargo, por mucho que la pandemia aparezca de forma clara como el mayor desafío de Europa en la actualidad, esto no es una razón para pasar por alto la cuestión del clima. Tal y como puso de manifiesto la encuesta del BEI 2019, una gran mayoría de ciudadanos, ya sea en Europa (75%), China (94%) o Estados Unidos (72%), dicen que el cambio climático tiene un impacto en su vida cotidiana.
Esta mentalidad, aunque atenuada por el coronavirus, se traduce en 2020 en que la mayoría de los europeos (57%) dice que la recuperación económica debe tener en cuenta la emergencia climática. Es decir, creen que su gobierno debería promover un crecimiento con bajas emisiones de carbono y resiliente al clima. Eso sí, todavía hay un 43% que preferiría que su gobierno impulsara la economía por cualquier medio para volver al crecimiento económico lo antes posible, un porcentaje que se eleva en países relativamente excépticos con la acción climática como Polonia o Hungría.
Los españoles quieren políticas climáticas estrictas
El sondeo del BEI, que se basa en las respuestas de 30.000 personas de 30 países, dedica un apartado exclusivo a las tendencias en España, donde se han realizado unas 2.000 entrevistas. En este país, el hecho de haber sido uno de los países europeos más afectados por la pandemia en la primera ola de primavera ha alterado significativamente «la jerarquía de los retos a los que se enfrentan los españoles», según explican los autores de la encuesta.
En concreto, el 81% de los españoles citan la pandemia de covid-19 como un gran desafío (nueve puntos por encima de la media europea del 72%). Además, el 61% menciona el desempleo (20 puntos más que la media europea) y el 51% teme sobre todo una crisis financiera (14 puntos más que la media europea). Mientras, el cambio climático, que aparecía como el tercer desafío más importante en 2019, ahora ha bajado a la sexta posición (18%), tras la inestabilidad política y el acceso a la atención médica.
Sin embargo, este cambio de prioridades no significa que la crisis climática haya desaparecido de las cabezas de la ciudadanía de nuestro país. Tres cuartas partes de los españoles creen que el cambio climático ya tiene un impacto en su vida cotidiana (76%) y una clara mayoría (79%) dice estar a favor de medidas gubernamentales más estrictas que obliguen a la población a cambiar sus comportamientos para afrontar el cambio climático, frente al 70% de la media europea.
Las mujeres (83%), los jóvenes de 15 a 29 años (83%) partidarios de la izquierda (89%) y las personas que más sienten el efecto del cambio climático en su vida cotidiana (85%) son las que aseguran estar a favor de esta idea con mayor frecuencia, pero la preocupación climática parece ser transversal a todas las edades e inclinaciones políticas.