El presidente de Estados Unidos ha abierto su cumbre del clima advirtiendo que ningún país podrá resolver solo esta crisis y advirtió que el mundo «no tiene otra opción» que contenerla. «Es un imperativo morar y económico», afirmó



Ni apretones de manos, ni foto de familia, ni conversaciones por grupo en los descansos… La Cumbre del Clima virtual convocada por Joe Biden ha comenzado con palabras y anuncios muy serios que transmiten que las potencias mundiales están más que concienciadas de que la lucha contra el cambio climático y por restaurar el planeta Tierra no puede esperar más.
El presidente estadounidense ha dado una cifra largamente esperada: el país norteamericano recortará «a la mitad» (entre un 50 y un 52%) las emisiones de efecto invernadero de Estados Unidos para 2030, con el objetivo de alcanzar la neutralidad en las emisiones de carbono para 2050. En sus primeras palabras Biden advirtió que el mundo «no tiene otra opción» que actuar para contener la crisis climática, porque «los costes de la inacción no paran de crecer». «Este es un imperativo moral, un imperativo económico, en un momento de peligro», advirtió.
«Estados Unidos representa menos del 15% de las emisiones del mundo. Ningún país puede resolver solo esta crisis«, recalcó el presidente.
Y el resto de países están recogiendo el guante. El presidente de China, Xi Jinping, también llamó a la unidad internacional en la lucha contra el cambio climático. «Tengo confianza en que, siempre y cuando nos unamos en nuestros propósitos e iniciativas, triunfaremos ante los desafíos globales del clima y el entorno», afirmó en su discurso. Xi ya había anunciado anteriormente objetivos al respecto: alcanzar en 2030 el pico de emisiones de carbono y en 2060, la neutralidad de emisiones.
El líder chino prometió que su Gobierno «limitará de forma estricta» el aumento en el consumo de carbón durante el período del actual plan quinquenal (2021-2025) y que lo «reducirá» durante el siguiente lustro.
Por su parte, el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, anunció el nuevo compromiso de su Gobierno para reducir las emisiones con efecto invernadero al 46% para 2030, lo que supone un incremento importante respecto a la meta anteriormente fijada del 26%.
El jefe del Gobierno de España, Pedro Sánchez, aunque no ha participado en los discursos inaugurales, ha asistido de manera telemática a la apertura de la cumbre. El Palacio de la Moncloa ha distribuido una declaración de Sánchez en la que afirma unirse al resto de líderes para «acelerar la transición hacia un futuro descarbonizado» y destaca el compromiso «inquebrantable» de España en esa meta.
Será este viernes, cuando el jefe del Ejecutivo, intervendrá en uno de los paneles de la cumbre, en el que debatirá sobre las oportunidades económicas de la acción climática y con especial atención a la creación de empleo. Biden inaugurará este coloquio en el que también participarán el secretario de Transportes de Estados Unidos, los presidentes de Nigeria, Polonia y Vietnam, así como representantes de varias empresas y organizaciones.
En los discursos inaugurales sí tuvieron presencia los líderes de Francia, Alemania y Reino Unido. La canciller alemana Angela Merkel se mostró decidida a cumplir el compromiso de la Unión Europea anunciado esta semana de reducir un 55% las emisiones en 2030 e hizo un llamamiento para aumentar la ayuda a los países en desarrollo, los más castigados por los efectos del cambio climático.
Por su parte, Boris Johnson, presumió de los objetivos anunciados también esta semana de reducir las emisiones de carbono en un 78% para 2035 e instó al resto de líderes a emular «la ambición» del Reino Unido.
Enmanuel Macron subrayó en su discurso la importancia de «transformar el sistema financiero» global para apoyar proyectos sostenibles y así «poner las finanzas al servicio del clima». El dirigente francés pidió también «regular a escala internacional», por ejemplo respecto con la fiscalidad al carbono. «Si no damos un precio al carbono, no hay transición posible. Tenemos, pues, que integrar la dimensión ambiental en el coste de las inversiones», insistió.
