Cuando se cumplen cuatro años de la adopción de la Agenda 2030, los países se reúnen por primera vez para revisar el cumplimiento de los ODS. La ONU pide acelerar la acción y los esfuerzos para poder cumplir con los 17 objetivos dentro de una década



El 25 de septiembre de 2015, 193 líderes mundiales firmaron la declaración Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Hoy, cuatro años después, la sede de Naciones Unidas ha vuelto a reunirse con un objetivo claro: acelerar la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Desde la adopción de la Agenda 2030, la ONU no convocaba una cumbre global sobre los ODS. Esta ambiciosa iniciativa fue emprendida para transformar el mundo a fin de impulsar la prosperidad, garantizar el bienestar de la humanidad y proteger el medio ambiente a través de 17 objetivos concretos.
La sesión inaugural de la cumbre que tuvo lugar ayer comenzó con las palabras del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres que reconoció que “se están haciendo progresos” en la implementación de los ODS a nivel global: “La pobreza extrema y las tasas de mortalidad infantil están cayendo. Se están produciendo progresos contra enfermedades como la hepatitis y las infecciones se han reducido considerablemente. La igualdad de género está viendo progresos y las tasas de acceso a electricidad y agua potable en los más pobres han comenzado a aumentar”.
Sin embargo, Guterres recordó que aún queda mucho por hacer y solo restan 10 años para cumplir con los objetivos planteados. “Es necesario que todas las naciones aceleren la implementación de los objetivos. Sólo nos queda una década que debe centrarse en la acción y los resultados para no faltar a nuestro compromiso”, afirmó.
Informe especial
Con motivo de la cumbre, Naciones Unidas ha publicado una edición especial del informe de 2019 sobre el cumplimiento de los ODS en el que advierte que las naciones e instituciones aún no son lo suficientemente fuertes o efectivas en responder adecuadamente a estos desafíos globales.
La cita en Nueva York ha puesto el acento en el ODS1: poner fin a la pobreza. Las proyecciones alertan de que en 2030 la tasa de pobreza extrema será del 6% de la población mundial, cuando el objetivo es que sea inferior al 3%. El informe señala que la privación arraigada en la población puede recrudecerse a causa de conflictos violentos y por los desastres naturales.
En el informe también se resalta la importancia del ODS6, que busca garantizar la disponibilidad de agua y saneamiento para todos, así como su gestión sostenible. Este objetivo es uno de los más transversales del total de 17, ya que el acceso al agua interviene en la consecución de otras muchas metas de la Agenda 2030.
A pesar del progreso en este punto, “miles de millones de personas aún carecen de agua potable, saneamiento e instalaciones para lavarse las manos”. Naciones Unidas advierte de que lograr el acceso universal incluso para el servicio de saneamiento básico para 2030 requerirá duplicar la tasa anual de progreso actual.
El informe manifiesta la preocupación de la ONU por este objetivo ante la creciente demanda de agua y el aumento de la frecuencia y la gravedad de sequías e inundaciones como resultado del cambio climático. Según datos de Naciones Unidas, 2 mil millones de personas viven en países que experimentan un alto estrés hídrico y calcula que 700 millones de personas tendrán que desplazarse para el año 2030 a causa de la escasez de agua. Por ello “la gestión y el uso eficientes del agua por parte de los países serán de vital importancia para abordar este desafío”.
