Ni dudas, ni excusas, ni falsas esperanzas caben ya para adoptar medidas que eviten la debacle climática que avanzan los expertos, para la que apenas queda una «década crítica», según apuntan todas las reacciones al último informe del IPCC



«Ahora o nunca» es el grito insistente con el que los científicos han vuelto a alertar de que para detener la urgencia climática que «nos lleva al desastre» es necesario actuar ya y sitúan en 2025 el año crítico que marque el techo de las emisiones para minimizar los daños y no sobrepasar el calentamiento de 1,5°C. ¿Podremos evitar la debacle climática?
El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) publicó este lunes el estudio de su Grupo de Trabajo III con las medidas que cree necesarias para reducir emisiones y eliminar de la atmósfera gases de efecto invernadero. Un llamamiento que viene acompañado de la advertencia de que, de seguir el rumbo actual, el mundo se encamina hacia un calentamiento de 2,7 °C para final de siglo, casi el doble del 1,5°C fijado como objetivo en el Acuerdo de París.


La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha advertido de que quedan «ocho años» por delante para acelerar la acción y «mantener a raya» los efectos del cambio climático se trata de «una década crítica para la lucha contra el cambio climático» y que no «hay tiempo para dudar».
«Conocemos la fragilidad de la profunda dependencia de los combustibles fósiles, los injustos efectos negativos del cambio climático y la subida de los precios de la energía», ha sentenciado.
La publicación de este informe se produce en un «momento crítico» en el que, según ha afirmado el Ministerio, los países necesitan establecer expectativas claras sobre la ambición climática «para cumplir los compromisos del Pacto Climático de Glasgow y el Acuerdo de París». El documento proporciona evidencias científicas «sólidas» para acelerar los esfuerzos globales de reducción de emisiones en la década actual.
Al respecto, el informe señala que se requerirán reducciones sustanciales de emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores, incluyendo transiciones profundas en los sistemas productivos. Por ello, el Ministerio ha recogido el papel fundamental que pueden jugar las energías renovables, y ha recordado la disminución de costes experimentada en la última década, «que las convierte en unas fuentes de energía asequibles y competitivas«.
«La mejor respuesta es, por tanto, la aceleración de la descarbonización de las economías y la promoción de un desarrollo resiliente. Todos los gobiernos deben alinear su ambición climática con la ciencia. Sabemos lo que hay que hacer. Ahora es el momento de aumentar la velocidad y dar prioridad a las energías renovables y a la eficiencia energética, asegurando al mismo tiempo que las personas se beneficien de las oportunidades de la transición verde», ha concluido la vicepresidenta.
La UE no admite «excusas»
El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea encargado del Pacto Verde, Frans Timmermans, afirmó este lunes que «ya no se pueden buscar excusas» para no acelerar la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables.
El político neerlandés reiteró «que tenemos que hacer mucho más si queremos alcanzar el objetivo de que las temperaturas no superen los dos grados y si es posible que se queden en un grado y medio. Estás son las malas noticias, pero las buenas es que podemos invertir la tendencia si hacemos más«.
Y para lograrlo, añadió, las principales instituciones europeas -el Consejo, la Comisión y el Parlamento- tienen «la responsabilidad política y moral de actuar lo más rápidamente posible» para alcanzar el objetivo europeo de lograr la neutralidad climática en 2050.
«Si leemos el informe no podemos excluir que tengamos que hacer mucho más en los próximos meses, en los próximos años, y tenemos que ser muy claros en cuanto al mensaje, y la guerra en Ucrania ha aumentado este sentimiento de urgencia» de reducir o acabar con la dependencia de las energías fósiles, como el gas, el petróleo o el carbón, consideró el socialdemócrata neerlandés.
A juicio de Timmermans, en las tendencias actuales es «muy importante que nos centremos en el biogás, en la energía solar, en la energía eólica, en todas las energías renovables».
El «expediente de la vergüenza»
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha tildado el nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés) de «expediente de la vergüenza» porque evidencia las promesas climáticas «incumplidas», y ha advertido de que el mundo va «por la vía rápida hacia el desastre climático».
«Este informe es una letanía de promesas climáticas incumplidas (…) y vacías que nos ponen firmemente en el camino hacia un mundo invivible», ha criticado sobre el estudio, que llega en un momento de «turbulencia mundial».
Asimismo, ha avisado de que, en esta línea, el mundo se encamina al «desastre climático», con «grandes ciudades bajo el agua, olas de calor sin precedentes, tormentas aterradoras, escasez de agua generalizada o la extinción de un millón de especies de plantas y animales».
«Esto no es ficción ni exageración, es lo que la ciencia nos dice que resultará de nuestras actuales políticas energéticas», ha alertado, para incidir en que, de seguir con las «mentiras» por parte de líderes políticos y empresariales, alcanzaríamos más del doble del límite de 1,5ºC acordado en París.
«Los gobiernos y las empresas que más emiten no sólo hacen la vista gorda, sino que echan más leña al fuego. Están asfixiando a nuestro planeta, basándose en sus intereses creados y en sus inversiones históricas en combustibles fósiles, cuando las soluciones renovables más baratas proporcionan empleos verdes, seguridad energética y mayor estabilidad de precios», ha afeado.
Falsas esperanzas


La activista climática Greta Thunberg ha advertido sobre el optimismo del nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés), en el que considera que «muchos parecen más centrados en dar falsas esperanzas que en decir la verdad«.
«Cuando leas el nuevo informe del IPCC, ten en cuenta que la ciencia es cautelosa y que esta ha sido diluida por las naciones en las negociaciones», ha avisado en una publicación en Twitter.
En este sentido, ha criticado que se busque dar «falsas esperanzas a los causantes del problema en lugar de decir la cruda verdad que daría la oportunidad de actuar».
