Día de la Tierra: unidos por la salud y futuro de nuestro planeta

Día de la Tierra: unidos por la salud y futuro de nuestro planeta

Como cada 22 de abril, desde 1970, se celebra en el mundo el Día de la Tierra, una jornada que nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de nuestro planeta y la necesidad de actuar cuanto antes para protegerlo. El coronavirus, lejos de empañar las celebraciones, ha servido para enaltecer más si cabe la festividad


“Mira de nuevo ese punto. Ese que está aquí. Ese es el hogar. Ese somos nosotros. En él, todos lo que amas, todo los que conoces, todo los que has oído hablar, cada ser humano que haya existido vivió su vida ahí”.

Con estas palabras, el famoso científico y divulgador Carl Sagan describió a la Tierra en su libro Un punto azul pálido: una visión del futuro humano en el espacio, tomando como fuente de inspiración la icónica imagen de la Voyager 1 en la que se mostraba entre el polvo espacial un pequeño punto que era la Tierra en ese momento.

En parte, gracias a esa imagen, la humanidad adquirió una perspectiva nueva sobre nuestra existencia, en la que se situó a nuestro planeta, y a nosotros como especie, como unos entes frágiles y únicos en el Universo. Porque el hecho es ese: simplemente somos un punto insignificante e irrepetible que en cualquier momento puede desaparecer.

Imagen «Punto azul pálido» tomada por la Voyager 1 | Foto: NASA

Con la llegada de la crisis climática y la destrucción de la biodiversidad, irónicamente desencadenados por aquellos que son los únicos capaces de entender la debilidad de la Tierra, parece que ese momento en el que dejaremos de existir está más cerca que nunca.

Los científicos cada día nos los recuerdan a través de sus balances sobre el estado de la Tierra. Por ejemplo, los informes del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) llevan advirtiendo desde hace años que las emisiones de carbono, obra del ser humano, están calentando nuestro planeta hasta límites insostenibles que están derritiendo los polos y achicharrando a la fauna marina, entre otras consecuencias.

Junto a este fenómeno de calentamiento, se une la destrucción de la biodiversidad impulsada por la insaciable sed de producción del ser humano que, por otro lado, contamina el medio a través de los plásticos que crea para seguir construyendo su civilización.

Lo peor de esta situación es que, a pesar del enorme volumen de información que verifican esta destrucción, muchas personas, entre ellas diversos gobernantes, se niegan a abrazar esa verdad irrefutable y continúan caminando por la senda de la auto aniquilación, ajenos de que ellos forman parte de esa vida que está muriendo.

Por suerte, el 22 de abril de 1970, un numeroso grupo de personas en Estados unidos, conscientes de la deriva de destrucción que se estaba gestando en la Tierra, decidió poner las cartas sobre la mesa e infectar a la humanidad con el germen del actual movimiento ambiental.

Cartel conmemorativo de la NASA para el Día de la Tierra 2020 | Foto: NASA

Tal fue el hito que alcanzaron aquel día que, a partir de ese momento, el día 22 de abril pasaría a ser conocido como el “Dia de la Tierra”, una jornada para concienciar sobre la fragilidad de nuestro mundo y sobre la necesidad de actuar cuanto antes para revertir todos nuestros cambios.

Hoy, 50 años después de aquella importante fecha, el mundo se prepara para celebrar un año más el Día de la Tierra, esta vez bajo el lema de la “acción climática”. No es para menos, porque el 2020 se presenta como una fecha clave para lograr nuestros objetivos ambientales.

Por un lado, porque el tiempo apremia y no tenemos más oportunidades para mitigar en la medida de lo posible el cambio climático. Por ello, este es el año en el que los países deben comenzar a aplicar con total ambición la nueva agenda ambiental 2030 basada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Por el otro, porque el 2020 se presenta como el año de la biodiversidad. Hace 10 años que se establecieron las Metas de Aichi, una serie de objetivos relacionados con la conservación de la biodiversidad que debían cumplirse en 2020.

Los últimos balances indican que no se han podido alcanzar, pero a finales de este año se celebrará 15ª Conferencia de las partes de la Convenio de Naciones Unidas de Diversidad Biológica (CDB) en la que se establecerán nuevas metas más ambiciosas para cumplirse durante el próximo decenio.

Un aniversario marcado por el COVID-19

La celebración del quincuagésimo aniversario del Día de la Tierra ha coincidido con uno de los peores momentos de nuestra historia moderna: la crisis del coronavirus, que ha motivado la suspensión o el aplazamiento de eventos de gran relevancia a nivel climático, como la COP26 de Glasgow.

Sin embargo, lejos de nublar los actos, los principales organizadores del Día de la Tierra han aprovechado la pandemia para enaltecer aún más los motivos de esta festividad.

La razón que sostienen, al igual que el gran grueso de científicos, es que precisamente la destrucción de la biodiversidad nos ha conducido a la situación que estamos viviendo ya que la degradación del medio ha provocado que los animales, entre los que se incluyen los humanos, estén más expuestos a patógenos como el coronavirus.

“La actual pandemia de COVID-19 es un claro recordatorio de la vulnerabilidad de los humanos y del planeta frente a amenazas de magnitud global. El daño descontrolado a nuestro medio ambiente debe ser abordado”, señala la Organización de las Naciones Unidas.

Por ello, claman por unas acciones más ambiciosas, como la que se están viviendo estos días, para revertir esta crisis, que promete repetirse en un futuro con otro patógeno como protagonista, así como el cambio climático.

“La actual pandemia demuestra que los gobiernos pueden adoptar las medidas para revertir los efectos del cambio climático. En las últimas semanas esto se ha visto reflejado a través de los cambios masivos en los distintos sectores que nos sustentan y sirven como ejemplo de que, con organización, se pueden aplicar acciones a escala para ofrecer respuesta a la crisis climática”, detalla The Earth Day Network, el principal organizador del Día de la Tierra.

Además de emitir este mensaje, la organización ha informado que los eventos que estaban previstos para realizarse hoy se llevarán a cabo de forma online desde su página web y se podrán seguir y participar en ellos a través de los hashtags #EarthDay2020 y #EARTHRISE. Una estrategia similar a la que aplicó Fridays for Future para continuar sus movilizaciones.

“Ya sea en persona o mediante Internet, el objetivo del Día de la Tierra sigue siendo el mismo: unir a cientos de millones de personas de todo el mundo para presionar a los dirigentes mundiales a que actúen frente a la degradación del medio ambiente y el cambio climático”, explican desde su web.

Por otro lado, han anunciado que el principal evento del 50 aniversario, que iba a tener lugar el día 25 en el National Mall de Washington se pospondrá a los días 24 y 25 de octubre.

Un llamamiento para la regeneración

La economista Christiana Figueres, artífice del Acuerdo de París contra el cambio climático, que hoy precisamente cumple 5 años, ha aprovechado este día para reclamar una «Gran Regeneración» económica y ambiental por el planeta.

“La celebración este año del Día de la Tierra coincide con el inicio de la década más importante de la historia de la humanidad, en la que no solo debemos reducir la curva de emisiones globales a la atmósfera sino mantener esa disminución hasta llegar al 50% para 2030”, ha señalado en una carta

La economista costarricense ha subrayado además la necesidad a corto plazo de controlar la crisis sanitaria provocada por el coronavirus Covid-19, para que «los más vulnerables reciban atención médica y financiera en estos momentos de necesidad».

En una misiva ha instado a los gobiernos a «implementar paquetes de recuperación económica sin precedentes para la creación de empleos y la inyección de liquidez en los mercados».

«Estos paquetes económicos deben garantizar la productividad y bienestar mientras reducimos algunos puntos las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) este año y por primera vez en la historia», ha destacado.

“El futuro bajo en carbono supone una economía bulliciosa y próspera en la que respiremos aire limpio y podamos reunirnos libremente entre nosotros. Donde nuestros sistemas de energía, producción de alimentos, construcción y transporte se han rediseñado para que sean aptos para un mundo más seguro y resiliente», ha señalado.



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