Un dron español de 4.000 kilos, el futuro contra los incendios

Un dron español de 4.000 kilos, el futuro contra los incendios

En Quero, Toledo, se ultiman los detalles de lo que podría ser el futuro de la lucha contra los incendios: un enorme dron autónomo capaz de verter 1.500 litros de agua en un radio de acción de 700 kilómetros y que, incluso, podría operar de noche


La lucha contra los incendios se recrudece con el cambio climático, que impulsa la aparición de estos fenómenos, más destructivos y peligrosos, dispuestos a llevarse por delante a aquellas personas que se juegan la vida para acabar con ellos.

No obstante, este riesgo que, si bien es digno de admiración, es evitable en gran medida si se aplica la tecnología que hemos ido desarrollando todo este tiempo atrás a los métodos de extinción de incendios.

La prueba queda plasmada en el nuevo artefacto desarrollado por Singualr Aircraft, que consiste en un gigantesco dron capaz de arrojar hasta 1.500 litros de agua para acabar con las llamas de los incendios.

“Este proyecto nace para desvincular la vida de los pilotos en los procesos de extinción de incendios. Lo que hacemos es sustituir al piloto por una máquina que puede controlarse desde tierra de forma autonómica sin necesidad de exponer a una persona al peligro de esta actividad”, declara Miquel Colom, responsable técnico del proyecto.

Imagen completa del hidroavión | Foto: Singular Aircraft

Tal y como explica, su funcionamiento es sencillo: desde una estación de tierra, gestionada por un piloto comercial, se establece una ruta para el dron, que podrá variar en función de las necesidades. Con solo pulsar un botón, el avión despega automáticamente y, con pulsar otro, el avión puede aterrizar sin necesidad de realizar ninguna otra acción.

Que el avión pueda pilotarse a través de una pantalla en una zona de mando también puede suponer una gran ventaja en la lucha contra los incendios, además de alejar a los pilotos del peligro. Por ejemplo, en la actualidad, llegada una cierta hora, los medios aéreos se deben retirar por falta de visibilidad. Este dron, sin embargo, podría seguir operando incluso por la noche.

“El pilotaje de la nave es totalmente instrumental por lo que, en caso de que la cámara de a bordo sufra algún percance, todavía podría pilotarse sin problema. Esto, unido a la idea de que es posible instalar cámaras nocturnas e infrarrojas, lo convierten en un aparato apto para funcionar en una gran variedad de situaciones”, enfatiza Miquel Colom.

Por otro lado, este proyecto presenta otra gran ventaja en cuanto a costes se refiere ya que se ha estudiado cada mínimo detalle para ser lo más rentable posible. “Esta aeronave se ha diseñado y fabricado para reducir los costes, tanto de adquisición como de operativa, para llegar a más clientes”, comenta Miquel Colom.

“Como norma general, este tipo de artefactos son muy exclusivos. Nosotros lo que hemos hecho ha sido focalizarnos en el apartado de costes para tratar de construir una nave de calidad y eficiente con un coste mínimo”, añade.

¿Provocar la lluvia?

En recientes comunicaciones, varios medios confirman que este avión es incluso capaz de provocar la lluvia. Algo que, sin duda podría ser posible, se trata ni más ni menos que de una simple anécdota lanzada por la personal de pista.

En pasadas décadas, los pilotos de aviones eran encaminados a tareas de “siembras de nubes”, una práctica en la que dispersaban yoduro de plata y hielo seco (dióxido de carbono congelado), u otros compuestos similares, con el fin de crear nubes artificiales de lluvia.

Sin embargo, posteriores estudios científicos descubrieron que esta práctica podía generar problemas en los mamíferos y en las personas, derivados de la plata lanzada. Debido a esto, muchas regiones del mundo, como Europa, decidieron prohibir su uso.

En este sentido, la compañía informa que la nave tiene una autonomía de casi 25 horas, si es utilizada en tareas de vigilancia, y de unas cuatro horas cuando se emplea en operaciones antiincendios. “Podemos trabajar con un radio mínimo de 700 kilómetros hasta unos 4.300 kilómetros”, señala.

Este proyecto, que lleva en desarrollo desde hace nueve años, espera poder estar totalmente operativo para su comercialización dentro de unas semanas, cuando pasen unas pruebas de validación y certificados.

“Es España faltaría validar algunas pruebas antiincendios requeridas por la Unidad Militar de Emergencias (UME), muy contenta con los resultados. Esperamos que en unas semanas pueda estar todo listo”, aclara.

Además de su uso contra incendios, Miquel Colom detalla que esta aeronave puede adaptarse a otro tipo de usos, dependiendo de las necesidades del contratante. Así pues, puede utilizarse en grandes travesías, en actividades de fumigación agrícola, o para lanzar cargamentos en regiones de difícil acceso.

“En África se nos pidió que este avión pudiese lanzar cargamentos en regiones necesitadas, de acuerdo con la solicitud del programa de alimentos de la Organización de las Naciones Unidas”.



Se adhiere a los criterios de transparencia de

Archivado en:
Otras noticias destacadas